KENDAL
Pasé toda la noche llorando en casa de Mads, ni siquiera podía ir a mi piso porque cada metro cuadrado de ese maldito apartamento me recordaba a él. Tenía 20 llamadas perdidas de Jaden por lo que decidí apagar el teléfono.
- Mads: ¿estás segura?
- Sí, mañana cogeré el primer vuelo.
- Mads: puedo ir contigo si prefieres.
- No, de verdad que no Mads, no quiero que pierdas el curso y te alejes de Tony por lo culpa.
- Mads: no es ningún problema Kendal y lo sabes, haría cualquier cosa por ti.- ahora mismo me alegraba de tener a alguien como Mads en mi vida. Ella me entendía y siempre estaba ahí cuando la necesitaba.
- Estaré bien, no te preocupes, además estudiaré a distancia en la casa de mi infancia, afortunadamente no he encontrado ningún comprador.
- Mads: al menos déjame que te acompañe al aeropuerto.
- Está bien, te llamaré en cuanto llegue, te lo prometo.
Eran las 6 de la mañana y estaba en el coche de mi mejor amiga en camino al aeropuerto, había recogido todo lo que necesitaba de mi apartamento. No sabía cuánto tiempo estaría allí, así que cogí toda mi ropa. Estudiaría en la misma Universidad solo que a distancia así que lo tenía todo resuelto. Ha pasado una semana desde que vi a Jaden por última vez. Mi dolor estaba presente todo el tiempo, por lo que intentaba controlarlo. Estaban siendo los peores días de mi vida. Mi primer amor m había destruido como solo él podría hacerlo, y duele. Duele mucho.
Estábamos aparcando para ir a la puerta de embarque de mi vuelo.
- Mads: prométeme que me llamarás en cuanto llegues, ¿vale?
- Te lo prometo.
Estuvimos abrazadas y llorando hasta que anunciaron mi vuelo.
- Te llamaré todos los días, lo juro.
- Mads: te echaré de menos.
- Yo también.
Lo único que me quedaba en este mundo se quedaba a 300 kilómetros de distancia de mi. Durante el vuelo pude conciliar el sueño, me había pasado todas las noches llorando y sin poder dormir, así que dormirme me vino bien. Me desperté media hora antes de que acabase el vuelo y decidí encender de nuevo mi móvil para hablar un poco con Mads y decirle que me queda poco para llegar. Estuve hablando con ella hasta que desembarqué. Cuando entré a mi antigua casa, miles de recuerdos inundaron mi mente. Era la primera vez que los recuerdos de mis padres no me dolían, solo me alegraba recordar aquellos días. Estaba rota, y nada podía dolerme más, era inmune.
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GAME OVER AFRODITA [BORRADOR]
RomanceUna chica que no ha tenido mucha suerte en su vida a la que decide darle un giro, conoce a un chico, el más deseado de la Universidad, a quien tiene a sus pies. Las cosas parecen complicarse, el dolor es un sentimiento frecuente mezclado con el amor...