Equipo Luz de Luna (Inazuma Eleven)

Capítulo 55

Tras recibir esa información me quede varios minutos ensimismada en mi mundo. ¿Cómo podía haber pasado? A mi entender, los caballeros de la reina no eran demasiado buenos tácticamente a diferencia de los rusos. ¿Qué podía haber pasado en el partido?

-Aria, vuelve. –veo como me llaman hacia la realidad moviendo enérgicamente sus manos delante de mí.

-Sí, lo siento. Sólo me preguntaba, ¿Cómo? –digo confusa.

-Ha sido su chica, Tam. Es más fuerte que todas las chicas contra las que nos hemos enfrentado. –me comenta Sara con la voz desconfiada.

-¿Y se puede saber qué es lo que la hace tan fuerte? –pregunto un tanto cansada. Esa chica no puede ser para tanto.

-No sabemos cómo lo hace, pero parece estar en todos lados. Ha conseguido robar todos los pases y frustrar todos los intentos de ataque de los rusos.

-El resto del equipo ni si quiera ha sudado, ella ha hecho todo el trabajo. –me dice Sara mientras se sienta en la cama con las manos en la cara.

Me tomo unos minutos para procesar la información. Si es cierto todo lo que dicen, es una chica que se sale de la fuerza común. Pero, si todo es cierto, tendrá un límite. Todo el mundo lo tiene, incluida yo. Ella también tiene que tenerlo.

-Bueno igualmente no nos tenemos que preocupar por eso aún, ¿No? –pregunta Cleo hablando por primera vez.

-Cierto, hay que ver qué sucede con Inazuma Japón. Nuestra principal preocupación ahora mismo es Italia. –contesto. Inazuma ganará. No nos tendremos que preocupar por esa chica, estoy segura.

Las chicas asienten ante mis palabras y se quedan pensativas. Nunca pensamos que llegaríamos a tener ningún problema en ganar los partidos, pero todo se ha complicado un poco más de lo que esperábamos.

-Bueno Aria, y ¿Qué tal el entrenamiento? –me pregunta Sara, y sé qué es porque quiere cambiar de tema.

-Ha sido raro. –confieso. –al principio estaba yo sola, pero al rato ha llegado Caleb, y la entrenadora nos ha hecho entrenar juntos.

Al terminar veo como todas me miran con los ojos muy abiertos.

-¿Qué? –exclaman a la vez.

-Sí, he podido notar toda la fuerza de Caleb. Mirad. –señalo mi pie mientras lo descubro para mostrar una zona un tanto roja. –esto es uno de sus tiros, el pingüino dorado emperador. Se ha vuelto muy fuerte chicas. Me ha costado pararlo.

-¿Pero qué se le está pasando por la cabeza a la entrenadora para hacer una cosa así? –exclama horrorizada Kiara mientras no aparta su mirada de mi pie.

-Lo quieren mantener controlado, y la única forma es esta. Entrenándolo. –les respondo basándome en mis propias conclusiones.

-¿Pero qué sentido tiene hacerlo? Cómo siga mejorando en un futuro puede llegar a vencernos. No tiene sentido. –responde Sara pensativa.

-¿Y algo de lo que nos dice la entrenadora lo tiene? Ella se mueve en sus propias ideas, cuando lo tengamos que averiguar lo haremos. –les respondo intentando que no se preocupen demasiado.

Al parecer lo consigo, porque cambian de tema rápidamente y comienzan a comentar el partido. Yo hojeo un poco las notas que me ha dejado Kiara encima de la mesita y reproduzco en partido en mi cabeza mientras ellas charlan.

Pronto será la hora de la cena y en unos días tenemos el partido eliminatorio contra Italia. Me disculpo con las chicas y me voy a la ducha a prepararme. Mis músculos están cansados por el estrés que llevo sufriendo estos días, y tengo la mente cansada. Esto de estar todo el día alerta de lo que pueda pasar me tiene agotada.