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KENDAL
Llegamos al aparcamiento. Con suerte, aún quedaban 10 minutos y podría relajarme.
Mientras pensaba en todo lo sucedido, Mads tocó la ventanilla de mi coche.
- Mads: ¿estás bien?
- ¿Por eso querías que apagase la radio,no?
- Mads: sabía que acabarías así.- dijo sentándose en el asiento del copiloto.
- ¿Lo sabías? ¿Sabías que su canción se estrenaba hoy? ¡¿Sabías que salía en la radio?!- dije un poco molesta.
- Mads: Kendal cálmate, me enteré de lo de la canción ayer, estabas tan contenta con lo de la firma que no quería arruinarte el momento.
- Bravo Mads, ahora estoy echa polvo en el aparcamiento de la firma de libros de la que supuestamente tendría que estar súper feliz.
- Mads: lo siento Kendal, no quería hacerte sentir así, jamás haría algo que te lastimase y lo sabes. Sabes que quiero lo mejor para ti, no pensé en que saldrían en la radio. Te avisé porque recibí un mensaje de los chicos diciéndome que Jaden iba a ser entrevistado.
- Da igual Mads, lo hecho, hecho está.- dije saliendo del coche.
Dejé a Mads atrás. Estaba molesta con ella pero tampoco podría enfadarme para siempre. No es culpa suya, obviamente no lo es. Todo me ha pillado de sorpresa, necesito tiempo para procesarlo todo.
- Lexi: ¡Bienvenida, preciosa!- dijo mi jefa recibiéndome.
- Gracias Lexi.- dije mostrando la mejor sonrisa que podía ofrecer en este momento.
- Lexi: ¿Preparada para tu primer éxito?
- Claro.
- Lexi: bien, entremos.
Faltaban 5 minutos para recibir a la gente. Tras las puertas se podía ver la multitud de personas haciendo cola. Estaba nerviosa, no lo voy a negar. Era la primera vez que hacía esto y me enorgullece saber que hay miles y miles de personas que les encanta mi libro.
Mads entró y se posicionó a mi lado.
- Mads: lo siento, de verdad Kendal no quiero estar así.
- Solo necesito tiempo, ¿sí?
- Mads: lo entiendo. Tranquila, te saldrá perfecta la firma.- dijo dándome un abrazo y se sentó en una mesa que había en una cafetería cercana.
Llevábamos una hora y media firmando libros. Había recibido cartas de los fans y también pequeños regalitos. También me había tomado muchísimas fotos con todos ellos.
Me sentía rara, era una experiencia nueva y debería adaptarme.
Entre la gente vi a alguien que creí reconocer. Era alto, y tenía varios tatuajes.
Cuando llegué a verle la cara, mi piel se tornó pálida rápidamente.
No puede ser, no puede ser él. ¿Cómo está aquí?
En cuanto cruzamos miradas, sonrió maléficamente y se marchó.
Con suerte quedaban unas pocas personas por firmar.
Necesitaba encontrar a Mads rápidamente, aunque estuviese enfadada con ella.
En cuanto terminé le di las gracias a todos y llamé a Mads.
- Mads: ¿Ya terminaste?
- Sí. Necesito que vengas, ya.
- Mads: ¿Te pasa algo, Kendal?
- Tú ven, por favor.
A los 6 minutos, estábamos Mads y yo sentadas en una de las mesas de la firma.
- Mads: ¿Y bien?
- Está aquí.
- Mads: ¿Quién?
- Él está aquí, Mads. No entiendo cómo puede estar aquí. ¿Cómo ha logrado venir? ¿Y si vuelve a hacerme algo?
- Mads: te refieres a....- yo asentí tragando saliva.
- Me dijiste que dejó las drogas. ¡¿Por qué mierdas está él aquí?! ¿Qué quiere de mi? ¿Acaso no tuvo suficiente ya?
- Mads: tranquila, no va a pasar nada. Él no sabe dónde vives, nunca estuvo aquí antes. Me quedaré otro día más por si acaso, pero después tendré que irme. No puedo quedarme más tiempo.
- Ok, no te preocupes.

JADEN
Salí de la entrevista. Estaba feliz, por el lanzamiento de mi canción, por haber sido capaz de expresar lo que todo este tiempo había estado ocultando para mí y porque ella hoy tendría una firma de libros. La conozco de sobra, debe de estar demasiado feliz. Al fin logró su sueño. Se me dibujó una pequeña sonrisa en la cara. La echaba de menos, y mucho. Puede que hayan pasado 2 años desde que no la veo pero sigo amándola como el primer día. Jamás dejaré de hacerlo.
Ojalá encuentre a alguien que haga que su felicidad sea constante 24/7, que no tenga altibajos, y que la traten como se merece. Como la gran Afrodita que es.
Mientras abría la puerta de mi casa recibí una llamada de Bryce.
Dejé la Sway, pero nunca dejamos de hablarnos. De hecho, nos vemos todos la mayoría de días.
- ¿Bryce?
- Bryce: tengo malas noticias.
- ¿Qué pasa?
- Bryce: salió.
- ¡¿Qué?! - dije con el corazón en la garganta.
- Bryce: anda con cuidado, no sabemos dónde puede estar.
- Está bien.
Cuando entré a mi casa vi una nota en la mesa de la entrada principal. Reconocí la letra y la firma al instante. Mi corazón se paró al leerla entera.
"Qué pena...Los tortolitos se separaron. Trágicas noticias. ¿Qué estará haciendo ahora ella? ¿Habrá terminado la firma? No lo sé... Iré a comprobarlo yo mismo."
Hijo de...Va a por ella. ¡¿Joder, por qué no la puede dejar en paz?! Su problema es conmigo, no con ella.
Inmediatamente llamé a Bryce.
- Bryce.
- Bryce: ¿sabes algo?
- Demasiado. Va a por ella.
- Bryce: ¡¿Qué?!
- Me dejó una nota, va a por tu hermana, Bryce.
- Bryce: ese hijo de perra va a lamentar haber nacido. Iré a Malibú y me quedaré con ella unos días. Si no aparece, me volveré.
- Está bien. Pásate por mi casa, quiero que le des algo de mi parte.
- Bryce: estaré en 5 minutos.

Dicho y hecho, a los 5 minutos se presentó en mi casa.
- Dale esto.- dije entregándole un paquete.
- Bryce: ¿enserio?- preguntó, sabiendo perfectamente qué era lo que contenía.
- Lo necesitará.
- Bryce: ¿no vendrás?
- No creo que sea lo mejor, necesitamos alejarnos el uno del otro, y no pienso romper su fortaleza presentándome en su casa sin vernos 2 años.
- Bryce: te entiendo.
- Cuídala.
- Bryce: no lo dudes.

GAME OVER AFRODITA [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora