Capítulo 22: Alcohol como consuelo

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Al dia siguiente desperté solo en la cama, ya habia salido el sol asi que Fernando debia haberse ido. Yo pase mi mano por mi cara suspirando, me dolía un poco la cabeza por el vino y además no me gustaba que se hubiese ido sin despedirse.
Baje a desayunar después de unos minutos, pense que mis padres estarían alli pero solo estaba mi padre. -¿Y madre?- Mi padre bajo la mirada y siguió comiendo sin hacerme caso. -¿Donde esta madre?- Mi padre me miro de arriba a abajo y sin darle mayor importancia respondió.
-Esta enferma...- Mis ojos se abrieron como platos, ¿mi madre estaba enferma y mi padre no me lo habia dicho? Si es verdad que llevaba unos dias sin verla pero como no paraba de pensar en Fernando no le habia prestado mucha atención-¿Que dicen los doctores?- Mi padre suspiró triste y negó con la cabeza. Eso no era bueno, una vez termine de desayunar fue a buscar a mi madre, mi padre y unos doctores estaban alli pero por suerte no me echaron.
-Hola madre...- Yo me acerqué a ella, pero estaba como dormida... -Señor... Lo más probable es que no despierte... Su corazón late lento y pronto tal vez se pare- Mi rostro se tensó y no hice nada más que acariciar la mano de mi madre en silencio. Mi pecho ardía y me sentía un hijo horrible.
-¿Anna no lo sabe verdad? ¿Porque para que contarselo a tus hijos...? Debiste avisarnos cuando empeoró...- Mi padre se acercó a mi, acarició mi hombro y echo a los doctores de la habitación con un gesto. Una vez que se fueron el respondió mis preguntas. -No pensé que seria para tanto... Es verdad que debi avisaros pero no sabia como os afectaria- Eso no me tranquilizo, mi padre se fue para escribir a Anna sobre el estado de mi madre. Yo me coloque de rodillas ante la cama de mi madre y deje que las lagrimas corriesen por mis mejillas, no me podia creer que todo esto ocurriese. Cerre los ojos y por unos minutos contuve la respiración intentando relajarme, pero no podia. Pensaba en como Anna reaccionaria, en como lo haria mi padre pero sobre todo... En como lo haria yo.
Al verla asi solo podia desear ser yo él que estuviese asi, sabia que ella no se alejaría de mi cama si fuese yo, asi que yo no la haría. Según los doctores moriría pronto y no dejaría que lo hiciese sola. -Hola madre... Estoy aqui contigo... Te quiero... Gracias por todo lo que me has enseñado y lamento todas las veces que te he decepcionado o te he enfadado... Por favor no te vayas, no podre aguantar si te vas...- Yo suspiré intentando hacer que mi pecho doliese menos pero eso no funcionó, mi padre volvió y se sentó cerca de la cama en silencio. Yo seguía de rodillas por mucho que doliese, rezaba todo lo que se me ocurria deseando que ella se curase pero no funcionaba, podia notar su corazón cuando colocaba mi mano en su pecho y los doctores acertaban, cada vez era más lento.
-Anna no llegará a tiempo...- Mi padre pasó su mano por su cara intentando ocultar sus lagrimas y se acercó a mi madre para sentarse a su lado y acariciar su mejilla. -Es posible que lo haga...- Y si, si era posible, después de varias horas en las que ni mi padre ni yo nos alejamos de la cama Anna llego, mi madre seguía con vida pero apenas se notaba el latido. Anna subió y al verla asi se mantuvo en silencio para después acercase a ella y darle la mano para comenzar a llorar. Yo mire a mi madre, con la mano aun en su pecho para notar los latidos y seguí con mi duelo, pero no fue hasta minutos después de que mi hermana entrase que me di cuenta de que Fernando habia venido, él estaba en el marco de la puerta mirandome.
¿Enserio me miraba a mi? ¿Enserion se quedaba en la puerta? ¿Que le daba miedo? ¿Que esperaba? Yo suspiré y segui atendiendo a mi madre. Yo estaba ya con los ojos secos de llorar, ardian de lo secos que estaban y mis labios estaban muy secos. Llevaba alli más de cinco horas, pero no me importaba estar asi, yo estaba sano...
De repente deje de notar los latidos, intente mover la mano por todo el pecho pensando que simplemente no los encontraba, pero ya no habia latidos...
-Se acabo- Mi voz fue grave y profunda, intentaba aguantar la compostura. En esa habitación solo lloraban Anna y mi padre, a mi no me quedaban lagrimas. Yo solo miraba toda la escena sintiendome vacio, sentía como si me hubieran expulsado el alma de mi cuerpo. Fernando por fin entró y abrazó a Anna, luego Anna abrazó a mi padre y Fernando se acercó a mi. Él acaricio mi hombro y susurró.
