GAME OVER AFRODITA [BORRADOR]

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KENDAL
Llegamos a mi casa y en cuanto entré me tiré en el sofá.
- Jaden: ¿Tan fuerte te di?- preguntó tirándose encima de mi.
- Cállate tonto.- respondí riendo y dándome la vuelta, de tal modo que estábamos cara a cara.
- Jaden: me encantas.- dijo dándome besos por el cuello.
- Jaden para me estás haciendo cosquillas.- le dije mientras reía.
- Jaden: tú no sabes lo que son cosquillas.
Y acto seguido empezó a hacerme cosquillas en la barriga.
- ¡Para, para, para!- chillé sin parar de reír.
- Jaden: no.- dijo sonriente.
Tras un rato sin parar de reír, paro.
- Jaden: me cansé hasta yo.
- Ahora tendré agujetas por tu culpa.
- Jaden: de nada.- dijo guiñándome un ojo.
- Tengo hambre...
- Jaden: si mal no recuerdo, tienes un cajón siempre lleno de dulces.- me cargó a los hombros y estuvo rebuscando por todos los cajones conmigo cargada como un saco de papas.
- Arriba.
- Jaden: ¿en este?
- No en la derecha.- dije señalando el cajón como podía debido a mi posición.
- Jaden: nena, ¿te comes esto tu sola y no te pones mala?
- No me lo zampo todo en una tarde bobo.
- Jaden: puede que esta sí.- sacó todas las bolsas que había y subimos a mi dormitorio.
Cuando entramos me dejó en la cama.
- ¿Cuándo dejaré de ser un saco de papas?
- Jaden: nunca.- respondió sonriente.
- Bonito plan.
Me levanté para coger el mando de la tele y empezamos a elegir películas.
Vimos 365 en la carta.
- Jaden: no quieras calentarme otra vez....- dijo tragando saliva.
Yo lo miré sonriendo maliciosamente.
- Jaden: Afrodita....
- Agh, está bien. Veamos Titanic entonces.
- Jaden: ¿Cuántas veces la has visto?
- Demasiadas como para contarlas, pero si no quieres ver 365....veremos esta.
- Jaden: ¿Tienes pañuelos?
- ¿Por?
- Jaden: siempre lloras con esta película.
Yo saqué una caja entera de pañuelos de mi tocador.
- Lista.- dije sonriente.
Empezamos a ver la película y yo me tumbé al lado de Jaden poniendo mi cabeza en su pecho rodeadole la cintura con los brazos.
Al terminar la película estaba Jaden consolándome porque lloraba a más no poder, y las bolsas de dulces y chucherías estaban por todas partes.
- Jaden: venga ya muñeca, es una película.
- No tienes corazón.- dije llorando aún más.- Él sacrificó su vida por ella.- cogí más pañuelos.
- Jaden: igual que yo haría por ti.- dijo secando mis lágrimas.
- ¿Lo harías?- pregunté mirándolo con cara de cachorro.
- Jaden: las veces que fueran necesarias.
- Te amo.- dije entre lágrimas.
- Jaden: yo también princesa, pero por favor deja de llorar por milésima vez por esta película o te prohibiré que la veas de nuevo.
- Está bien.
Y así me quedé dormida.

JADEN
Impresionante, llevaba 15 minutos llorando por Titanic. Os juro que no sabía que más hacer para que dejase de llorar. Obviamente lo que le dije era verdad, por supuesto que arriesgaría mi vida por ella.
Poco a poco se fue durmiendo. Me encantaba. Me tenía loco. Empatizaba con la película como una adolescente, parecía tan inocente, tan pura. Es única. Joder, que afortunado soy de tenerla de vuelta.

KENDAL
Me desperté y al abrir mis ojos me di cuenta que había dormido toda la noche abrazada a Jaden.
- Jaden: ¿Por qué te despiertas tan pronto?- dijo escondiendo su cabeza en mi cuello.
- Buenos días a ti también.
- Jaden: buenos días Afrodita.- me dio un beso y volvió a esconder la cabeza en mi cuello.
- Despierta ya.- dije riendo.
- Jaden: déjame descansar, estuve consolándote casi toda la noche.- dijo aferrándome más a él cogiéndome de la cintura.
- Exagerado, solo fueron 15 minutos.
- Jaden: da igual, gastaste toda la caja de pañuelos.- dijo viéndome.
- Titanic es hermosa, es obvio que llore con ella.
- Jaden: ajá.
- ¿Quién va a limpiar todo este desastre pregunté observando la habitación.
Había bolsas esturreadas por el suelo.
- Jaden: hay tiempo de sobra. Yo ahora solo quiero dormir.- dijo poniendo la almohada en su cabeza.
- Está bien, lo recogemos luego. Me iré sola a desayunar, sigue durmiendo bello durmiente.
Me fui al baño a arreglarme y al salir Jaden ya estaba vestido.
- ¿Cuándo te cambiaste?
- Jaden: en cuanto entraste al baño.
- Se puso celoso el señor Hossler.
- Jaden: en verdad ya no tenía ganas de dormir.
- Lo que tú digas...
Jaden río.
- Por cierto, Mads me envió un mensaje diciendo que vendrán todos hoy.
- Jaden: ¿todos? ¿Los chicos también?
Yo asentí.
- Jaden: me parece a mi que la palabra privacidad no existe en sus vidas.
- Y que lo digas.- dije poniendo mis brazos en su nuca.
Él me dio un beso largo.
- Jaden: delicioso desayuno.
Yo sonreí.
- No te lo discuto, pero necesito alimentarme. Hay una cafetería que vende unos cruasanes deliciosos, tienes que probarlos.
- Jaden: ¿Cuántas cafeterías te sabes?- dijo sonriente mientras me seguía escaleras abajo.
- Demasiadas.
- Jaden: eso estoy viendo.
Salimos de mi casa y nos montamos en el coche. Hoy iba a ser un día largo, y más porque los chicos vendrían por la tarde noche, y eso significa una sola cosa.
Fiesta.