Despues de un rato Fernando vino solo, sin Chloe. En cuanto entró él me besó dejandome entre la pared y él, me faltaba el aire pero habia perdido tanto la cabeza con este chico. -Espera... Fernando... ¿Que va a ser de nosotros?- Fernando se tensó y acaricio mi mejilla mirandome muy serio. -Disfrutemos lo que dure, porque esto se acabará... Y estoy seguro de que cuando acabe me dolerá más de lo que me ha dolido nada, pero creo que merece la pena- Yo no sonreí, sabia que lo nuestro no tenia futuro pero eso dolía, mi pecho dolía y queria llorar pero no lo hacia. No queria demostrarle lo roto que me dejaba.
-¿Porque tiene que acabar?- Pregunté sin realmente querer saber una respuesta. Fernando bajo la mirada triste y suspiró. -Porque lo bueno se acaba, y porque cuando más tiempo alargemos esto... Más peligroso será, pero por otro lado eres al unico al que quiero ver cada mañana al despertar, la persona que quiero que este a mi lado cuando muera...- Yo asentí con la cabeza y le abracé sabiendo que algún dia dejaría de abrazarlo, y no porque se muriese, sino porque esto no duraría más. Estabamos en un barco y bailabamos en él mientras sabiamos que se iba hundiendo, pero es que no podia dejar de bailar por mucho que doliesen mis pies, pues ese baile queria repetirlo hasta la eternidad. -¿Que has echo con la niña?- Fer quito su mano de mi mejilla y con las manos en su bolsillos respondió sin ni mirarme. -Esta con tu padre- Yo asentí con la cabeza y me aleje de él ya que todo era bastante incomodo.
Fer me siguió hasta la cama y ambos nos sentamos, cada uno a un lado, mirándonos en silencio. -¿Porque tendré que quererte? Ojala no lo hiciese... Todo seria más fácil- Mi cuerpo sintió un escalofrio al oirle decir eso, yo sentía exactamente lo mismo, pero oirlo me producia ¿dolor? ¿Tristeza? Realmente no podia lograr saber que me producia escucharlo pero no era algo positivo.
-Oye... Mejor disfrutemos de lo que quede... Se que acabas de ser padre pero... Podriamos irnos a algún sitio más abandonado y estar juntos un fin de semana... Si quieres... No hace falta... Acabas de ser padre y...- En ese momento Fer me interrumpió, y menos mal, porque yo no sabia ni lo que decia. -Me encantará principito, e iré siempre y cuando busques tu el lugar- Ambos sonreimos ligeramente y nos quedamos mirandonos en silencio.
-¿Y Anna no se enfadará?- Pregunté nervioso pero Fernando negó con la cabeza acariciando su pelo. -Ahora que tiene a la niña estará muy liada, puedo estar contigo- Sonreí al escuchar eso último y me acerqué a Fer poniendo mi mano en su pecho haciendo que se tumbase.
Luego sonreí y me acerqué ligeramente a él para besarlo, ahora ya tenía mucha más confianza a la hora de besar. Aún así yo no habia abierto nunca antes los ojos mientras nos besabamos, asi que quise probar, al abrirlos le vi besandome lenta y delicadamente. Estaba tan guapo que no pude evitar sonreir y eso interrumpió el beso, Fer abrio los ojos y me miró sabiendo que el beso habia sido interrumpido por mi sonriendo.
-Cuando sea rey, legalizare a los sodomitas y la separación del matrimonio y te obligaré a ir conmigo al altar principito- Al oir eso simplemente le abracé, sabia que no hablaba enserio ya que él no tendria poder para hacer eso ni siendo rey, pero que pensase era adorable. -Estaré esperandolo- Fer me besó de nuevo y yo me concentré tanto en no sonreír para no detener el beso que acabe sonriendo. - ¡Perdón!- Dije nervioso y riendome, Fernando acaricio mi pelo relajandome y luego se acercó lentamente a mi besandome, esta vez me centré tanto en él que no sonreí. Ambos nos miramos sonriendo al separarnos cuando alguien llamo a la puerta.
-¿Quien es?- Pregunté mientras Fernando se levantaba de mi cama y se iba hacia la puerta para abrir. -Julio- Fernando abrió la puerta y le dejo pasar aunque no le puso buena cara. -¿Que quieres?- Pregunté algo molesto pues yo estaba ocupado como para que me interrumpiesen con tonterias. -Ehh... Pues... No quiero molestar señor pero... Mmm... Pues... Haber... Lo que pasa es que... Si... Haber...- Fernando parecía estresarse demasiado al oir como Julio no acababa ni una frase, pero yo le interrumpí antes de que Fer le arrancase la cabeza.
-Tengo prisa- Dije muy serio esperando que se centrase de una vez, él pareció coger valor y por fin respondio. -Me estan amenazando señor... Se que no es de su incumbencia pero hay un muchacho que solicita que yo encuentre las cartas que usted supuestamente se manda con el principe Fernando, aquí presente, y se las entregué- Al oir eso me tense aunque estaba relativamente tranquilo pues las habia quemado.
-¿Quien es?- Dije intentando mantener la compostura. -El caballero rojo- Yo asentí con la cabeza y me levanté acercandome a Julio. -No dejaré que te ocurra nada y Fernando y yo lo arreglaremos, no te preocupes- Julio seguía asustado pero yo no tenía más que decir, mandé a unos soldados a cuidarlo y volví a la habitación donde Fernando bebía una copa de vino. -El caballero rojo debe morir- Fernando me miró preocupado ante el comentario y dio un trago para mirarme de arriba a abajo. -No dejaré que lo intentes matar, no le llaman el caballero rojo por su lunar en la espalda, le llaman asi porque ha ganado todos los combates que ha tenido... Claro que matando a sus enemigos- Yo miré a Fer nervioso y acercandome a él susurre. -No hace falta que me dejes o no, tú lo matarás- Fernando se sorprendió ante ese comentario y dio otro trago al vino.
-Mira... Si te estuviese amenazando a ti de verdad que intentaría asesinarlo, pero es que ese niño no me importa- Yo le cogí la copa de vino cuando iba a dar otro trago y la deje en el escritorio, no iba a beber hasta que le convenciese. -¿Pero no lo entiendes? Quiere las cartas... Cartas que sabe que nos escribimos y que sabe que tienen información privilegiada... Si no lo matamos estaremos en peligro- Fernando acaricio su pelo y se acercó a mi para lograr arrebatarme la copa de vino que yo le habia quitado y dar un último trago terminandosela.
-¿Y no tiene nada que ver que amenacen a ese chico no? Las cartas no te preocupan en absoluto Mateo... Te preocupa ese chico- Yo me quedé en silencio sin saber que decir, pues si, la vida de Julio me importaba pero también me preocupaba que alguien hubiese podido leer las cartas.
-¿Me vas a venir con celos? ¡¿Puede que descubran lo nuestro y tienes celos de un niño de 15 años?!- Fernando pareció soprendido ante lo que dije, pero la verdad es que yo tenía razón. No podia ponerse celoso de ese niño. -¡Me has pedido que mate por él! Que mate a una de las personas que más gente ha matado, y todo para salvar a ese chico. Estas arriesgando mi vida por él, debe importarte mucho... Mira Mateo... No tienes que darme explicaciones sobre porque siendo el más torpe de su promoción y sin ni siquiera titulo de caballero le contratas de caballero personal, ni tampoco de la relación que tengais entre vosotros... Mataré a aquel caballero o al menos lo intentaré, pero se honesto por favor te lo pido- Fernando se fue cabreado y yo realmente no entendía muy bien porque. Si, estaba mal que le pidiese que fuera él el asesino pero yo no era bueno con la espada ni sabia de venenos ni nada... Se lo pedí a Fer porque recuerdo que él solo pudo matar a tres hombres más grandes que él y al mismo tiempo... No quería que Julio muriese y no queria que nadie lograse conseguir una carta de las que nos intercambiamos. Y me parecia alucinante que en una situación tan limite en la que Fer podria ir a la carcel y yo ser fusilado lo único que le importa a Fernando es si me gusta o no Julio.
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Brothers In L(ove)aw
RomanceMateo era un joven normal y con una vida de lo más tranquila, pero también bastante lujosa ya que era el futuro heredero de la corona de Jayus, un pequeño y acojedor reino. Pero todo cambia el dia que la hermana pequeña de Mateo, Anna, cumple 15 año...