El día siguiente me dediqué a acomodar todas las cosas en el cuarto de invitados, mi vieja cama era un poco pequeña y la habitación de mis padres era suya, aunque ya no estuviesen aquí. La casa estaba amueblada, la dejé así porque no quería traerme nada de esta casa, quería empezar de cero. Fui a hacer la compra y tener suficiente comida para un mes. Cuando coloqué la compra estuve hablando por videollamada con Mads, le conté todo lo que había hecho y lo que ella había hecho durante el día. Me preguntó sobre lo de estudiar a distancia, y le dije que lo iba a manejar bien, que no se preocupase por mí.
No salía de mi casa, solo para hacer la compra y darme un paseo de vez en cuando. Aquí no tenía amigos, mi época escolar no fue del todo bien, sufría bullying porque estaba delgada, la gente se reía de mí porque me dedicaba a las redes sociales, me marginaban por escribir historias y lo peor de todo es que mis buenas notas académicas fueron la principal razón por la que empezaron a hacerme todo eso, por envidia.
Jaden ya no me llamaba, Bryce me llamó un par de veces, no se el motivo exacto aunque supongo que era para disculparse. Josh me mandó un mensaje pidiendo perdón, pero ni siquiera entré en el chat. No quería ver a nadie, Mads era la única persona a la que quería ver y en la que tenía toda mi confianza y apoyo.
Aún sigo sin creer cómo me pudo hacer eso, quizás si me lo hubiese dicho antes, hubiese reaccionado de otra forma, hubiese sido comprensiva siempre y cuando me lo contara Jaden y todo lo que saldría por esa preciosa boca fuese verdad.
Todavía tengo su canción de alarma, y si, me hago sufrir yo misma, pero a pesar de todo lo que ha pasado, no deja de ser un buen artista.
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Han pasado cuatro meses, cuatro meses sin verle. Ya no me duele tanto, la herida se cierra poco a poco y en todo este tiempo lo único que he hecho ha sido dedicarme a la Universidad y a mí misma. Era más fuerte, tenía más confianza y autoestima. Mads vino 3 veces a verme, no se podía permitir más viajes por los estudios, pero cada visita de ella me alegraba. Me gustaba saber que todavía tenía a alguien a quien le importase, y que la tenía a ella para cualquier cosa que necesitase. Mads nunca me mencionó a Jaden, cosa que le agradezco, porque, a pesar de que sea fuerte aún con solo escuchar su nombre, un escalofrío recorre mi espalda.
Hoy era sábado, no tenía nada que hacer porque ya me habían dado las vacaciones de Navidad. Me iba a dedicar el día para mi, iba a levantarme, a hacerme un buen desayuno, tomarme un baño caliente con música, depilarme y ver mi serie favorita. La he visto 3 veces y aunque sepa lo que vaya a pasar nunca me canso de verla.
Ese día deseé que la Navidad jamás hubiese empezado.
*Llamada entrante de Mads*
- Tú: ¡Mads, que alegría que me llames! Justo iba a llam....
- Tony: ¿Kendal,eres tú?
- Tú: ¿Tony? ¿Qué haces con el móvil de Mads?
- Tony: eso ahora no importa, necesito que vengas urgentemente.- dijo con la respiración acelerada.
- Tú: ¿Qué pasa?- pregunté asustada teniéndome lo peor.
- Tony: Mads ha tenido un accidente de coche.
- Tú: ¡¿QUÉ?! ¡¿Cómo ha pasado?!
- Tony: ahora no tenemos tiempo, cuando llegues te explicaré todo. Coge el primer vuelo que veas y ven aquí por favor, Mads te necesita.
Me quedé en shock. Mi mejor amiga había tenido un accidente de coche. Ahora sentía como mi mundo se rompía bajo mis pies. La única persona que me quedaba en mi vida estaba a punto de perderla. Las lágrimas salían sin control de mis ojos. No podía parar de llorar, no me creía lo que había pasado,pero ella me necesita, y ahora más que nunca. Sin pensarlo eché toda la ropa en mi maleta rápidamente y me dirigí al aeropuerto sin boleto de vuelta.
