XLVIII

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Jin está cansado cuando por fin arriba el apartamento.

Son las 6:00 de la tarde, así que el chico saca el celular del bolsillo de su pantalón, para luego depositar el maletín en la sala y las bolsas de compra en el mesón central de la cocina. Los días más agotadores son los últimos, siempre. La presión de los exámenes finales, junto con los proyectos de fin del curso intersemestral y las notas, es desgastante en muchas maneras, pero lo mantienen ocupado. 

Lo suficiente como para pensar en el regalo que Junghyun dejó en la recepción del edificio en donde hasta hace algunas semanas vivía.

En un intento por evadir el asunto, resolvió llamar a la recepción del lugar para pedirle al portero que dispusiera de ello como mejor le pareciese. Que le diera el arreglo de flores a alguien, que botara a la basura la bolsa costosa sin importar qué tuviese adentro, que hiciera cualquier cosa que no lo involucrase a él. Como si con ello pudiese quitarse de encima el hecho abrumador de tener al otro aún en su vida, de olvidar la confusión que lo asaltó cuando asumió que el suceso con su madre acabaría con toda la farsa que era su vida.

Aún lo cuestiona. Le ha dado más vueltas en su cabeza de lo que le gustaría, pero el temor de pensar en lo incierto del futuro en relación con ello, no lo deja ahondar más allá. El mensaje de Junghyun no está allí cuando revisa el historial de conversaciones, porque el mismo se encargó de eliminarlo luego de recibirlo. 

No se permite pensar más en eso. Aísla el asunto de nuevo, lo aparta con la misma facilidad de los últimos días

En el apartamento se siente tranquilo, a salvo como nada. Con la familiaridad del olor de ambos en cada espacio, con el conocimiento sobre el más pequeño lugar. Sus pasos son lentos cuando hacen camino hasta su habitación para deshacerse de la ropa y tomar una ducha rápida. La idea de cambiar de línea para evitar el contacto más cercano con esa parte de su vida lo aborda como una alternativa prometedora. Por eso cuando sale del cuarto de baño para ponerse un pijama limpio, Jin se convence a sí mismo de hacerlo lo más pronto posible.

El apetito lo obliga a caminar hasta la cocina a prepararse un rápido sándwich, y sacar las cosas de las bolsas de compras para ubicarlas en los estantes y en el refrigerador. Namjoon lo regañaría por comprar más de lo que debe, pero no está allí para tener un altercado pequeño sobre lo innecesario que es que el omega compre víveres para ambos. 

Sin embargo, él no está allí para hacer algo como eso. Por lo que sabe, el hombre está con sus padres ahora, así que el chico está libre de discusiones sobre las compras por el momento. Tampoco lo llama para preguntarle si quiere que le deje algo de comer, o para indagar la hora de su llegada.

Recoger la vajilla sucia y lavarla solo le toma cerca de tres minutos. Jin arregla y limpia la cocina, como es usual, antes de caminar a su habitación de nuevo. La cama luce cómoda cuando la contempla minutos antes de organizarla para dormir. El cansancio del día es uno de los mejores somníferos cuando lo tumba en la suavidad del lecho y lo consume en el sueño rápidamente.

 El cansancio del día es uno de los mejores somníferos cuando lo tumba en la suavidad del lecho y lo consume en el sueño rápidamente

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El amor es el silencio más fino - Namjin (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora