Capítulo 37: Entre besos y vino

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Desperté sin realmente saber que hora era, Fernando estaba sentado en la cama llorando abrazando sus piernas. -¿Que te pasa?- Pregunté adormilado mientras me sentaba en la cama al lado de Fer. Él respiraba con dificultad y de forma acelerada, yo acaricie su espalda lentamente y esperé a que pudiese responder. -He tenido una pesadilla...- Yo abracé a Fer y comencé a intentar calmarlo, no se me ocurría que había podido soñar pero parecía muy asustado. Una vez se calmó yo me separé de él y esperé a que me explicase su pesadilla.
-He visto a Chloe... A Chloe de mayor... Estabamos tú, yo y ella, ella debia tener unos doce años tal vez... Ellos descubrían lo nuestro y... Nos ataban a un palo y nos prendían fuego, tu gritabas, Chloe entre la multitud lloraba... Mi cuerpo dolía...- En resumen Fer habia soñado que nos quemaban vivos, yo le abracé imaginando lo doloroso que debia ser soñar eso. Después de un rato me levanté para ir a la cocina y traerle un vaso de leche, al darselo él lo miro y comenzó a beberselo en silencio. -¿Estas mejor?- Él asintió con la cabeza y sonrió ligeramente, luego dejo el vaso en la mesilla y me abrazó de nuevo tumbandole con él en la cama. -Eso si, Chloe salía guapísima...- Yo sonreí al oírlo y le di un beso en la mejilla. Luego cerré los ojos abrazado a él para intentar volver a dormir pero apesar de seguir teniendo sueño no podia dormir, así que me separé de Fernando y me senté en la cama.
-Mierda... Me he desvelado...- Fer siguió tumbado pero pude notar su mano acariciado mi espalda. -Perdona...- Yo me giré sonriendo y me acerqué a él para darle un pequeño beso, después de terminar de besarle fui a darme un baño. Mientras me bañaba Fer entró despeinado mirandome de arriba a abajo y mordiendose el labio, yo sonreí nervioso y le tiré lo primero que tenía a mano, que era una toalla. -¡Vete!- Fernando sonrió al recibir el golpe de mi toalla y sonrió mirándola. -Yo solo digo que me has tirado la toalla... Y es la única que hay en el baño- Yo sonreí entendiendo a lo que se referia aunque pronto mi sonrisa se borró, pues Fer se fue con la toalla. Al acabar de bañarme yo tuve que ir desnudo hasta el dormitorio donde me esperaba Fernando con una sonrisa y la toalla.
Yo sonreí por lo capullo que era y me comencé a vestir ignorandolo, al acabar me giré hacia él y le miré haciendo pucheros cruzandome de brazos. -Eres malo, no me puedes quitar la toalla jo- Fer sonrió al escucharme y se levantó con la toalla colocándose enfrente mia, seguidamente él la puso alrededor de mi cintura y tiro de ella acercandome a él para besarme. -Esta noche duermes en la habitación de invitados- Fer se río juguetón y volvio a besarme. Yo volví a mis pucheros y negué con la cabeza poniendo voz de niño pequeño. -No estoy de broma- Fernando se río y me abrazo, luego tiro la toalla a la cama y unió nuestras manos para llevarme a la cocina.
-No tengo hambre eh- Fer sonrió y agarró una botella de vino tinto sonriendo.-¿Es demasiado pronto para beber?- Ni siquiera era la hora de comer pero aún así le seguí el rollo y negué con la cabeza para ver que tramaba. Él me cogió de la cadera y me hizo sentarme en la encimera, luego abrió mi camisa y me miró con una sonrisa perversa. -¿Del uno al diez cuanto te gusta esta camisa y estos pantalones?- Yo dudé unos segundos y respondí sin dudar.
-La camisa un seis y los pantalones un dos- Él asintió con la cabeza y finalmente me quitó la camisa. -Los pantalones te importan demasiado poco al parecer... Bueno... Es igual... Mira, juguemos a un juego, te contaré dos historias. Una de ellas cierta y otra de ellas mentira, por cada vez que aciertes darás un trago de vino, y por cada vez que no aciertes daré un trago yo... Pero mi trago será sobre tu abdomen- Eso no sonaba nada agradable, así que acepte, me daba cierto morbo toda la situación. Juraría que los ojos de Fernando estaban más oscuros que nunca, y eso me daba mucho morbo
-Cuando tenía 10 años... Bese a una chica que tenía 14, y la otra, cuanto tenía 6 años mate a mi primera presa de caza- Yo sonreí nervioso pero no dude en contestar, era evidente la respuesta. -¿Tú? ¿Besando una chica? Es la de los seis años la verdadera- Fernando sonrió apretando sus labios y me dio la botella de vino para susurrar. -Capullo- Yo di un pequeño trago ya que no queria emborracharme mucho.
-Venga a ver... Tengo un lunar en la planta del pie o no tengo lunares en ninguna parte de la pierna derecha- Yo suspiré sin saber la respuesta pues nunca me había fijado. -Tienes un lunar en la planta del pie- Fer sonrió emocionado, y solo por eso ya supe que me habia equivocado. Fernando me puso la mano en el pecho haciendo que me inclinase más en la encimera para echarme el vino por encima manchando mi pecho y mis pantalones, estaba muy frío pero enseguida su lengua hizo que el frío pasase a calor. -Me vas a dejar pegajoso- Dije yo volviendo a sentarme bien una vez que termino. -Luego si quieres nos bañamos juntos- Fer me guiñó un ojo y se río levemente para darme un beso en la mejilla.
-Que peligro tienes- Dije yo riendome y robandole la botella para beber apesar de que no habia acertado, pero tenía sed, y unas ganas tremendas de besar a Fernando. Pero por suerte estos días no era un problema, pues podía besarle cuando me diese la gana. -¿Del uno al diez cuanto valoras tu camisa y tus pantalones?- Él sonrió relamiendose los labios y susurró acercándose a mi. -Un dos y un tres- Yo sonreí y me vacié la botella de vino encima para comenzar a besarlo, todo mi cuerpo y mi pelo estaban ahora mojados de vino y Fernando también estaba bastante mojado pues al besarse conmigo se habia manchado toda la ropa, y por si fuese poco el suelo también estaba lleno de vino. Pero no me molestaba, al revés, me gustaba. Me sentía libre por fin, y sabía que podía ser yo sin miedo pues la única persona que estaba allí era Fer, y él nunca me juzgaba, entendía mis bromas... Dios mío, cuando esto acabase iba a doler tanto que no sabia si podría soportarlo...

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