Pasé todo el viaje llorando, tenía ojeras por no dormir, y apenas podía conciliar el sueño pensando en que mi amiga peleaba entre la vida y la muerte. Tony me escribió que su estado era crítico pero que mejoraba conforme pasaban las horas. Aún sigo preguntándome cómo ha pasado esto. En cuanto anunciaron que habíamos aterrizado desabroché el cinturón lo más rápido que pude, cogí mis maletas y me dirigí al hospital. Cuando llegué, pregunté por la habitación de Mads y recorrí los pasillos a toda prisa. Al entrar a la habitación vi a Tony con los ojos enrojecidos de haber llorado mientras estaba sentado en una silla al lado de la cama de Mads.
- ¿Cómo ha pasado? - pregunté llorando.
- Tony: menos mal que has llegado.- me dijo Tony abrazándome.- Ella iba conduciendo y la llamé para ver si volvía a la casa y mientras cogía el teléfono un camión chocó contra ella.
- ¿Cómo está?- pregunté mirando solo a Mads.
- Tony: hace unas horas estaba en estado crítico pero ahora está mucho mejor, el doctor dijo que si sigue así, podrán darle el alta pasado mañana. Con suerte no le ha pasado nada malo.
- Menos mal. ¿Me dejas a solas con ella unos minutos, por favor?
- Tony: por supuesto.
- Mads, no se si me escuchas o no, pero estoy aquí, estaré contigo todo el tiempo que haga falta hasta que te recuperes, no te voy a dejar sola, aguanta un poco más por favor. - le dije mientras sostenía su mano y las lágrimas recorrían todo mi rostro.
- Mads: ¿Kendal?
- ¡¡MADS!!- dije emocionada y la abracé.
- Mads: auch, con cuidado.- dijo medio riendo.
- Lo siento, me dejé llevar por la emoción.
- Mads: ¿qué haces aquí?
- Tony me llamó diciendo que habías tenido un accidente y no tardé en coger el primer vuelo directo a Los Ángeles.
- Mads: ¿te irás?
- No, me quedaré aquí todo el tiempo que haga falta hasta que te recuperes.
- Mads: está bien.- dijo sonriendo.
*Tocan a la puerta*
En cuanto se abrió la puerta, la fortaleza que había estado construyendo durante tantos meses se derrumbó nada más verle.
Estaba ahí, de pie, observándome fijamente. Tenía ojeras y los ojos enrojecidos.
- Jaden: perdón, no sabía que estabas aquí.
- No te preocupes, yo ya me iba.
Mads me lanzó una mirada preocupada, yo asentí susurrándole que estoy bien y salí de la habitación. En cuanto salí me derrumbé, lloraba, lloraba como solo él sabía hacerme llorar. La herida que tanto me había costado cicatrizar se abrió con tan solo verle. Todo lo que había vivido con él inundaba otra vez mi mente. Esos malditos recuerdos que solo hacían que mi pecho ardiera, que doliera incluso más que aquella maldita noche de mi plan. Su voz me sacó de mis pensamientos.
- Jaden: Kendal...
Lo miré, y tenía la cara empapada en lágrimas.
- Jaden: Kendal por favor no llores, me rompe verte así.
- Tú me rompiste, tú ocasionaste cada maldita noche que pasaba llorando en mi casa, cada día sin dormir pensando en cómo pude caer. En como desde el primer día me dijiste que era tu presa y que tu meta era otra y yo caí, caí rendida a tus pies ignorando cada advertencia que me dijiste.
- Jaden: Kendal, escúchame por favor.
- No Jaden, tuviste la oportunidad de expresarte y no lo hiciste. No caeré esta vez.
Y sin más me fui, el dolor aumentaba, verlo de nuevo y llorando me rompía en mil pedazos.
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GAME OVER AFRODITA [BORRADOR]
RomanceUna chica que no ha tenido mucha suerte en su vida a la que decide darle un giro, conoce a un chico, el más deseado de la Universidad, a quien tiene a sus pies. Las cosas parecen complicarse, el dolor es un sentimiento frecuente mezclado con el amor...