Capítulo 30: Prematuro

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Los meses pasaron y yo seguí sin ver ni a Anna ni a Fernando, Julio al final no me habia valido de espia pero al menos me entretenia protegiendolo yo a él de liarla. La verdad es que Julio era divertido y ya no pensaba en Fernando asi que eso era bueno. Tampoco tenía nada con Julio ya que no me sentía preparado, Fernando habia ocupado una gran parte de mi corazón pero cuando se marchó él se llevo esa parte, y yo seguia sanando poco a poco. Ese dia mientras yo desayunaba con Julio, él cual ya me veía como un amigo y no como un principe, mi padre vino emocionado. -Anna viene hacia aqui con Fernando- Mi rostro se tensó ya que no sabia como reaccionaría al verlo, ¿para que venian? Yo no entendía nada pero estaban de camino. Como no queria saludarlos al llegar me fui con Julio a cazar, estuvimos cazando juntos durante horas.
-Señor, ¿no deberiamos volver al castillo?- Yo no quería volver, pero sabia que debia hacerlo asi que acepte y volví al castillo. Después de dejar los caballos Julio me acompañó a la cocina a por algo de comer. Estabamos comiendo cuando la parejita entró en la habitación. Yo enseguida abracé a mi hermana con cuidado de su tripa, estaba con muchisima tripa. -¿De cuantos meses estas? ¿Seguro que no vienen dos o tres?- Anna sonrió acariciando mi mejilla mientras yo ponia mi mano en su tripa, el niño o la niña estaba dando patadas.
-No se cuantos vienen, pero debe ser muy inquieto, no para de dar patadas- Yo sonreí y cerré  los ojos notando las patadas, era realmente genial sentir las patadas. Luego Anna se fue a buscar a mi padre mientras Fernando me miraba en silencio. -Oye niño, ¿puedes irte un rato?- Fernando dijo eso muy serio, tanto que Julio me miro asustado y se escondio detras de mi. -Julio vete un momento por favor- Él asintio con la cabeza y se marcho haciendo que Fernando y yo estuviesemos solos.
-¿Es tu nuevo novio?- Yo negué con la cabeza triste, la verdad es que no estaba listo para ver a Fernando y verle solo me hacia sentir mal. -Es un caballero personal que tengo... ¿Que tal el embarazo de Anna?- Fernando suspiró y me miró mordiendose el labio. -Bien, va bien... Aunque todavia quedan tres meses para que nazca- Yo asentí con la cabeza sin saber que decir, yo estaba muy triste pero no queria demostrarselo a Fer.
-No te voy a mentir, te he echado de menos...- ¿Fernando decía eso para torturarme? Yo le habia echado también de menos pero... Me dolia solo con verlo delante mio.
-Yo también te he echado de menos... No sabes cuanto...- Yo sabia que no era bueno para mi pero aún asi le abracé, estaba guapisimo, de echo nunca habia visto a un hombre tan guapo. Queria besarlo, pero ni debia ni podia, asi que simplemente me limite al abrazo.
Después de hablar un poco decidimos ir a mi habitación, una vez entramos y cerre con seguro Fernando confeso algo que me dejo atonito. -Mateo, te he echado de menos cada puto dia de mi miserable vida desde que me fui...- No, no podia hacerme eso, era cruel y miserable. ¿Ahora queria volver o simplemente torturarme? -Fernando, tú me dejaste... Y por una carta- Fer se mordió el labio e intentó aguantar las lagrimas pero no lo logró.
-Porque lo nuestro no tenía futuro y además el bebe...- Eso me enfado, lo nuestro si habría tenido futuro. -¡No podias saber si lo nuestro hubiese tenido futuro!- Fernando suspiró y bajo la mirada sin saber que decir. -Yo te quiero Mateo, ¿pero que querias que hiciese eh? Es lo que debia hacer, por tu bien y por el mio- Yo en ese momento simplemente recorde las palabras que Fernando me habia dicho anteriormente y las repeti.
-No tienes que protegerme principito... Soy capaz de protegerme solo, amame o vete... Pero no te vayas diciendo protegerme... Si te vas, si me dejas solo en esta locura de sentimientos que se que ambos sentimos... No te consueles diciendo que lo haces por mi, porque lo haces por ti Fer, lo haces porque tienes miedo- Él debio recordar sus palabras porque abrio los ojos como platos y suspiró. -Pues si, tengo miedo... Tengo mucho miedo Mateo, porque lo nuestro no va a avanzar, como mucho serás mi querida y yo tendré un matrimonio, unos hijos... Y tu habrás tirado tu vida a la basura por mi y acabarás odiandome porque no dejaré a Anna y...- Yo le interrumpí y sabiendo que no debia le bese, le bese porque lo amaba, aunque fuese malo y aunque no llegase a nada.
Llevaba meses sin besarlo y la verdad es que sus labios eran dulces y siempre sabian a vainilla. Una vez que lo bese y nos separamos nos miramos en silencio y justo cuando Fer iba a hablar entro mi padre. -Fernando, Mateo, venid ahora mismo- Mi padre parecía asustado, tanto Fer como yo nos miramos sin entender nada y mi padre al verlo nos respondió sin que hubiesemos preguntado.
-Anna ha roto aguas, viene el bebe...- Eso me dejo en shock, según mis calculos Anna tendría seis o siete meses de embarazo... No tenía sentido que fuese a dar a luz. Fernando, mi padre y yo nos fuimos corriendo hacia una habitación. Esa habitación estaba cerrada ya que los médicos estaban dentro con Anna, no podiamos entrar y casi lo prefería, podia escuchar los gritos de mi hermana desde la puerta y la verdad es que preferia no verlo.
-Anna tiene siete meses de embarazo... Va a morir en el parto, y el bebe también, y todos van a morir...- Fernando dijo eso mientras se sentaba en el suelo al lado de la puerta, yo me senté a su lado y nos tape a ambos con mi chaqueta para poder unir nuestras manos en señal de apoyo. No queria volver con él ahora ya que me habia echo mucho daño, pero con el cariño que tenía al bebe entendía que estuviese preocupado...

Brothers In L(ove)awDonde viven las historias. Descúbrelo ahora