Equipo Luz de Luna (Inazuma Eleven)

Capítulo 31

-Buen trabajo chicas. Tomad algo de agua y descansar. En el segundo tiempo pasaremos a la técnica doble filo. Pero debéis dejar un gol más.

Ambas nos miramos entre nosotras y asentimos antes las órdenes de la entrenadora.

Obviamente el tiro de Paolo lo podía parar Blanca, pero no utilizando esa técnica. Pero mi orden había sido clara. Esa jugada terminaría en el primer gol de los chicos. Y así ellas fueron teniendo un fallo tras otro hasta que terminó en gol.

Poco tardó en ponerse en marcha el segundo tiempo, con esto llegó el segundo gol de los chicos tras una jugada bastante compenetrada de todos. Aunque se podían ver como sus movimientos cada vez se hacían más y más lentos, mientras que los nuestros se mantenían.

-Al parecer no eráis para tanto, princesita. –me dice Caleb con un tono de desprecio. –Yo que tú las espabilaba un poco o esto acabará en una paliza.

-Querido Caleb, tus deseos son órdenes para mí. –al decir estas palabras la cara de suficiencia del chico pasa a una de terror. Suelto una carcajada y silbo con mis dedos para captar la atención de las chicas.

Ellas simplemente me miran y asienten, cambiado la expresión de rabia que tenían en la cara por una impaciente. Como cuando un animal en cautiverio va a ser liberado. Algunas se relamen los labios, otras toman posiciones de ataque. Era la hora de darlo todo.

-Caleb, -le grito al rapado. –vas a aprender a arrepentirte de abrir esa boca que tienes. –le respondo sonriendo ampliamente y le guiño un ojo.

Ahora sacamos del centro y Kiara coge el balón para realizar la técnica del doble filo. Todas tomamos posiciones y nos ponemos en dos líneas paralelas. Comenzamos a correr cruzando las dos líneas mientras que el balón pasa de unas chicas a otras. Ponemos toda la fuerza que podemos en los pases de forma que apenas son perceptibles a la vista.

Podemos escuchar sonidos de asombros, los chicos tratan de quitarnos el balón, pero nunca llegan a acertar con la persona que lo tiene.

La técnica cogió este nombre ya que tenía doble filo, es letal para los jugadores contrarios, pero también provoca un gran desgaste físico para nuestro equipo.

En poco tiempo nos plantamos delante de la portería rival. Sara y yo nos colocamos de espaldas y dejamos el balón justo en el medio. Se respira tensión en el ambiente, Sara dibuja un semicírculo a su alrededor  de su cuerpo con su brazo, y yo hago lo mismo a mi alrededor. Así se forma un círculo completo que nos envuelve a ambas, mi parte oscura y la suya luminosa.

El circulo comienza a girar y ambas saltamos a la vez, Sara golpea normal el balón mientras que yo lo golpeo de chilena.

Gritamos a la vez:

-¡Estrella oscura!

Y el balón se dirige con toda nuestra fuerza hacia manos de Mark. Éste realiza su mano mágica, pero se rompe dejando entrar el balón en la portería.

Primer gol que marcamos como equipo. Todas las chicas corren a abrazarnos, entre risas volvemos a ocupar nuestro puesto.

Por primera vez me doy cuenta de las caras que tienen puestas los chicos, nos miran con asombro a las dos.

-Caleb! La próxima vez ten cuidado con lo que deseas. –le grito al chico y le guiño un ojo entre jadeos.

La verdad que el cansancio había vuelto, y más con todos los kilos de más que traía encima. Estaba muy cansada, pero tenía que dar todo lo que tuviera.

-Princesita, que seguimos arriba en el marcador, no seas tan chula. –me responde Caleb, y yo me giro y espero a que vuelvan a poner en marcha el balón.