-¿Qué coño ha pasado aquí? –preguntó Alex al ver todo patas arriba.
Los sofás y la mesa estaban cambiados de sitio, esparcidos por todo el salón. Montones de cajas abiertas se repartían por todo el apartamento. La cocina era lo único que estaba intacta. La mayor parte de las cosas habían sido cambiadas de lugar. Carol recordó que James se quedó en el apartamento después de ella irse, por lo que a lo mejor fue él el que se dejó la puerta abierta y habían entrado a robar tras él irse.
Unos ruidos provenientes de las habitaciones del apartamento alertaron a Carol y a Alex. Él miró a Carol, pero Carol no dijo nada.
-Sigue detrás de mí. –dijo Alex en voz baja.
Carol le hizo caso y muy pegada a Alex avanzó por el salón para dirigirse hacia las habitaciones. Cuando alcanzaron el umbral de la puerta que conducía al pasillo los ruidos se hicieron más fuertes, y comenzaron a captar algunas voces. Continuaron caminando por el pequeño pasillo y Alex se detuvo antes de llegar a la puerta de una de las habitaciones. Se quitó la chaqueta y siguió avanzando muy lentamente.
-Sí, colócala ahí. –dijo una voz en el interior de la habitación vacía dónde James le dijo a Carol que iría su batería.
Alex no esperó más y entró en la habitación lanzándose sobre un hombre que se encontraba de espaldas. Echó por encima del misterioso hombre la chaqueta que se había quitado y lo tumbó al suelo. A Carol le daba miedo entrar y ver lo que estaba pasando, se encontraba paralizada. Había otro hombre en la habitación, pero éste se quedó inmóvil observando la situación
-¿¡Qué habéis venido a robar cabrones!? –gritó Alex sobre el hombre.
Tanto Alex como aquel hombre que tenía la cara tapada con la chaqueta se estaban revolviendo en el suelo. Debido a que no podía hablar, el hombre solo era capaz de emitir sonidos y Alex no era capaz de captar ninguna palabra. Alex, situado encima del hombre y éste con la espalda sobre el suelo, decidió retirar la chaqueta de su cara para que pudiese hablar y seguidamente darle un puñetazo.
Al lanzar la chaqueta por los aires y Alex levantar el puño para pegarle se detuvo. Carol entró finalmente en la habitación y contempló la situación con las manos tapando su boca. Alex se quedó en blanco, con sus ojos como platos y sin ser capaz de reaccionar.
-¡Carol! ¿¡Quién es éste!? –gritó James desde el suelo.
Nadie contestó. Alex se retiró de encima de James y pegó su espalda a la pared de la habitación mientras llevaba sus manos a su cabeza sin comprender qué estaba pasando.
-Carol… -dijo Alex finalmente mirando a Carol.
-Eso quería explicarte hoy, pero los planes se han adelantado. –contestó Carol nerviosa.
-¿Cómo es posible…? ¿Desde cuándo…? –intentaba preguntar Alex confuso.
James se levantó del suelo y comenzó a sacudirse los pantalones tras haber sido revolcado por el suelo de la habitación.
-Tu batería ha llegado, Carol. La estábamos colocando aquí junto con los sofás y los colchones. –dijo James mirando a Carol.
-Pensábamos que habían entrado a robar… -contestó Carol sorprendida.
-¿Robar? –dijo James dirigiendo su mirada esta vez a Alex. -¿Me ves pinta de ladrón?
-No… No. Por supuesto que no… -contestó Alex tartamudeando.
Una risa nerviosa cambió la expresión de Alex. No creía lo que estaba viendo. Pensó que quizás estaba soñando y todo aquello era producto de su imaginación. Se levantó con dificultad del suelo sin dejar de mirar de arriba abajo a James.
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The Day That Never Comes
FanfictionCorría el año 1988. La monotonía invadía su vida. Los días de Carol, una chica de 17 años de lo más peculiar, pasaban uno tras otro sin diferencia entre ellos. Ella quería emociones, las cuales nunca llegaban. Acontecimientos que no tardarán en lleg...