Equipo Luz de Luna (Inazuma Eleven)

Capítulo 9

-A todos los presentes, bienvenidos a este gran baile de fin de curso. Por las caras que veo, intuyo que está siendo un gran baile. –mi prima y yo nos empezamos a reír en voz baja, no podía tener más razón el director. –Pero yo no he venido aquí para hablaros de cosas obvias. He venido a nombrar al rey y a la reina de éste baile. Ha habido varios problemas ya que ninguno de los del consejo sabíamos cómo clasificar la belleza, y para promover que todos somos perfectos, independientemente del aspecto, este año no daremos la corona a aquellos más 'guapos' o 'mejor vestidos'. –espera un momento, cuando se ha hablado de estas cosas y en que universo me encontraba yo porque no recuerdo nada de nada. –este año la corona se la llevarán los alumnos más brillantes de su promoción... -mierda, mierda y más mierda. Esto no me puede estar pasando de ninguna manera. Giro mi cabeza hacia mi prima Sara que se está riendo a más no poder y murmura un lo siento con los labios, aunque no puede para de sonreír.

Por lo tanto, éste año, la reina y el rey del baile son... -hizo una pausa dramática, pero yo sabía perfectamente los nombres que iba a decir. Me giro lentamente con la idea de huir al cuarto de baño para no tener que subir, pero me encuentro a Silvia y a Celia detrás de mi sujetándome para que no huya.

Una encerrona, que bien, mañana mataré a Sara. Por fin el director termina su gran pausa dramática y prosigue. –Aria Rain y Jude Sharp, con una media perfecta de sobresalientes. Enhorabuena chicos.

Siento como me empiezan a guiar hacía el escenario del DJ, y sorprendentemente me encuentro muy relajada. Voy con mi mejor sonrisa y llego junto al director. Me quito la tiara y me coloca una corona con unos brillos muy bonitos, aunque a mí me gustaba más mi tiara.

A mi lado a Jude se le ve incómodo mientras que recibe la corona, que a pesar de todo le queda bastante bien.

-Bueno chicos podéis posar para la foto. Acercaos un poco –nos medio obliga el director empujándonos el uno contra el otro. –venga Jude, agárrala de la cintura.

Ahora mismo estoy insultando a muchas personas que no se lo merecen, porque la situación me está pareciendo muy incómoda. A pesar de todo intento sonreír como mi madre me obligaría.

-Aria, que ha sido ese numerito con Caleb –me habla molesto.

-Qué numerito, si yo estaba bailando con un buen amigo, nada más –le respondo lo más inocente que puedo y manteniendo la sonrisa.

-Recuerda Aria que yo he estado en la misma situación que ha estado él hace unos minutos y conozco esa mirada tuya –me susurra al oído y hace que me erice.

De verdad que el alcohol revoluciona todas mis hormonas. Ignoro lo que me ha dicho y lanzo una daga que llevaba preparando toda la noche.

-Te pediría explicaciones sobre el tonteo con tu novia, pero yo también conozco tu mirada y cariño, no la tenías.

Y con esto me dispongo a bajar del escenario con todo mi ego por las nubes cuando el director me coge del brazo y me da un micrófono.

-Por favor Aria, di algunas palabras. –no me jodan, una medio borracha dejando toda la tapadera de niña buena que había usado durante años y más caliente que una sartén y encima la obligan a decir unas palabras.

Sé que no me va a dejar escapar de la situación, y el pobre Jude parece que ha visto un fantasma, así que por no estropear la noche me llevo el micrófono a los labios y comienzo a hablar todo lo serena que puedo.

-Muchas gracias a todo el consejo por elegirnos como los reyes –y sí estaba hablando en plural y es que sabía que Jude no iba a poder decir ni una sola palabra. –Creo que hablo en nombre de ambos cuando digo que no es fácil tener siempre las notas perfectas, gastas mucho tiempo y se requiere de mucho esfuerzo. Pero si piensas en el futuro, todo vale la pena.

Miro a Sara, que entiende mis intenciones y asiente con la cabeza, dándome permiso.

-Hablando de futuro, debo comunicar que éste será mi último año en el Raimon, al igual que el de mi prima. Muy a nuestro pesar, hemos decidido tomar rumbos distintos al que éste instituto nos ofrecía.

Siento la mirada de todos los del club en mí, veo a Sara con los ojos algo llorosos y a las gerentes del club se les escapan las lágrimas.

-No quiero que esto estropee la fiesta, al revés, vamos a disfrutarla todos juntos para hacerla memorable. De nuevo muchas gracias a todos por venir y que seáis muy felices.

Devuelvo el micrófono al director que me mira preocupado. Sé qué le preocupa el perder a dos de sus mejores alumnas, pero la decisión está tomada desde hace meses.

Estoy bajando las escaleras cuando Jude me agarra del brazo.

-Dime que es una broma Aria.

-No sé el porqué de la pregunta, pero no, es cierto, el curso que viene no estaremos en el Raimon.

-Pe...pero porqué, que ha sucedido para que decidáis esto...

Se las intenciones, quiere saber si todo esto es culpa suya. Y ahora qué hago, hago que cargue con la culpa de nuestra partida o no... uff... no sé si es buen momento para tomar decisiones y si en un futuro me arrepentiré, pero bueno.

-Sabes que mi nivel en estudios no es para este instituto. Mis padres encontraron uno mejor y me traspasan, no hay más. –dije lo más lógica que pude.

Cuando llegué con el resto de chicos todos estaban con lágrimas en los ojos y comenzaron a abrazarme muy fuerte. Sobre todo, Mark que siempre sentía todo tanto.

Sara me miraba con cara de pena, por un momento en mi cabeza tuve un momento de duda, luego que me dejaron respirar me senté en una silla sola a pensar en todo mientras miraba la corona que me habían dado.

-Aria, ¿estás segura de lo que vamos a hacer?

En ese momento pasaron por mi cabeza imágenes del río de la prueba, la arena, la naturaleza, el balón de fuego, las alas de luz que surgieron en mi espalda, y como conseguí atrapar la luz y proclamar la oscuridad.

-Sí Sara, estoy muy segura. Vamos a volvernos más fuertes y que unos abrazos ahora no nos hagan olvidar que nos han fallado a las dos después de tanto tiempo.

Con esto ambas inconscientemente nos llevamos la mano al collar que nos regaló la entrenadora y sentí una fuerza increíble, cogí de la mano a mi prima y por un momento sentía lo mismo que ella, respiraba lo mismo que ella, éramos una persona.

Cuando nos soltamos las manos nos quedamos asombradas, que acababa de pasar. Estábamos algo mareadas, los efectos del alcohol se estaban pasando, y a mí no me apetecía quedarme más en la fiesta. Supe que Sara tampoco quería por su mirada.

Me levanté y le entregué la corona a Nelly, sé que a ella le va a hacer más ilusión guardarla.

Con esto y un adiós con la mano me despedí por mucho tiempo de los que eran mis amigos. Y pusimos rumbo a casa a descansar y mentalizarnos para nuestra nueva vida. 

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