Aquella mañana había amanecido de lo más calurosa, señal de que se acercaba el verano.
Carol se despertó sin que llegara a sonar su despertador. Es extraño, pues le encantaba dormir. Faltaba media hora para que tuviera que despertarse, pero decidió hacerlo en ese momento, así podía arreglarse y desayunar con tranquilidad.
Era Miércoles, y el fin de las clases de acercaba. Plena época de éxamenes y poco después las ansiadas vacaciones. Pero antes de éstas, Carol debía realizar la prueba de selectividad para acceder a la Universidad. Tenía claro lo que quería estudiar: Psicología. La mente humana le apasionaba, saber cómo funcionamos.
Aprovechó el tiempo que se había despertado antes para repasar un poco el examen de ese día. Era el penúltimo, ya quedaba poco. Se arregló y bajó a tomar su desayuno. Al terminar salió de casa y con los apuntes en la mano y sus cascos de música puestos, recorría su camino hacia el instituto.
Cuando tan solo le quedaban un par de minutos para llegar a clase, chocó con alguien sin querer. Se trataba de su amigo Pablo, un chico alto, con muchas pecas y con una melena pelirroja preciosa. Carol lo conocío al entrar en el instituto hacía ya varios años. Desde el primer momento congeniaron divinamente, gracias a que compartían gustos comunes. A los dos les gustaba el mismo tipo de música e incluso coincidían en los gustos por algunos grupos, aunque si es cierto que de vez en cuando tenían sus enfretamientos por estos mismos motivos. Pero amaban la buena música, sobretodo el Metal y el Rock. Hacían descubrirse nuevos grupos mutuamente y eso les hacía hablar durante horas y horas.
- ¡Hey Carol! ¿Qué tal lo llevas? -preguntó Pablo.
- Bien, la verdad. Pero estoy deseando que termine esto de una vez. Quiero que lleguen ya las vacaciones de verano. -contestó Carol algo nerviosa.
- Eso queremos todos, parece eterno. Por cierto, ¿llegaste a hacer el reportaje de fotos a aquella chica? -volvió a preguntar Pablo.
A Carol le encantaba la fotografía, era uno de sus hobbies junto a hacer skate. Descubrió el mundo de la fotografía gracias a su padre, el cual la introdujo de pleno. Gracias a ello consigue algo de dinero para pagarse sus caprichos: comprar CD's, ir a conciertos, tomar algo fuera...
- Sí, lo hice. Y la verdad es que me lo pagó bien. Por lo visto alguien ya le habló de mí y le recomendaron que yo le hiciera el reportaje. Con el dinero que estoy ganando podremos ir en Septiembre al Mosters Of Rock, Pablo. -comentó Carol entusiasmada.
El festival al que se refería Carol era uno que se realizaba en varias ciudades importantes, hacia varios años años, pero nunca habían podido ir porque sus padres los consideraban aún demasiado pequeños para hacer un viaje "tan largo", puesto que ellos eran de Valencia, y porque además no conseguían reunir el dinero suficiente. En dicho festival tocarían todo tipo de grupos que ellos amaban y por fin podrían verlos en directo.
- ¿Lo dices en serio? ¡Eso es genial! Por fin Carol, por fin cumpliremos nuestro sueño. -dijo Pablo abrazando a Carol.
Sonó el timbre y acudieron a clase, tenían el examen a primera hora y tras esa hora serían algo más libres.
El día estaba a punto de concluir, tanto Carol como a Pablo habían bordado el examen y mañana se enfrentarían al último examen de 2º de Bachillerato. Un solo tirón más y podrían disfrutar del mejor verano que se les avecinaba.
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The Day That Never Comes
Fiksi PenggemarCorría el año 1988. La monotonía invadía su vida. Los días de Carol, una chica de 17 años de lo más peculiar, pasaban uno tras otro sin diferencia entre ellos. Ella quería emociones, las cuales nunca llegaban. Acontecimientos que no tardarán en lleg...