Capítulo 55: Para protegerle

23 7 21
                                    

Después de un rato decidimos que lo mejor sería volver al castillo pues estaba anocheciendo, al llegar todos fueron a cenar menos yo, que fui a mi cuarto a descansar pues me sentía muy triste. Julio llegó a mi habitación con una bandeja con comida y me miró suplicante. -Siento... El golpe... Yo... Sabes que te amo, nunca quise golpearte... Te he traido esto ya que no has querido bajar a cenar- Yo asentí con la cabeza y comencé a llorar contra un cojin pues me daba miedo y me recordaba lo ocurrido. Julio dejo la bandeja en el escritorio y se acerco hasta sentarse a mi lado. -Mateo, yo no volveré a golpearle, te lo prometo- Yo suspiré y asentí con la cabeza para seguidamente abrazarlo. Él sonrio recibiendo mi abrazo y luego le di un beso, pero aún así esa noche no dormiría conmigo pues debia darle algún tipo de "castigo". Al comunicárselo él acepto el precio de su error y se marcho. Yo agarre una manzana entre toda la comida que habia y comencé a comermela en la cama, hasta que mi paz fue irrumpida por Fernando.
-Me han dicho que esta noche duermes solito...- Dijo entrando y cerrando la puerta con seguro, yo no sonreí al verlo pues si Julio se enteraba nos peleariamos otra vez y podria golpearme, o peor, hacerle algo a Fernando. -¿Cuando te marcharás?- Pregunte ignorando su comentario, él sonrio acercándose a mi cama y se sentó en ella mirandome. -¿Tanta prisa tienes por librarte de mi?- Yo sonreí ligeramente y negué con la cabeza. -Tú... Me causas problemas... No es tu culpa, simplemente...- Eso borro la sonrisa del rostro de Fernando así que me vi obligado a continuar hablando.
-Te amo... Y es por ello por lo que quiero que te marches, yo pondré todo en orden y por fin podremos estar juntos de nuevo...- Yo uni mi mano con la de Fer en un intento de convencerlo y él simplemente suspiró aceptandolo. -Me iré mañana mismo a primera hora, si prometes escribirme mientras pones todo en orden...- Yo asentí con la cabeza y subi mi mano a su mejilla. -Duerme esta noche conmigo, pero debes irte antes del anochecer o me causarás un buen problema- Fernando asintió y se tumbó conmigo para abrazarme, eso al principio me incomodó pues sabía que esto enfadaría a Julio pero no podia evitar sentirme más protegido en sus brazos.
Fer sonrió dándome un beso en la mejilla y luego dejo que apoyase mi cabeza en su pecho, mientras él simplemente acariciaba mi pelo lentamente. -Mateo... Quiero la verdad... ¿Esos asuntos que debes solucionar tienen que ver con el golpe que tienes en la cara?- Yo suspire y le abracé con fuerza pues él era el único que podía salvarme, pero si yo se lo contaba él podría morir intentando salvarme. Y prefería estar condenado, a vivir sabiendo que mate al hombre que amaba. -No, el golpe ha sido porque me he dado con una puerta, te lo he dicho antes...- Ante eso Fernando se incorporó haciendo que yo casi me cayese para quedar sentado en la cama, yo me senté también y le miré extrañado por su movimiento.
-Me estás mintiendo Mateo- Yo trage saliva y en un último intento por protegerlo negué con la cabeza. -¿Acaso quieres que me marche y no volver a verme? ¿Acaso no me amas? Pequeño por favor, ¿qué te ocurre? Me dices que todo va bien pero debes quedarte porque tienes asuntos que arreglar, y apareces con un golpe en la cara, lloras mientras cazamos sin razón y por si fuera poco cada vez que me acerco a ti pareces un animal asustado...- Yo baje la mirada y suspiré sin saber que responderle, pues no sabia que respuesta seria la menos indolora. -No te he mentido- Repeti intentando entender porque él sabía que yo le había mentido.
Fernando suspiro y se levantó cabreado para ir hacia la puerta. -Dime que está ocurriendo o me marcharé al amanecer, y no volverás a verme- Dijo amenazante sabiendo que eso me haría ceder, y en efecto lo haría, me haría ceder y ambos lo sabíamos. Y ojalá no fuera así, y ojalá Fernando no me conociera tan bien, pero yo debía inventarme algo para protegerlo pero también para tenerlo conmigo. -No te marches, te lo diré... Fernando... Mi padre no acepta nuestra relación, es solo cuestión de tiempo que lo haga pero... Mientras espero a que lo haga por favor, necesito que no estés presente- Fer me miro dudando de mi historia y luego suspiro acercándose de nuevo.
-¿De verdad era eso?- Dijo Fernando sonriendo y tumbandose a mi lado. -Perdón por ni habertelo dicho pero... No quiero que le hagas nada, realmente el golpe de la cara es que me agarro del cuello de la camisa, intente soltarme y al soltarme me di con el pico en la cara- Fer me abrazó y seguidamente me dio un beso en la cara. -Te amo principito, y si no quieres que hable con tu padre sobre el tema no lo haré... Pero no me ocultes cosas tontito, sabes que estoy aquí para amarte pero también para protegerte- Yo sonreí al oir eso y le abrace con más fuerza hasta que quedamos dormidos.
Al despertar Fernando no estaba, él había seguido mis órdenes y se había marchado antes del amanecer, me levanté triste pues sabía que Fer se marcharía y me dejaría solo aquí. Pero él debia estar en su castillo seguro, y apostaría lo que sea a que aquí no lo estaba. Pues para mi el veneno fue cosa de Julio, aunque los guardias no hayan sospechado de él. Baje a desayunar y todos estaban allí, incluida Chloe, cada día estaba más grande y se acercaba su bautizo, aunque lo que también se acercaba eran los 21 del principe más hermoso del planeta. -¿Cuando es tu cumpleaños?- Pregunte en un susurro nervioso mientras él resto comían, Fer fue él único que me escuchó y sonrio viendo como bajaba la cabeza y me sonrojaba después de preguntar. -En dos días, espero que puedas arreglartelas para venir- Yo también esperaba eso, seguí comiendo sintiéndome triste por la marcha de Fernando y después de terminar todos fuimos a la entrada para despedirlos. Una vez había estrechado manos con Fer y su padre, y abrazado a Chloe y a Anna ellos se marcharon. Yo quería suplicar a Fernando que se quedaría, que me protegiera, que me ayudara, pero sabia que él estaría mejor lejos.
Al subir de nuevo a mi habitación Julio me esperaba allí con algo en la mano, era un papel que el miraba con odio. -"Todo mejorará Mateo, y por fin lo que anhelamos se cumplirá... He escrito varias canciones más y ojalá pronto poder cantartelas... Todavía recuerdo aquellos días en la caballa de tu padre como los mejores de mi vida, bueno, hasta que llegó Anna... En fin, espero que puedas venir a mi cumpleaños, pues no habrá mejor regalo que tu presencia" ¿Te suena esto Mateo?- Yo senti un escalofrio pues por lo que habia leído daba por echo que era una nota que Fernando me había dejado como despedida.
-¡¿Se puede saber que cojones es esto?!- Julio estaba muy furioso, de echo nunca antes le habia visto tan furioso. Él tiró la carta al fuego y se acercó a mi para colocarme la mano en la mandíbula obligándome a mirarlo. -¿Iras a esa fiesta?- Yo le di un golpe en la mano para soltarme y me aleje un poco de él para responder con sinceridad pero también con enfado. -Si, porque es su cumpleaños y tengo derecho a ir- Y eso era cierto, yo estaba en mi derecho a ir.
-¿Y porque te lo quieres follar no?- Dijo mirandome de arriba a abajo, yo negué con la cabeza y respondí. -Tal vez él que necesita follarselo eres tú, olvídate ya de él-Dije con miedo a sus actos, y en efecto él me agarró de la camisa y me tiró contra el escritorio, pero algo no fue bien. No fue un golpe normal, fue mucho más doloroso. Me dolía muchísimo la mano y comencé a llorar, él al verme llorar se agachó y comenzo a mirarme la mano que me dolía.
-Esto se está hinchando... Voy a llamar a un médico, lo siento amor, lo siento- Dijo para salir corriendo, yo seguí llorando en el suelo pero ya no sabía si lloraba por dolor físico, por miedo o por que. Un médico llegó y examinó mi muñeca para determinar que tenía la muñeca dislocada, después me colocaron una escayola y me dejaron solo de nuevo con Julio. -No pensé que te fueras a dislocar la muñeca... Me he pasado, lo sé, soy un estupido... Y se que no me vas a perdonar pero Mateo, amor, de verdad que ha sido la última. Sabes que yo nunca querría verte llorar, anda ven aqui- Dijo intentando abrazarme, yo me resistí pero a fin de cuentas todavía tenía el brazo muy adolorido para defenderme. Así que acepte su abrazo y luego él se tumbo en la cama conmigo mirando el techo. Yo me tumbe a su lado y mire mi muñeca escayolada en silencio.
-¿Sabes? Ve a ese cumpleaños... Confio en ti y se que nunca serías tan estupido para caer en los brazos de ese idiota, aunque él es evidente que sigue enamorado de ti- Yo no respondí y simplemente suspiré, no queria enfadarle de nuevo o recordar lo recién ocurrido, así que simplemente ignore su comentario... Echaba tanto de menos al Julio amoroso y genial de antes, el chico perfecto se habia vuelto un demonio... ¿Pero porque? Si, yo sabia porque, porque yo había besado y tenido ciertos tocamientos de índole sexual con Fernando... Y ahora debia pagar por mis pecados, debia soportar su enfado pues yo lo había provocado...

Brothers In L(ove)awDonde viven las historias. Descúbrelo ahora