Capítulo 49

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Aún con mi corazón latiendo más fuerte de lo normal debido a la información que me había dado Sophie, me levanté , dejando caer mis brazos hacia el suelo, intentando que nada me rozara. Ni si quiera me estaba preocupando por quién había sido el causante, yo sólo quería salir de ahí.

Alcé mi bolsa de deporte y me dirigí lo más rápido que pude hacia el vestuario, protegiendo bien el lado dónde estaba escondido el pendrive. A penas crucé el túnel de vestuarios cuando unos ojos anaranjados llegaron a mí.

-Aria, ¿Estás bien? –pregunta el chico mientras me cogía de las muñecas suavemente.

-Sí, sí. Con unas vendas y un poco de cicatrizante esto quedará en nada. –le respondo mientras sigo mi paso. No obstante, no puedo llegar mucho más lejos cuando unos pasos rápidos se acercan por la oscuridad en mi dirección.

-Aria, ¿Qué ha pasado? –pregunta muy preocupado Paolo. A su lado Caleb, Axel, Jude y Mark esperaban con impaciencia la respuesta.

-No sé por qué, pero alguien me ha lanzado un balón, y lo he parado y bueno. Esto ha pasado. –concluyo mientras les enseño los brazos quemados por la fricción del balón.

-Pero por qué no lo esquivaste, o lo hubieras chutado de vuelta. –me dice Mark sabiendo que esa era la opción más lógica. Pero mi cabeza no pudo reaccionar a tiempo.

-Estaba distraída. –fue lo único que logré balbucear. Tras estas palabras mi mirada pasó fugazmente por la mirada de Caleb y mi cuerpo entero se tensó. Una corriente eléctrica pasó por mi cuerpo y me obligué a apartar mi mirada de la suya. Breves recuerdos de lo que fue la conversación con Sophie vinieron a mi mente.

-Vamos a curarte esto anda. Debes estar cansada después del gran partido que habéis disputado. –me dijo Paolo mientras me pasaba una mano por detrás de la espalda dulcemente y me llevaba a mi vestuario.

-Un momento. –me para Jude y yo sé que es lo que va a decir. La pregunta lógica en todo esto. -¿Tú no te llevabas mal con Byron y viceversa?

-Una cosa es llevar el juego de picarse, y otra distinta es odiarla a muerte. Tanto como eso no. –responde rápido el chico, mientras yo le agradezco en silencio que haya sido el quién respondiera.

Sabiendo que esa respuesta no quedaba a nadie satisfecho, me volví a girar para irme a curar las heridas que, ahora que la adrenalina estaba desapareciendo de mi cuerpo, éstas comenzaban a doler.

-¿Puedo hacerte una pregunta Aria? –me para ahora Axel.

-Vamos a hacer una cosa, yo voy a andar hacia mi vestuario a cuidarme las heridas, si queréis hablar entrad, hasta que lleguen las chicas al menos. –prefería llevarlos a nuestra miniguarida post partido a que me tuvieran de pie mucho más tiempo.

Sin dejarlos responder comencé a andar unos pasos hasta la puerta de mi vestuario.

-Esperad un momento que tengo que hacer algo. –les ordené levantando el dedo en señal de cuidado. Al entrar comencé a borrar todas las tácticas y posiciones que estaban escritas en la pizarra, guardé algunos papeles que estaban tirados por una silla y escondí el pendrive en mi taquilla, así ya no corría ningún riesgo. –ya podéis pasar -grité desde el interior.

Mientras los chicos entraban, cogí el botiquín y comencé a limpiarme las quemaduras lentamente.

-Bueno que querías saber Axel. –pregunto.

-Quería saber, ¿Qué es lo que os ha pasado al principio del partido? –me pregunta directo y serio.

-¿Por qué no se lo preguntas a mi prima? –le respondo con otra pregunta.

Equipo Luz de Luna (Inazuma Eleven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora