Capítulo 44: El peor dia de mi vida

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Al día siguiente me desperté antes que Julio, yo apenas habia podido dormir pensando en aquel combate, Julio dormía a mi lado y yo le miraba en silencio llenando mi cabeza de voces que suplicaban que le detuviera, pero sabia que no debia. Levemente Julio fue despertándose y al abrir los ojos se encontró con que yo ya llevaba un rato despierto.
-Amor, ¿me vigilas mientras duermo? Eso es raro- Yo sonreí sabiendo que lo decía de broma y le abracé, Julio me dio un beso en la frente y luego suspiro. -Deberiamos ir a desayunar... No quiero llegar tarde y tengo mucho que prepararme- Yo asentí con la cabeza y suspiré, pensando en que tal vez Julio moriría ese día. -Julio, puedo mandar matar a quien se mete contigo, o puedo autorizarte a que lo tortures... Pero pelear contra Gon...- Julio me escucho, pero decidió ignorar mis ofertas y levantarse de la cama. Yo le seguí y comenzamos a desayunar en silencio, mientras desayunabamos Gon se acerco sonriendo de forma egocéntrica y ya vestido con casi toda la armadura. -Buena suerte princesa- Dijo y luego se marchó, yo miré a Julio extrañado y él respondió. -Cuando una mujer sale con un rey se hace reina, tu eres príncipe y por eso... pues sería princesa. Es una tontería, ignoralo- Yo vi a Gon marcharse y suspiré, esto iba a acabar muy mal.
Yo suspiré y mire a Julio suplicandole con la mirada que no lo hiciese, pero él lo iba a hacer igual. Después de desayunar nos separamos pues yo me fui a mi habitación a cambiarme y Julio se fue a prepararse para el duelo, después de vestirme con mis mejores galas fui al lugar del combate. Me senté en el sitio reservado para mi y les vi salir, Julio iba guapísimo pero tenía tanto miedo que apenas me fijé, ellos se arodillaron ante mi como solian hacer antes de comenzar y di la señal haciendo que el torneo comenzará.
Espadazos era lo único que se oía, podia sentir como mi corazón iba a salirse de mi pecho pero no me importaba, pues necesitaba atender. Julio cayó contra el suelo pero siguió peleando desde el suelo, hasta que Gon le clavó la espada en el pecho y Julio pegó un chillido de dolor. Yo me levanté de inmediato y marqué el final, Gon estaba regodeandose de su éxito mientras Julio se desangraba en el suelo. Yo rápidamente hice venir a los médicos y se lo llevaron a enfermería, él ya había perdido el conocimiento y la verdad es que odiaba que lo hubiese echo pues queria chillarle que yo tenía razón y que era estupido. Después de que los médicos le intervinieran vinieron a hablar conmigo, yo esperaba fuera de la habitación llorando lleno de miedo y sintiendome fatal. Los médicos muy serios comenzaron a hablar mientras yo intentaba concentrarme en lo que decían, pero no podia realmente hacerlo. -Ha sufrido un gran golpe, apesar de eso no parecía ningún órgano dañado así que lo hemos cerrado...- Ese era el nivel de los mejores médicos del castillo, si en días o semanas no habia muerto es que todo habia ido bien.
-¿Esta cosciente?- Uno de los médicos negó con la cabeza y seguidamente yo entre para sentarme a su lado, estábamos solos así que junte mi mano con la suya. -Escuchame... No puedes dejarme Julio... Tienes que despertar para poder oirme decir "te lo dije" y para que pueda pegarte y llorar diciéndote que sabia que algo ocurriría... Tienes que despertar porque cada día que pasa te vuelves más imprescindible en mi vida... Mi padre ya no me hace caso, mi madre se murió, Anna se ha casado y ha tenido una hija, Fernando me ha dejado... Tú eres lo único que me queda...- No pude seguir hablando ya que estaba llorando, mientras lloraba mirándolo y rezando que despertarse alguien llamo a la puerta, yo deje que entrase después de separar nuestras manos y era Gon. -Me pasé un poco con él, perdón señor...- Mi cara se tensó y luego sonreí sin creerme lo que acababa de decir. -¡¿Te pasaste un poco?! Lo llamabais puta y princesa para humillarlo hasta el punto que se jugó la vida solo para demostraros que era buen caballero... Y si, no lo es, pero tú si. Tú eres uno de los mejores caballeros, que además tiene diez años más... Y te prestaste a pelear con él... Si Julio es mi pareja, mi puta o mi amigo creo que no es asunto tuyo... Vete antes de que te ejecute, y cierra la puerta al salir- Dije ya sin mirarle, pude notar como tragaba saliva y se iba. Pero Julio seguía sin despertar, después de una media hora alguien volvió a interrumpir, era una de las criadas con una carta que al parecer había llegado del reino de Fernando, era Anna de nuevo, solo que esta vez la carta era dirigida a mi.
"Hola Mateo,

Te escribo pues conozco el hecho de que padre te trasmitió que vendría unos días por la salud de la niña, así que considero que tú debes estar también informado. Apesar de que Fernando insiste en que no escriba esta carta. Chloe aparentemente está bien, y si he echo venir a padre no ha sido para eso... Sino porque los días que tú no estuviste con Fernando y conmigo hicimos el amor... El mismo día que me informó de que habíais tenido una especie de romance nos emborrachamos y tuvimos relaciones, desde entonces no me ha bajado el periodo y la verdad es que tengo nauseas. Así que creo que viene un segundo bebé... Padre ha venido para estar conmigo y con Fernando el día de la prueba, siento de verdad que no puedas estar aquí pero tanto mi marido como yo creemos que no es bueno que os veáis hasta que te cures... Se que también estarás preocupado por Fernando, bueno él está bien, esta intentando ser más amoroso conmigo estos dias y eso esta bien apesar de que sigue dándome algo de asco saber de vuestro romance... Bueno, eso son todas las novedades. Espero que estés bien.

Un beso, Anna"

En ese momento un escalofrio recorrió todo mi cuerpo, Julio estaba casi muerto y Fernando iba a ser padre de nuevo. ¿Le habia contado de nuestro romance y luego se había acostado con ella? ¿Ella volvía a estar embarazada? ¿Mi padre me habia mentido acerca de la razón por la que iba? ¿Fernando creia que yo estaba enfermo? ¿Fer estaba amoroso con Anna? Todas esas dudas invadían mi cabeza hasta el punto de que me producían dolor de cabeza. Sentía que era el peor día de mi vida, y todo mi cuerpo me pedía de una vez que me muriese, yo cerraba los ojos e intentaba morirme, pero se ve que eso no funcionaba así...

Brothers In L(ove)awDonde viven las historias. Descúbrelo ahora