Capítulo 23

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Ya pasada la hora de comer regresamos a nuestras habitaciones. Era hora de descansar un poco para el entrenamiento de la tarde. Y para planear cómo acercarme a Caleb sin que éste sospeche nada.

Ya de por sí, es un chico desconfiado, y si me acerco va a hacerme preguntas. Tengo que hacerlo realmente bien. Quizás pueda apoyarme en el hecho de que Kiara se estará acercando a Jude. Y fingir que estoy celosa. No sería la primera vez que lo hago y seguro que me cree.

A parte no me costará fingir que me pongo celosa, si es que me va a salir natural. No sé si quiera si aguantaré ver a Jude al lado de otra chica que no sea yo. Ya me dolió en un pasado y es Jude, siempre va a estar en mi corazón.

Sigo tendida en la cama, no puedo descansar con mi cabeza maquinando cosas e intentando buscar respuestas que no voy a conseguir. Me pongo en pie y me dispongo a dar un paseo por las distintas zonas.

Cuando paso por la zona italiana puedo ver que en su campo de fútbol hay jugadores de diferentes equipos jugando un partido. Entre ellos veo a Caleb.

Me quedo mirándolo por unos minutos y decido acercarme, puedo acercarme a él si juego con ellos.

-Chicos, ¿Hay espacio para una jugadora más? –grito haciendo que todos paren de correr y giren su cabeza hacia mí.

-Claro que sí Aria. –grita Mark desde la portería. –Elije un equipo y entra a jugar.

-No sé quiénes son los equipos pero... -me quedo pensativa, estaba el portero español y Mark. Creo que prefiero dejar que el portero español intente parar mis tiros, no quiero que Mark se haga a mi fuerza y me los pare en un futuro. –Mark elijo tu equipo.

Éste sonríe de oreja a oreja y me explica quiénes son los integrantes. Afortunadamente Caleb estaba en el equipo contrario, junto con Paolo. Jude estaba en mi equipo. Interesante combinación...

Comenzamos a jugar y al principio simplemente observo como el resto juega, y me hago un esquema mental de los errores que comete cada uno. Ser una gerente en un pasado me ha ayudado a poder hacerlo a una velocidad bastante rápida.

La primera vez que toco el balón, es un pase directo de Angelo, controlo el balón y disimuladamente lo conduzco entre los jugadores hasta quedar parada delante de Caleb.

-A ver qué sabes hacer, princesita. –me dice en todo de burla.

-Ya lo viste en el entrenamiento guapo, pero ahora lo probarás en tu propio cuerpo. –le digo coqueta y le guiño un ojo.

Ante este gesto Caleb amplía su sonrisa y se acerca con la intención de arrebatarme el balón. Lo he observado y conozco su forma de jugar. Ladea un poco el cuerpo hacia el lado contrario al que se va a dirigir. Espero paciente viendo cómo se acerca, hasta que ladea el cuerpo hacia la derecha brevemente. Ahí elevo el balón y me hago un autopase rodeando a Caleb, que ni se acerca a robármelo. Acto seguido paso el balón a la delantera dónde se encuentra Edgar. Delantero de Inglaterra, y marca un gol.

-Caleb, la próxima vez defiende mejor, -ahora bajo la voz, haciendo que el sólo pueda escuchar lo que digo a continuación. –¿o es que sólo eres capaz de jugar bien en la cama?

Acto seguido recupero mi posición en la defensa. Seré delantera, pero puedo jugar en cualquier posición.

Algo que he logrado ver es que ninguno utiliza sus técnicas, todos evitan mostrar demasiado, pero juegan lo mejor que pueden. Interesante.

A medida que pasa el tiempo, veo como las jugadas se van centrando más y más en mi participación.

Todos intentan defenderme lo más fuerte que pueden, pero ninguno es capaz de quitarme el balón ni una sola vez. Y puedo ver en sus caras que eso les molesta.

