Equipo Luz de Luna (Inazuma Eleven)

Capítulo 43

Comienzo a escuchar leves voces que me despiertan lentamente. A pesar de ello mantengo los ojos cerrados un poco más sin dar señal de que estoy despierta. Tengo un malestar en el cuerpo que hace que quiera matar a muchas personas. Encabezando la lista definitivamente está Axel.

-Bajad la voz, que la vais a despertar. –susurra Kiara, mandando a callar a su alrededor.

A partir de ahí el sonido baja considerablemente, pero ya estaba despierta. Me incorporo desperezándome y me siento a orillas de mi cama para ver a los chicos mirándome como si de un cuadro me tratara y las chicas como si fuera un cristal roto y fuera a cortar al primero que cogiera.

-Buenos días. –dije en un suspiro. No sabía ni por dónde empezar. –A ver primero de todo quiero saber porque hay dos equipos en mi cuarto.

Me quedo expectante mirando a los demás, pero nadie abre la boca.

-Que pasa, ¿Os voy a tener que torturar para que habléis?

-Bueno, lo que pasó es que te... -comienza Axel, pero al momento un fuerte dolor atraviesa mi cabeza. Levanto un dedo y hago que se calle.

-Prefiero que me lo cuente otra persona a la que no quiera matar y descuartizar lentamente ahora mismo. Gracias.

-Aria, tampoco tienes que ser así. –me recrimina Mark. –ellos son libres de estar con quien quieran.

-Es mi equipo, y yo su capitana. Tú no tienes que añadir nada. –le digo autoritaria y sorprendentemente asiente con la cabeza sin poner objeciones. –Y ahora que alguien hable. Tú Jude.

A pesar de todo, Jude sabía resumir todo y contarlo a la perfección. Mente de estratega. El chico asintió.

-Bebiste de una botella que contenía un líquido potenciador. Para personas normales supondría la activación del alma para poder... -pero rápidamente mi mirada conecta con la suya en una orden silenciosa para que se callara. Y así lo hace. Estaba revelando el secreto en frente de todo su equipo. De repente siento un mareo que me obliga a cortar el contacto visual y llevarme las manos a la cabeza para suavizar el dolor.

-Aria, la entrenadora se lo dijo todo. No interrumpas y ten paciencia. –me ordena Sara. La cual se lleva una mirada dura por mi parte, pero la obedezco.

-Cómo iba diciendo, ese líquido estaba en la botella de Caleb, -dice y señala al chico que me miraba con los ojos de cordero. Como si algo hubiese cambiado en él, pero no acertaba a saber qué. –pero sospechamos que tú también bebiste de alguna forma, ¿me equivoco?

-Sí bebí, se la quité antes de ejercicio de los pases. –respondo segura.

-El problema aparece ahora. Como tu alma ya estaba activada y por sí misma era bastante poderosa recibió un chute de energía e hizo que te desmayaras indefinidamente.

Abro bastante los ojos, ¿pero cuanto tiempo he estado dormida? Me está contando la historia como si hubiera sucedido hace años.

-Pero estoy despierta, por lo que o tus cálculos eran erróneos o... -y dejo la frase en el aire sabiendo que Jude nunca afirmaría nada sin estar seguro de ello, por lo que el error no era una opción.

-Te quitamos la energía Aria. –se atreve a decir Cleo en un fino tono de voz.

-¿Cómo? –pregunto autoritaria.

-Se la dimos a los chicos, y ellos activaron sus almas de esa manera... -balbucea casi en un susurro Kiara.

Me llevo las manos a la cabeza y tiro suavemente de mi pelo. Esto no podía ser real. Pero sólo había una forma de comprobarlo. A duras penas intento extender mi alma para conseguir que interaccione con la de los chicos.