Equipo Luz de Luna (Inazuma Eleven)

Capítulo 22

Narra Aria:

Sara y yo llegamos a nuestra habitación exhaustas por la carrera que acabábamos de dar. Nos abrazamos entre las dos y nos empezamos a reír disfrutando de todo lo que acababa de pasar.

-Somos las mejores actrices del mundo, seguro que se lo han tragado todo. –me grita Sara.

-Bueno, yo creo que sí pero alguno sospechará. No creo que confíen tan rápido en que tengamos ese desliz como si nada.

-Ya ves, por cierto gran idea lo de los chicos, se comerán la cabeza unos a otros intentando averiguar algo que no ha pasado, muy buena prima. –y me alza la mano para que le choque los cinco, pero eso nunca pasa.

-Esto... Sara no era broma. –y de repente le cambia la cara a una de asombro. –Paolo se me declaró la primera noche, la mañana siguiente me acosté con Caleb y me pidió volver a quedar y después del entrenamiento Jude me dijo que quería ser alguien importante en mi vida y que me pediría salir cuando ganaran el torneo... -finalizo mirando cauta a mi prima.

-No me digas que esa es la verdadera razón de que perdieras el control. Me grita Sara algo confundida.

-Sabes que si no controlamos bien los sentimientos corremos el riesgo de sufrir, y si todos los chicos por lo que puedo llegar a sentir algo se te declaran en un plazo de menos de 24 horas, que esperas, que no me colapse el cerebro. –le respondo obvia.

-Aria, no te voy a juzgar porque entiendo que es difícil pero, ¿Por cuál sientes algo real? –me pregunta mirándome a los ojos.

-Sara, si te soy sincera, Paolo es Paolo, ha sido un pilar fundamental este último año, y lo quiero mucho. Después está Caleb, el cual siempre ha sido sincero conmigo, y no me juzga, sino que me intenta descifrar. Ah y en la cama no lo hace nada nada mal. Y después está Jude, que es y siempre será mi debilidad porque es mi primer amor. Y ahora dime tú que debería de hacer.

-Aria, tienes un lío en la cabeza enorme. Yo que tú experimentaba y ves con cual te sientas mejor. Siempre con cuidado.

-Y si pierdo el control por culpa de todo lo que siento... Les podría hacer daño.

-Cariño mío, este es un tema de hablar por horas, y tú mañana tienes entrenamiento a las 6 por faltar estos días. Mañana seguimos hablando. Descansa, ¿Vale?

-Gracias Sara, por todo, te quiero.

-Yo también te quiero hasta mañana.

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Al día siguiente abro los ojos antes de que suene la alarma, tengo un mal presentimiento en el día de hoy. Quizás sólo sean tonterías. Me meto en la ducha y me dirijo a mi entrenamiento en solitario matutino. Tengo que ponerme al día.

Cuando estoy llegando a mi estadio escucho cuchicheos por el pasillo. Qué extraño, es muy temprano para que estén los chicos por aquí paseando. Giro el pasillo con precaución y me encuentro a Mark, a Axel y a Jude en el pasillo, descansado sentados en el suelo.

- ¿Se puede saber que hacéis aquí? Es muy temprano. –les digo con voy de cansancio. A éstas alturas me espero cualquier cosa de ellos. Es Mark el que se levanta y me responde.

-Aria, te tenemos que decir algo... Pero por favor no te enfades con nosotros, ¿vale?

-Emm... vale Mark, pero te aviso que no es un buen momento ya que tengo entrenamiento.

- ¿Y tú sola vas a entrenar? –pregunta Jude.

-Pues sí, porque he estado dos días sin poder entrenar, me tengo que poner al día.