Capítulo 4

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La entrenadora nos saludó con una sonrisa de lado en su boca, y pusimos rumbo a nuestro destino.

Llegamos a un edificio muy alto, y la entrenadora nos invitó a pasar amablemente.

Al entrar lo primero que vimos fue a un grupo de chicas, estaban charlando muy animadamente. Cuando nos vieron guardaron silencio y saludaron cortésmente a la entrenadora. De repente comencé a reconocer rostros. Todas aquellas chicas formaban parte de diferentes clubs de fútbol de todo el mundo. Reconocí a un par de chicas que formaban parte del equipo español, Blanca y Julia. También reconozco a las gemelas Ámber y Caroline, de Inglaterra.

Ambas al vernos a mi prima y a mí nos sonríen extrañadas. Las cuatro tenemos unos recuerdos bastante divertidos del verano pasado. Las tenían educadas como auténticas princesas, pero cuando ven una botella de alcohol... se les olvidan todos los modales.

También reconozco a Isabelle y a Kiara. Ellas son las gerentes de la selección Italiana. Qué extraño todo... Giro mi cabeza y deduzco que por la cara que tiene puesta mi prima ella tampoco entiende lo que está sucediendo.

Después de unos minutos en los que la entrenadora no dijo nada, rompió el silencio.

-Bueno chicas, me presento. Me llamo Katerina Sokolov. Tengo procedencia Rusa, pero me crié en Japón. Estuve casada con un hombre que me desprestigió a cada paso que yo daba. Realmente hubo una época en la que el fútbol dejó de apasionarme por su culpa. De esos duros años nació la idea de crear el equipo perfecto.-hizo una parada para recuperar el aliento, ahí a mi mente llegaban imágenes de la academia Alius, y del néctar de los dioses, y de Jude bajo las órdenes del comandante.- Busqué a los jugadores perfectos, pero me di cuenta de que no existían. Todos eran débiles, ninguno tenía una fuerza real, sino que todos dependían de algún factor.-Ahí a mi mente llegó una clara imagen de Mark.- Es por eso que observé su entorno, y me fije que las gerentes de los equipos eran chicas muy fuertes, que se preocupaban por el equipo más que nadie y os observé a cada una de vosotras.- nadie decía nada, sólo se escuchaban las respiraciones nerviosas de cada una de nosotras-

Chicas, nadie os tomaba enserio, después de todo lo que habéis pasado por ellos, no se preocupaban nada. Es ahí que decidí juntaros a todas y haceros fuertes.- volvió a hacer una pausa, y en esas pocas palabras veía el rostro de decisión que todas tenían. Éramos fuertes y nadie se daba cuenta, pero se iban a arrepentir.

-Algunas ya os conoceréis, otras os sentiréis perdidas, pero os prometo que os voy a convertir en un verdadero equipo a base de mucho esfuerzo y entrenamiento. Hoy os hago una promesa y es que la que continúe a mi lado, conseguirá llegar a la cima sin trampas ni trucos. Con trabajo. Y no os mentiré, no soy tan amable como estoy siendo ahora mismo. Desde que firméis el contrato conmigo, pasareis a ser mis jugadoras y deberéis seguir un conjunto de normas, completar un conjunto de entrenamiento que os harán más fuertes y respetarme. Ahora la que esté dispuesta a seguir con esto que me siga a mi despacho.

Tras éste monólogo de la entrenadora, nos quedamos las 12 chicas en la sala con la boca abierta. Estábamos nerviosas y eso se podía ver en las posturas de nuestras manos, los pequeños bailes que hacíamos repetitivamente.

- ¿Quién será la primera pues? - hablo la entrenadora.

No sé muy bien porqué, pero me levanté y miré a Sara a los ojos. Esa mirada bastó para que ella se levantara también y nos dirigimos lentamente al despacho de la entrenadora.

Escuché a mis espaldas ruidos de sillas, y lo sentí. Ahí fue la primera vez que me sentí capaz de lograr todo lo que me propusiese. Todas seguíamos a la entrenadora. Decididas a cambiar un poquito nuestras vidas, y todo quedó sellado bajo un contrato pocos minutos después.

Equipo Luz de Luna (Inazuma Eleven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora