Después de estar un rato besandonos ibamos a dar el siguiente paso cuando alguien entro en la habitación, era Anna con Chloe en brazos, la niña lloraba y Anna estaba asustada. -¡¿Te has traído a Mateo?! ¡Pero serás guarro!- Fernando la miro con asco y suspiro. -Ha venido él, y ahora si no te importa...- Fer le hizo una señal para que se largase pero ella simplemente miro a la niña preocupada.
-Se me ha caído, y se ha dado un golpe muy fuerte- La cara de Fernando cambio por completo y se puso pálido, él se levantó con solo unos pantalones puestos y fue a ver a la niña mientras yo me vestía. Yo también me acerqué al terminar de vestirme, la niña tenía un moratón enorme en mi cabeza. -Se ha quedao tonta- Dije pensando en voz alta, tanto Fernando como Anna me pusieron mala cara y Fer cogió a la niña para intentar que parase de llorar.
-¿Que estabas haciendo?- Anna acaricio su pelo y bajo la mirada. -Estaba escribiendo una carta a mi padre y...- Fernando acaricio la mejilla de Anna tranquilizandola mientras seguía intentando calmar a su hija. Yo no entendia nada pues estaban enfadados pero a su vez no. Después de unos minutos la niña dejó de llorar por suerte y los padres se miraron ya más tranquilos. -Seguro que no ha sido un golpe tan fuerte y esta bien- Dijo Fernando acariciandole la cabecita a Chloe, ella tenía muy poco pelo pero era igual de oscuro que él de Fernando.
-Tal vez deberíamos hacer venir a un médico... O mejor, tal vez deberíamos venir a casa... Y hablo por todos- Dijo Anna mirándome mientras cogía de nuevo a su hija. -Fernando, te van a pillar, te meterán en la cárcel y a Mateo lo ejecutarán... Y cuando se lo explique a Chloe... ¿Qué pensará ella?- Fer apretó sus labios con fuerza y bajo la mirada sin responder. -Volveremos a casa mañana... Y... Mateo que decida si se viene con nosotros o vuelve a su castillo- Ambos me miraron esperando una respuesta y yo no sabia que decir. Me habia metido en un lío por venir y ahora... Ahora iba a separarme de Fer de nuevo.
-¿Y no puedes venir tú unos días?- Dije mirando a Fernando intentando ignorar la mirada asesina que Anna me echaba. -Fernando van a examinar a la niña... Eres su padre, y deberías estar presente mientras la examinan por si acaso tiene algo- Fernando asintió serio con la cabeza y se acercó a mi poniendo su mano en mi cadera. -Que vengas es peligroso, y yo no puedo ir...- Fernando bajo su mirada mirando mi cadera y suspiro. -¿Y si vuelves a casa, seguimos con las cartas y nos vemos en... mi cumpleaños?- Ni siquiera tenía idea de cuando era el cumpleaños de Fernando, eso me sentó como un tiro pues yo lo había dejado todo para venir a verlo y ahora le daba igual.
-No tengo ni idea de cuando es tu cumpleaños- Anna pareció sorprendida ante mi afirmación y ella respondió adelantándose a Fernando. -Es en un mes... Un mes y un día para ser exactos- Yo mire a Fernando intentando aguantar mi rabia para no montarle un pollo delante de Anna y la bebé pero no pude. -¡¿Un mes y un día?! ¡¿No he aguantado tres días y quieres que aguante un mes y tres días?! ¡¿Sabes en el lío en el que me he metido al venir?! Pero no, a ti eso no te importa... Pues mira, me enrolle con un caballero en estos tres días, haber con cuantos caballeros me da tiempo a enrollarme antes de tu cumpleaños- Yo salí enfadado de la habitación y me fui hacia el salón, me sentía un estupido y sentí que debia haberle echo caso a Julio. Él me lo restregaria una vez volviese, pero bueno, en este punto no me importaba, lo único que había echo era venir para discutir con Fernando, darnos dos besos y volver a discutir.
Fer vino serio y se acercó a mi para sentarse a mi lado. -¿Que esperas Mateo? ¿Esperas que podamos estar juntos como una pareja normal? No somos una pareja normal y no podremos serlo nunca, te amo pero debes entender...- En ese momento yo le interrumpí. -No debo entender nada Fernando, debes entenderlo tú, o permaces con Anna y con la niña o permaneces conmigo... Pero deja de jugar conmigo porque no soy de usar y tirar, tengo sentimientos- Fernando suspiró y me miro mientras acariciaba mi pierna lentamente. -Entiende que no podemos vivir como si todo fuese un cuento de hadas, tu acabarás muerto y yo en la cárcel- Yo no dije nada, simplemente me levanté y fui hacia la habitación en la que habia estado con Fer. Yo me tiré en la cama y abracé una almohada intentando no llorar, pero no pude evitarlo. Amar a Fernando era lo mejor y lo peor que podía haber echo, pues me lo pasaba genial con él y era realmente glorioso pero siempre había problemas y... No se... Estaba calmandome cuando Fernando entro enfadado. Debia haber estado planeando su respuesta un rato.
-¡No puedes hacerme quedar como el malo! ¡Me has puesto los cuernos y me haces quedar como el malo por querer protegerte!- Yo no le deje decir más pues respondí enseguida sus acusaciones. -¡¿Y cuando te tiraste a Anna no eran cuernos para mi?!- Fernando se cabreo más y respondio. -No me creo que seas tan sucio de sacar eso sabiendo lo que ocurrió, ¡¿pero sabes?! Vete con los caballeros que seguro que son mejores que yo- En ese momento Anna entró de nuevo interrumpiendo nuestros gritos con más gritos. -¡LA NIÑA SE HABIA DORMIDO! ¡DEJAD DE GRITAROS COMO NIÑOS DE UNA VEZ! ¡JODER!- Ambos nos callamos al escuchar eso, ella entonces respiró profundamente y ya más tranquila habló. -Fernando, por favor duerme a la niña y Mateo... Deja a mi marido en paz- Ambos se fueron y yo me quede ahí de nuevo, solo, con dificultad para respirar y sin nisiquiera poder llorar. Quería hacerlo pero no me salían lágrimas, y era incluso peor, quería a Fer aquí, a Fer bueno no al Fer con él que habia discutido. Y quería a Fortuna aquí, habia descuidado mucho a Fortuna, y también quería a Julio, Julio era un gran chico y un gran amigo... En fin, dejaría que ellos se fueran y yo me quedaría unos días aquí tranquilito reflexionando y luego volvería a casa, de donde nunca debí haberme ido...
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Brothers In L(ove)aw
RomansaMateo era un joven normal y con una vida de lo más tranquila, pero también bastante lujosa ya que era el futuro heredero de la corona de Jayus, un pequeño y acojedor reino. Pero todo cambia el dia que la hermana pequeña de Mateo, Anna, cumple 15 año...