-Por fin... -susurra Sara al verme entrar por la puerta. Yo me muevo lentamente y tomo asiento justo a su lado, como suelo hacer siempre.
-Bueno chicas, estamos en la final. –dice la entrenadora seria, parecía que habíamos perdido. –Quiero daros la enhorabuena por vuestro trabajo, y Aria, quiero pedirte una disculpa por todo lo que te he hecho pasar hoy.
Sabía que la entrenadora se disculparía delante de todas, sólo para que yo ahora tenga que explicarles a todas lo que ha pasado en realidad, y de paso tenga que contarles lo que acaba de pasar con Caleb. Intento centrarme en lo positivo de todo lo que acaba de pasar, y olvidarme un poco de lo negativo.
-Está bien entrenadora. Ya ha pasado todo, y yo voy a seguir en el equipo para ganar la final, como ya te he dicho. –le respondo con sinceridad. Recalcando el como ya te he dicho, para que deje el tema a un lado. Quizás hablar de todo lo de Paolo me molesta demasiado porque he sido manipulada sin saberlo durante meses.
-Mañana se jugará la otra semifinal y os prohíbo que acudáis a verla. –ordena Agna, con el apoyo de la entrenadora supongo. A todas las chicas se nos abren los ojos sorprendidas. Es nuestra última oportunidad para analizar a nuestro futuro oponente. Lo veo injusto y totalmente innecesario.
-Agna con todo el respeto... -comienzo a decir, pero un cambio en la expresión de su cara hace que cierre la boca de inmediato. Éstas semanas que ha estado entrenándome ha sido igual de dura, pero había algo que había cambiado en ella. Sus ojos ya no expresaban la misma crueldad con la que me había entrenado en el internado, sólo eran inexpresivos. Pero en medio segundo había regresado con esa mirada a todo mi calvario de hace unos meses, lo cual hace que se me paralice el cuerpo.
-Aria, déjame decirte que la verdadera razón por la que no te dejo ir es por razones obvias. Inazuma Japón no debería de haber pasado el partido contra los rojos. El mismo Travis vino a decírmelo. Por lo que esta vez tendrás vetada la entrada al estadio. –me dice la entrenadora seria. Y lo único que me queda por hacer es agachar la cabeza y asentir. En algún momento me tendría que llegar el karma por todo lo que le hice a Carlos.
En un segundo mi mente viaja a aquella conversación con el chico, en ese banco. Me resultó de lo más divertida y fue el único momento en el que pude ser yo misma con alguien fuera de mi círculo. Por un segundo recuerdo la promesa que le hice, o más bien me hice a mí misma. Le ayudaría a entrenar y a conseguir mantener su puesto en el equipo. ¿En qué estaba pensando? Tendré que sacrificar mis vacaciones para hacerlo. Quizás le pueda mandar planes de entrenamientos por correo. No sé cómo lo haré.
-Lo comprendo entrenadora. –le digo sin subir la mirada. Me lo merezco, y por muchas ganas que tengo de poder ir a ver el partido debo de obedecerla. Por muchas ganas que tenga de ver a Caleb jugando y tener una excusa para no quitarle la vista de encima, debo de quedarme en casa.
-Bueno chicas, poco más que añadir, haremos los entrenamientos más duros para que lleguéis a la final preparadas para todo, ya sólo queda la última fase. Casi lo tenemos.
Todas asentimos y nos miramos esperanzadas entre nosotras. Sienta bastante bien ver todo lo que hemos conseguido hasta ahora.
-Bueno chicas, os dejo que os cambiéis tranquilas. Nos vemos pasado mañana en el entrenamiento. –nos dice la entrenadora para hacer el intento de salir por la puerta.
-Espera, ¿Ya puedo volver a mi habitación de siempre o me tengo que quedar en la de enfrente de tu cuarto? –le pregunto. Necesito saber si vuelvo a ser una persona normal y social o si me tengo que amargar un rato más.
-Tú sabrás, puedes hacer lo que quieras. –me dice, , y no entiendo muy bien sus palabras, pero creo que tienen un doble sentido con lo de Caleb que hace que se me ericen los pelos de la nuca.
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Equipo Luz de Luna (Inazuma Eleven)
FanfictionHola, me llamo Aria, y he sido criada como una chica de la alta sociedad. Refinada y amable. Toda mi vida he interpretado éste papel, pero todo se acaba cuando aparece la entrenadora para ofrecernos a mi prima y a mí un puesto en un equipo, con la p...