Capítulo 20

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Sentí la necesidad de reescribir la escena anterior pero desde un punto de vista externo, para poder entender ambos puntos de vista, así que aquí va
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Narrador omnisciente:

Aria sale del vestuario muy apurada, Paolo la ve. Quiere pedirle perdón, sabe que no ha estado bien el forzarla a contar algo que es personal. Fue un ataque de celos y tenía que disculparse.

Cuando pasa lo suficientemente cerca le agarra la mano, pero justo antes de que pueda soltar palabra, ella le dice.

- No quiero que vuelvas a tocarme Paolo. –todos los que se encuentran alrededor de la pareja se quedan asombrados. Todos sabían que se conocían por el espectáculo que montaron en la cafetería, pero en ningún momento se imaginaron que la pelimorado llegaría a reaccionar así. - Si te tienes que dirigir a mí que sea lo mínimo posible. – siguió hablando la chica, sin apartar la mirada de Paolo que se sentía aterrorizado, al igual que todos a su alrededor. –nunca pierdas de vista que somos rivales, y no compañeros.

Tras decir esto, la cara de la chica pasó a ser de seguridad y enfado, a una de verdadero terror. Su respiración se aceleró por segundos, tiró todas las cosas que tenía en las manos y activó sus auriculares con rapidez.

-¡Entrenadora, venga ya! –gritó, lo que hizo que todos los chicos a su alrededor se asustarán un poco.

Aria cerró los puños hasta que se le pusieron blanco, e intentaba controlar la respiración, pero seguía demasiado irregular. Caleb se acerca mirándola muy preocupado. El resto de personas que había contemplan la escena, y los que no habían enlazado antes las conexiones, ahora comprenden quien hizo los arañazos de la espalda de Caleb.

-Aria, ¿Qué te pasa, estas bien? –le dice, al ver que no responde se gira hacia Paolo muy enfadado. –Seguro ha sido por tu culpa, ¿Qué le has hecho? –le acusa, mientras le coge del cuello de la camiseta.

Paolo se zafa del agarre del chico.

-Yo no he hecho nada malo, -y se acerca a Aria para cogerla de las manos –Aria, por favor respondemos. –viendo que ésta continúa ausente, la mira a los ojos y decide decir algo que quizás sea sólo por celos, pero, aunque se lo prometió seguro que la ayuda a clamarse. –recuerda el anillo, recuerda su significado. Piensa en mí.

De repente todos llevan sus miradas hacia el chico, nadie se cree lo que acaba de decir. ¿Qué hay entre el meteoro blanco y la chica? Además, se había acostado con Caleb. ¿Qué estaba pasando?

- ¿Cómo que en ti? –dice Jude, separando las manos de Paolo de las de Aria, la cual sigue sin responder y con los puños muy apretados. –Tú de que conoces a Aria. –le pregunta muy borde.

-Chicos para de acusaciones y teatros tonto. –los interrumpe Axel. –puede que le esté dando un ataque de ansiedad, mi padre me lo enseñó. Pero no estoy muy seguro, lo mejor es que le dejemos un poco de espacio y esperemos a que venga su entrenadora.

De repente Aria cambió su cara de una de terror a una de esperanza, se giró y salió a correr a una velocidad extrema hacia el campo de fútbol.

-Pero, ¿Cómo corre tan rápido? –se escuchó que alguien preguntaba

-Parece el mismo viento... -habló otra.

-Me da la sensación que la Aria del entrenamiento no era nada comparada con la Aria de verdad. –dice Jude.

Y con esto todos salieron a correr para alcanzarla. Llegaron al campo de entrenamiento y vieron como la chica corría hacia la cesta dónde estaban los balones y cogía uno.

A toda velocidad lo lanza delante de ella y comienza a correr pateándolo de manera muy rápida. Era difícil de leer sus movimientos. Giró la cabeza una milésima de segundo hacia dónde se encontraban todos los chicos, vio a Jude, Paolo...

Los chicos la miraban asombrados, quizás estaban a punto de conocer la verdadera fuerza de Aria. Pero ésta cruzó sus brazos y realizó su técnica la oscuridad, sumergiendo todo el campo en la más oscura falta de luz.

- ¿Qué coño es esto? –gritó Caleb sorprendido.

-¿Alguien puede ver algo? -preguntó Paolo.

Nadie respondía, de pronto comenzó a oler a fuego. Pero era un olor agradable, como suave. Todos escucharon la voz de la chica gritando 'inferno' y se escuchó un fuerte sonido de una patada a un balón.

Todo seguía oscuro y los chicos se miraban entre ellos, algunos preocupados, otros curiosos, otros confundidos.

De repente la oscuridad se comenzó a desvanecer, y con ello aparecieron la entrenadora y Sara, las cuales salieron a correr para coger a Aria, ambas sabían que se desmayaría de un momento a otro y se podía golpear la cabeza. Con ello algunos chicos corrieron también y al final fue Sara la que llegó primero para sujetar a su prima, ante el asombro de todos los chicos, que no se creían lo que habían vivido.

Narra Aria:

Deshago la técnica 'la oscuridad' y me giro para ver las reacciones de todos chicos, no paran de mirar entre la portería y yo. Sé que se están intentando imaginar que fuerza había tenido que utilizar para romper la red, además de que el ambiente estaba muy cargado de humo.

Al menos siento como mi alma se ha calmado un poco, comienzo a sentir que las fuerzas se me escapan, voy perdiendo la conciencia mientras veo a mi prima correr hacia mí, junto a la entrenadora detrás y algunos chicos con los que había entrenado.

Había perdido el control y había utilizado 'la oscuridad', le había dado un hilo del que tirar para descubrir mis elementos. Seguro, traería consecuencias.

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Cuando vuelvo a abrir mis ojos me encuentro en mi cuarto, mis amigas están recostadas al lado de mi cama. La costumbre.

-Hola chicas... ¿Qué tal fue el entrenamiento? –les pregunto como si nada hubiera pasado.

-Aria, porque no llevabas tu collar puesto. –me pregunta mi prima directa.

-Sinceramente, no lo sé. Terminé de ducharme y se me olvidaría.

-Pues gracias a eso reventaste la red de la portería y casi se va todo a la mierda.

-Vale Sara, está cansada. Dale un poco de tregua. –me defiende Caroline. Su hermana gemela, Ámber, la apoya.

-Lo siento chicas, es que es el segundo día y ya tengo a un montón de idiotas poniéndome de mal humor. –les digo sincera.

-Capitana, -me dice Olga. –no ese el segundo día, ya es el quinto. Has estado dormida casi tres días.

-Joder, tiene que ser una broma. –y me levanto lo más rápido que puedo, si hoy es el quinto día y si mis cálculos no fallan tengo reunión de capitanes. –¿Qué hora es?

Todas se quedan en silencio, es más me apartan el móvil de mi lado para que no lo pueda ver.

-Aria, no vas a ir a esa reunión, órdenes de la entrenadora.

No lo aceptaré, me he pasado en una cama como inválida casi tres días, ya es suficiente reposo. Utilizo el aire que entra por las ventanas y lo lanzo contra mis compañeras de forma que las despisto el suficiente tiempo como para correr por la puerta y dirigirme a la reunión. 

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Autora:
Me ha costado un poco darle sentido a esta parte, espero que no resulte muy repetitiva, pero quería contarlo de los dos puntos de vista.
Espero que les esté gustando :)
-Z

Equipo Luz de Luna (Inazuma Eleven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora