Al dia siguiente desperté triste, sabia que debia irme... Pero no podia irme estando asi con Fernando, asi que fui a buscarle y le dije que debia hablar con él. Él dejo todo lo que hacia y vino conmigo a su habitación, luego se sentó en el escritorio y espero a que yo hablase.
-No me conoces apenas, no te puedes enamorar de mi...- Él sonrió negando con la cabeza y mirandome a los ojos respondió. -Amas el frio, la luna te gusta mucho, los barcos te marean, amas mis dibujos, necesitas que todo el mundo este peinado, no sabes ponerte una corbata, no sabes tocar canciones en el piano pero te gusta escucharlas... Montar a caballo te gusta y se te da bien, prefieres cazar con un arco que con cualquier otra cosa, odias que te quiten una presa y no sabes apenas defenderte con la espada- Yo agache la mirada y me acerqué a él, él abrio sus piernas encima del escritorio lo suficiente para que yo pudiese colocarme entre ellas y acariciar su mejilla.
-Eso no es conocerme Fer, eso es... Saber cosas que me gustan, y cosas que no... ¿Cuál es mi color favorito? ¿Porque Fortuna es mi perra? ¿Cual fue mi primera palabra? ¿Que dia es mi cumpleaños? ¿Que edad tengo? ¿Que me da miedo por las noches? ¿He tenido alguna novia?- Fernando comenzó a acariciarme el pelo, aunque en su rostro era evidente que estaba triste.
-Eso puedo averiguarlo... Puedes contarme todo eso, y puedes contarme la primera vez que montaste a caballo, la primera vez que usaste un arco... Tienes razón, no se todo de ti... ¿Pero eso no se supone que es lo bonito? Ir descubriendolo poco a poco- Fernando me habia dejado sin argumentos, yo suspire mirando hacia la ventana pero sin moverme y luego volví a mirarle a él.
-Eres un hombre, y no solo un hombre Fernando... Un hombre casado, casado con mi hermana- Él miro el anillo que llevaba en la mano y se lo quitó para dejarlo en el escritorio. ¿Acaso creia que eso me valia?
Yo no entendía lo que ocurría entre Fernando y yo, pero intentaba ayudarle. -Intento protegerte Fer... Si alguien se entera de que tu... Sientes lo que dices sentir... Te matarán, tu padre te matará de una paliza como tu matrimonio se rompa y Anna romperá tu matrimonio sino te enamoras de ella, olvidame y amala como me amarías a mi... Como me amarías si yo fuese una mujer, y tu un hombre... Un hombre libre- Él y yo nos quedamos en silencio mirandonos unos segundos, estabamos bastante cerca pero no me importaba.
-No tienes que protegerme principito... Soy capaz de protegerme solo, amame o vete... Pero no te vayas diciendo protegerme... Si te vas, si me dejas solo en esta locura de sentimientos que se que ambos sentimos... No te consueles diciendo que lo haces por mi, porque lo haces por ti Mateo, lo haces porque tienes miedo- Yo tragué saliva y me quedé mirando cada facción de su cara ya que una vez me fuese tal vez no volvería a verlo.
Tal vez era cierto lo que decía Fernando y eso solo me hacia dudar más de todo, mi cabeza dolía y me sentía asustado y presionado para tomar una decisión. -¿Y como dejas de tener miedo?- Él me miro durante segundos y bajo del escritorio para quedar de nuevo enfrente mia.
-No puedes dejar de tener miedo, pero el miedo y la felicidad no son compatibles... Debes dejarte llevar y aunque a veces la vida asuste, siempre me tendrás a tu lado si eliges no tener miedo- Yo cerré mis ojos dejando mis lagrimas caer después de los emotivos discursos de Fernando, ese hombre no solo dibujaba bien, también hablaba de tal forma que no podias dejar de escucharlo... Y no queria dejar de escucharlo, nunca.
-¿Dos hombres pueden amarse como una mujer y un hombre se aman?- Fernando se relamio los labios y sonrio ligeramente mirandome a los ojos. -No lo se, pero podemos intentar descubrirlo...- Yo sonreí lleno de lágrimas y le abracé, todo esto era estresante y aún asi Fernando me hacia estar tranquilo. Una vez me tranquilicé ambos nos separamos quedando a centimetros de nuevo.
-¿Entonces te vas?- Ojala mi respuesta fuese que no, pero debia irme. -Me voy, me voy con miedo y con dudas... Pero también me voy con esto- Yo coloqué mi mano nerviosa en la nuca de Fernando y cerre los ojos para besarlo, nunca había besado a nadie y apesar de la seguridad que mostraba yo estaba muy asustado. Nuestras bocas comenzaron a moverse lentamente, nuestras lenguas comenzaron una guerra por ver cual de las dos controlaba más el beso. Al principio no sabia que hacer con las manos pero poco a poco me fui soltando y comencé a acariciarle el pelo con ambas manos mientras las suyas acariciaban mi cadera, una vez que nuestros pulmones necesitaron aire tuvimos que separarnos. Al separarnos ambos sonreiamos nerviosos, yo tragué la saliva que quedaba en mi boca, que debia ser la mezcla de nuestras dos salivas, y suspiré intentando hacer que mi corazón se calmase ya que iba tan rápido que explotaría. Ese beso había sabido a gloria, habia sido tan genial que quería hacerlo durante horas, pero no teniamos esas horas.
-Y dime... ¿Que tal? ¿Te ha gustado? ¿Te ha dado asco?- Yo al oir eso sonreí ante el nerviosismo de Fernando ya que estaba adorable. -Ha sido la mejor decisión que he tenido, ha sido... ¡INCREÍBLE!- Fernando sonrió emocionado y acaricio mi mejilla sonrojado.
-A mi también me ha encantado- Yo al oír eso me sentí con el permiso de repetirlo, asi que lentamente y de nuevo cerrando los ojos le bese. Odiaba a mis pulmones por necesitar oxígeno ya que no quería detener el beso, sabia genial y además Fernando era muy suave y dulce al besarnos. Por si fuera poco era muy guapo y parecía haber besado a mucha gente, ya que dominaba el arte del beso a la perfección.
-¡Oh dios mio! Cambiaré mi nombre a Jessica y nos mudaremos a algún lado, no podemos dejar morir esto porque han sido los mejores dos besos que he tenido en toda mi vida, y mira que he besado a gente eh...- Él sonrió juguetón ante lo ultimo y yo me acerqué quedando a excasos centimetros para susurrar.
-¿Intentas ponerme celoso? Yo beso mejor que tú- Fernando puso sus manos de nuevo en mi cadera acercando todo mi cuerpo al suyo y susurró. -Demuestralo principito- Yo sonreí, y ahora sin nada de vergüenza, ya que ibamos cogiendo confianza con cada beso le besé de nuevo, solo que esta vez al acabar el beso Fernando mordió levemente mi labio inferior, yo abri los ojos y el también y nos miramos sonriendo hasta que poco después el solto mi labio. No me habia echo daño, al revés, eso habia sido tan sexy... Queria volver a besarlo pero Anna llamó a la puerta.
-Mateo, te esperan abajo- Pensé que esperaría en la puerta pero por los pasos que escuche ella se habia ido. Fernando me miró en silencio y luego miro la puerta. -No me olvides Jessica- Él sonrió mordiendose el labio y asintió con la cabeza, luego acaricio mi mejilla y susurró. -No me olvides principito- Después de eso me fui al coche de caballos que me esperaba abajo y después de abrazar a mi hermana subí a él para marcharme de alli, con la cabeza llena de dudas, pero con un buen sabor de boca.
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Brothers In L(ove)aw
RomansaMateo era un joven normal y con una vida de lo más tranquila, pero también bastante lujosa ya que era el futuro heredero de la corona de Jayus, un pequeño y acojedor reino. Pero todo cambia el dia que la hermana pequeña de Mateo, Anna, cumple 15 año...