Tengo que bajar un poco el ritmo, sino todos verán la realidad. Iba a relajar un poco mis movimientos cuando me llama un delantero.

-Oye Aria, ¿Te pones tú de delantera? Es que me duele un poco el pie de golpear el balón.

Por supuesto que este momento iba a llegar, pero yo podía también jugar con ellos.

-Por supuesto, intenta proteger bien a Mark eh. Tenemos que ganar. –le digo sonriente mientras le choco la mano y subo a la delantera, intercambiando los lugares.

Les iba a demostrar a todos que los podía superarlos sin usar súper técnicas. Más vale maña que fuerza, ¿no?

El partido continuó, la verdad es que eran todos bastante buenos dentro de su nivel de juego. Por fin logro que Jude conecte conmigo un pase y regateo a los defensas hasta quedarme cara a cara con Carlos.

Comienzo a correr de cara a él, existe un 80% de posibilidades de que salga a taparme los huecos, y eso es lo que sucede. Abandona la portería y sale corriendo hacia mí. Simplemente elevo el balón con el tacón y éste entra en la portería de vaselina.

-Casi Carlos, la próxima vez debes de estar más atento.

Con esto me giro y vuelvo a mi puesto. No sin antes giñarle un ojo a Caleb que me miraba fijamente.

Vuelven a sacar de centro, esta vez es el equipo contrario el que ataca. Yo bajo hasta el medio del campo y observo la jugada, memorizando algunas manías de los jugadores y el estilo de juego. El de Paolo me lo conozco perfectamente. Ha mejorado en sus jugadas. La jugada acaba en una parada de Mark, el chico sigue siendo una caja de sorpresas.

- ¡Aria!, ¡marca gol! –me grita Mark, y es entonces cuando me doy cuenta que sólo quedamos un defensa y yo. Será sencillo chutar. Además, podría hacer la técnica que hice el primer día, era débil, pero impresionaba. Decidida a ello esquivo al último defensa quedando delante del portero una vez más.

Freno y realizo el semicírculo delante del balón, quedo con las manos en el suelo y hago que el balón salga por los aires. Ya puedo sentir que el balón comienza a coger colores luminosos, mientras que a mi alrededor aparecen colores negros y violetas. En el momento justo salto, alcanzando el balón, y justo cuando voy a chutarlo escucho la voz de la entrenadora.

-Aria, ya.

Y con ello no chuto el balón, sino que permito que baje al suelo mientras que me giro para verla.

Se encuentra al lado de un árbol bajo la sombra.

-Ven aquí. –me dice con su voz más autoritaria. Sé que me he metido en un lío, pero ya no hay nada más que hacer.

Todos los chicos paran de jugar y se quedan quietos admirando la escena que estaba ocurriendo.

-Entrenadora, -le digo bajito para que nadie pudiera escucharme. –es parte del plan S 2. Yo estaba...

-Aria cállate, se lo que estabas haciendo porque lo he visto. Pero no podía dejar que lanzaras. Además, debe creer que te estas revelando ante mis órdenes para que pueda confiar en ti. Ahora vuelve ahí, pide disculpas y vete a nuestro edificio. Tenemos entrenamiento en media hora.

-¡Sí entrenadora! –le digo, aliviada de que no me castigara.

Vuelvo con los chicos a paso lento, los cuales no habían quitado la mirada de ambas en todo el tiempo.

-Lo siento chicos, me lo he pasado muy bien jugando con todos, pero tengo entrenamiento. ¡Ciao! –digo e inmediatamente me arrepiento de haberme despedido así. Es como me solía despedir siempre de Paolo.

Giro la cabeza para ver a un Paolo sonriente y con una ceja levantada. Es que no puedo cerrar la boca. Con esta metedura de pata corro a paso lento hasta llegar a mi edificio y comenzar el entrenamiento de tarde. 

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Autora:

Espero que les esté gustando :)
-Z

Equipo Luz de Luna (Inazuma Eleven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora