Yo miré a Fernando, y lleno de nervios porque rechazase mi idea, comencé a hablar. -Bueno... Acepto que lo hablemos, pero con condiciones- Fer dejo la guitarrá encima de sus piernas y me miró sonriendo. -¿Que condiciones?- Yo las pensé durante un rato, tenia algunas claras pero queria pensar en todas las condiciones que me pudiesen hacer falta en el futuro. -No me vas a gritar por muy enfadado que estes, si en algún momento lloro vas a callarte y a abrazarme, no te vas a largar hasta que acabemos la conversación y pase lo que pase hoy no te irás de este castillo sin despedirte- Él asintió con la cabeza y nos fuimos juntos a la habitación, ambos nos sentamos en la cama y nos miramos durante unos segundos en silencio.
-Vale... Te deje con una nota, bueno no estabamos saliendo del todo pero... Si... Estuvo mal, no tuve valor para hacerlo en persona y... Fui un cobarde, pero si me aleje de ti no fue solo por el bien de Chloe, fue porque... Me siento mal porque estoy contigo pero a la vez estoy con Anna... Y se que lo pasarás mal por eso, pero por otro lado es que yo quiero estar contigo no con ella- Yo baje la mirada y suspire, no sabia que responderle a eso pues yo me encontraba en el mismo debate, no quería ser la querida de nadie pero lo amaba. -Fer... Yo tampoco se que hacer al respecto, te amo pero estas casado y tienes una hija... Mira admito que cuando lei la carta fui a ver el entrenamiento de los caballeros para buscar... Para intentar buscar a alguien con quien estar y alli conocí a Julio. Somos amigos, y nunca ha pasado nada entre nosotros pero si es verdad que cuando lo conocí pensé en...- Fernando no dijo nada simplemente suspiró y bajo la mirada mientras peinaba su pelo hacia atras.
-No quiero que estemos mal Mateo, pero no se como arreglar esto... Mi mujer y mi niña no van a irse, y mis sentimientos por ti tampoco- Yo le miré en silencio y acerqué mis manos a las suyas uniendolas.
-Supongo que hay dos opciones, o ambos aceptamos que el otro tenga pareja e hijos... O esto se acaba- Fernando me miró dudando que responder, yo sabia que las opciones eran extremas pero no habia una tercera opción. -Mateo... Te amo, pero no puedo simplemente ignorar que tengas pareja o hijos... Realmente me molestaría- Le entendia, pero en ese caso el debia entender que a mi me molestase que él tuviese hijos y mujer. Yo me mantuve en silencio hasta que tuve una idea. -Tal vez haya una tercera opción... Mira... Algún día yo seré rey, y tú también... Cuando lo seamos podríamos... Legalizar las relaciones entre dos hombres- Fernando me miró dudando y luego miró a Fortuna que estaba tumbada en el suelo mordiendo y destrozando un cojín.
-Para eso queda mucho... Además, la gente enloquecería, nos acabarían matando igual... ¿Y cómo se lo explicaria a Chloe?- Era todo tan difícil que yo no sabia que hacer, y Fernando tampoco así que allí estábamos. Mirandonos en silencio sabiendo que esto era el fin. -Ojala no tuviese a Chloe, la amo, pero si no la tuviese podria huir de aquí contigo... Pero no puedo llevarmela y mucho menos puedo dejarla aqui- Yo me acerqué un poco más a él y me sente más cerca suya colocando mi mano en su mejilla.
Yo sonreí ligeramente intentando animarlo y pareció funcionar pues Fernando sonrió. -Hagamos una cosa... Vamonos unos días solos... Como despedida de todo... Si esto se acaba, que se acabe bien- Fernando al oir mi idea parecio dudar, y la verdad es que era normal que dudase, era arriesgado pero si lo íbamos a dejar, quería unos últimos días con él. Ser libres aunque fuese unos pocos días.
-¿Qué demonios? Hagámoslo, pero debemos pensar alguna excusa- Yo sonreí al oir eso y muy emocionado me levanté para comenzar a dar vueltas por la habitación nervioso pensando la excusa.
De repente recordé que, la casa a la que se me había ocurrido que podíamos ir, mi padre la utilizaba mucho cuando hacía negocios. Esa casa estaba en mitad de la nada así que no nos molestarian si no llevábamos criados. -Di que vamos a hacer un tratado de paz, que necesitaremos días para terminar de acordar todo. Nadie se niega a un tratado de paz- Fernando se levantó también y pasó levemente su mano por mi cadera para irse a la puerta. -Nos vemos en una hora, en el establo, ve a decirle a todos que tenemos que hacer un tratado de paz- Fer sonrió emocionado y se fue corriendo, yo salí de la habitación para hablarlo con mi padre y con varios altos cargos del castillo, luego, cuando ya casi debia ir al establo fui a ver a Julio pero él estaba reunido y no podía contárselo así que me fui sin más al establo. Al llegar Fernando esperaba allí emocionado, ambos llevábamos una pequeña maleta con las cosas que queríamos llevar. Nos subimos a dos caballos y comenzamos a cabalgar con las maletas colgadas del caballo. Aparte cada uno de nosotros llevamos una bolsa con arcos, flechas, espadas... Después de un rato a caballo llegamos a la cabaña.
-Esto es tan improvisado... Me encanta- Dijo Fer bajando del caballo, cogimos las cosas y entramos, luego subimos a la habitación principal y dejamos allí las bolsas. -¿Dormiremos juntos o me mandaras a una de las habitaciones de invitados?- Yo sonreí ligeramente y mire nuestras cosas tiradas en el suelo para seguidamente tumbarme en la cama. -Depende de como te portes...- Fernando se acercó a mi sonriendo y se tiró a mi lado en la cama.
-Levanta, tenemos que hacer algo... No nos vamos a quedar todo el tiempo en la cama- Yo sonreí y cerré los ojos ignorandole porque tenia sueño, pero él no se rendía. -¡Mateo! ¡No te duermas!- Yo suspiré y le abrace dandole pequeños y cortos besos en el cuello para obligarlo a estar tumbado y relajado conmigo en la cama.
-Bueno, quédate durmiendo, yo voy a darme un baño- Fernando se levantó y se fue hacia la puerta pero yo le llamé deteniéndole. -Fer... ¿Eres consciente de que todo se acabo cuando nos vayamos de aquí no?- Él asintió con la cabeza triste y se largó. Esta despedida iba a ser la más dura de mi vida, pero supongo que si tanto me costaba despedirme de Fer era por todos los momentos bonitos que hemos tenido. Fernando se fue a bañar y yo aproveche para, lentamente, ir hacia el baño y observarlo ya que la puerta estaba entreabierta.
Tenía curiosidad apesar de que ya le había visto alguna vez pues él no tenía ningún pudor en cambiarse delante mío. -Mateo si quieres te puedes unir eh- Dijo él mirando hacia mi, yo me reí nervioso y mientras me sonrojaba me alejé un poco de la puerta. Pensaba que no me había visto pero si lo había echo, ahora debia pensarse que yo era un salido o algo. Después de un rato en el que notaba mi corazón a mil y mi estómago doler de los nervios Fernando salió con una toalla enrollada en la cintura y el pelo aún mojado, derramando gotas sobre sus abdominales perfectamente marcados.
-Lo que has visto antes... Yo es que estaba pasando por ahí y pues por un momento... Te he visto raro y pensaba que... Que te había pasado algo- Fernando sonrió acercándose a mi hasta dejarme entre él y la pared. Ahora su pelo mojaba también mi ropa pero eso era lo que menos me preocupaba, él estaba mirándome a los ojos a excasos centimetros mientras presionaba su cuerpo contra el mío. -¿Seguro que solo pasabas por ahí?- Yo sonreí nervioso mientras Fer se acercaba más y más, nuestros cuerpos estaban tan pegados que me costaba incluso respirar...
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Brothers In L(ove)aw
RomanceMateo era un joven normal y con una vida de lo más tranquila, pero también bastante lujosa ya que era el futuro heredero de la corona de Jayus, un pequeño y acojedor reino. Pero todo cambia el dia que la hermana pequeña de Mateo, Anna, cumple 15 año...