-Aria, dime algo. –me pide mi madre sentándose al lado de mi cama. Me sorprende que aún no me haya reñido por ir en pijama a estas horas.
-Pero mamá, ¿un hermanito?, ¿Tú no estás muy mayor para... -comienzo a hacer la pregunta.
-Cierra esa boca jovencita. –sentencia mi madre rápidamente. –Antes de que digas algo de lo que seguro te vas a arrepentir.
-Sí, lo siento. –le digo cansada. Sin saber muy bien qué hacer me incorporo y me acerco aún más a mi madre. -¿Puedo? –le pregunto acercando mi mano a su barriga.
-Adelante cariño. –me dice sonriente.
Acaricio la barriga de mi madre, lo que siempre ha sido un vientre plano perfecto, ahora es más abultado y suave. Un hermanito pequeño, lo que siempre había querido.
Sin darme cuanta los ojos se me humedecen al acariciar su barriga, esto parece un sueño, si tan sólo esto hubiera pasado hace un año, habría aceptado sin pensarlo.
-¿Qué te parece? –me pregunta mi madre.
-Me parece muy bien mamá. Estoy muy feliz. –Le respondo sonriente. Es la verdad.
-Me alegra mucho escuchar esa respuesta hija. Y sobre lo de España, no tienes que responderme ahora cariño, termina éste torneo y gánalo. Y después si quieres aceptar viajaremos con tu padre al sur de España, él trabajará, yo haré algunas gestiones y tú puedes empezar de cero allí.
Empezar de cero... no habría podido elegir un peor momento para decirme eso de empezar de cero. Mi relación con Caleb, mis nuevas amigas, el fútbol...
-Pero mamá, eso supondría dejar a mi equipo... -le digo un poco triste.
-Cariño, has sido una muy buena capitana, y aún te quedan batallas por librar, pero Sara es tan buena como tú. No las dejarás en malas manos. –me dice mientras me coge de las manos y me mira a los ojos.
-Necesito pensarlo. Pero mamá, éste equipo me ha dado tantas cosas que no creo que pueda dejarlo, no te hagas muchas ilusiones. –le respondo lo más sincera que puedo. No quiero que se imagine algo y al final no resulte como ella creía.
-Te ha dado muchas cosas, pero también te ha quitado otras muchas. ¿Estás dispuesta a que te quite a tu familia? –me pregunta, y sin esperar mi respuesta anda hacia la puerta. –Voy a saludar a Katerina, luego nos vemos. Ah y una última cosa, vístete propiamente, es muy tarde y una señorita como tú no debe estar en pijama a estas horas.
Y con ésta última frase tan propia de mi madre abandona la habitación, dejándome con un lío en la cabeza tan grande que me obligo a sentarme y recuperar el aliento. ¿Estoy dispuesta a que éste equipo me arrebate el sueño de familia ideal que deseo desde que era pequeña?
Pero, ¿Y Sara?, hemos estado juntas desde que tengo uso de razón, ¿Y Caleb?, estamos empezando algo tan bonito. Aunque de que toda esta locura acabe yo volveré a la sede de mi equipo, la cual está ubicada en todas las partes del planeta, o sea a dónde la entrenadora nos quiera llevar, y él volverá a Japón, quizás cerca de mí o quizás lejos, muy lejos.
Comienzo a hacer la cama después de haberla deshecho segundos antes de que la entrenadora entrara en mi cuarto. Mis movimientos son automáticos, mi memoria muscular se encarga de hacer el trabajo y mientras, mi cabeza anda volando de aquí para allá.
-Hola... -escucho una voz en mi espalda que hace que me sobresalte.
-Sara, hola. –le digo seca. Tengo que jugar bien mis cartas si quiero que todo salga bien.
-Oye Aria, yo... lo siento. No debería de haberle contado tu plan a la entrenadora. –me dice cabizbaja.
-Me has traicionado Sara. No sé cómo sentirme con respecto a ello. –le digo fingiendo. Realmente era lo que estaba esperando de ella, pero necesito que se sienta mal.
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Equipo Luz de Luna (Inazuma Eleven)
FanfictionHola, me llamo Aria, y he sido criada como una chica de la alta sociedad. Refinada y amable. Toda mi vida he interpretado éste papel, pero todo se acaba cuando aparece la entrenadora para ofrecernos a mi prima y a mí un puesto en un equipo, con la p...