-Cuando perdí a mi madre no fue facil, pero poco a poco iras acostumbrandote al dolor- Luego él quito su mano de mi hombro y eso hizo que las pocas lagrimas que al parecer me quedaban comenzaran a caer por mis mejillas. Mi pecho dolia muchisimo y me sentia solo apesar de tener más familia. Mi padre se fue a organizar el entierro y todo eso, Fernando estaba sentado en una silla con Anna encima, la cual lloraba en su pecho mientras él le acariciaba el pelo. Yo me levanté y sin decir una palabra me fui, salí del castillo porque necesitaba estar solo. Me senté en una de las escaleras principales de entrada al castillo y suspire mirando al cielo, estaba nublado, yo me encontraba mal pero no era nada importante. Después de un rato Fernando vino con una manta y una taza de su bebida. Me tapo y me dio aquella bebida en silencio para sentarse a mi lado.
-¿Y Anna?- Yo di algún trago a su bebida y suspiré, por mi mente no paraban de pasar recuerdos de cosas que habia vivido con mi madre. -Anna esta durmiendo... Mateo, se que no es el momento pero... He hablado con Anna y... Tal vez tengamos un hijo, no esta embarazada pero realmente quiere ser madre y... Yo no se que hacer, porque si tengo hijos nuestra situación seria más difícil y...- Yo no le hice mucho caso, no me importo una mierda en ese momento los hijos que fuesen a tener o no, solo me importaba mi madre, necesitaba que ella estuviese viva, ella me apoyaba y me quería y además suavizaba a mi padre. Y la habia perdido para siempre.
-Fernando, no me importan ahora mismo tus planes de futuro- Él asintió con la cabeza y se levantó. -Lo siento... El velatorio va a empezar, vamos dentro- Yo asentí con la cabeza y me levanté aun tapado con la manta y con la taza en la mano para entrar dentro. Todos estaban de traje y elegantes pero yo solo estaba vestido de pijama en una esquina tapado con la sabana y rezando porque nadie me diese el pesame.
Mi padre me lo dejaba pasar porque sabia que no era el momento para regañarme por como vestir, yo no comprendía como él y Anna podian haberse arreglado y estar hablando con la gente. Yo solo queria llorar en una esquina mientras miraba el ataud en el que ya se encontraba el cadaver de mi madre. Fernando estaba con Anna todo el tiempo pero no paraba de mirarme, supongo que estaba algo preocupado.
Después de un rato subi un momento a darme un baño, el velatorio duraba 24 horas asi que no importaba que me fuese un momento. Al terminar de bañarme sin ganas abri mi armario, me puse unos pantalones negros y una camisa negra, no tenía ganas de ningún otro color. Iba a irme pero Fortuna vino hacia mi y comenzó a lamerme la mano, yo me senté en el suelo y la abracé mientras ella me lamía toda la cara.
-Menos mal que te tengo a ti- Sonreí acariciando el lomo de Fortuna y me levanté sonriendo por primera vez en todo el dia para agarrar un juguete de Fortuna y darselo. Estar en mi habitación solo con Fortuna me tranquilizaba, era como si nada hubiese cambiado.
Yo me senté mientras ella jugaba, sonreí mirandola pero sabiendo que debia bajar. -Portate bien mi niña- Yo acaricie el lomo de nuevo a Fortuna y salí de mi habitación para ir hacia el velatorio de nuevo. Al bajar Anna estaba con sus amigas hablando, mi padre hablaba también con mucha gente y Fernando no estaba en ninguna parte.
Yo comencé a pasearme lentamente por el castillo hasta que le encontré, estaba bebiendo en la cocina. Yo me senté a su lado y pude percibir que estaba ya bastante bebido. -¿Porque bebes?- Él sonrió y termino la copa que tenía en la mano, iba a ponerse otra pero le quite la botella. -No puedo estar contigo en uno de los dias más dificiles de tu vida, tengo que estar con tu hermana quien en vez de estar triste solo me habla de embarazos y bebes, y presume de mi con sus amigas... Además mi padre dice que si no la embarazo en un mes... Me desterrara, no reinare ni podre verte más... Pero no puedo decirtelo porque es tu dia para estar triste, no el mio- Yo no podia abrazarle ya que estabamos en un lugar en el que nos podrian ver, asi que simplemente serví su copa con bebida pero fui yo el que comenzó a beber de ella. Ya que yo no podia consolarlo a él ni él a mi, a ambos nos consolaria la bebida...

Brothers In L(ove)awDonde viven las historias. Descúbrelo ahora