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Donghyuck le miró a Jeno y se quedó pensando por unos segundos.

Él tampoco estaba seguro, pero Jaemin le había dado su aprobación.

-Bien, te reto a que tú y Jaemin entréis en el armario por diez minutos y hagáis lo que os plazca dentro- dijo y bajó la mirada a sus manos.

Todos pensábamos que iba a salir mal, que después de aquello todo iba a ser diferente.

Solo esperaba que nuestros pensamientos fueran incorrectos.

Una parte de mí me decía que si todos pensábamos que iba a salir mal, era por algo.

El armario era muy pequeño para dos personas adultas como Jeno y Jaemin, iban a estar diez minutos allí encerrados, uno enfrente del otro, a milímetros de distancia.

Todos sabíamos que no iban a hablar solamente.

Aquello me aterraba aún más por las palabras de Jeno anteriormente. Él había elegido reto por que hiciera lo que hiciera, no iba a ser real.

No iba a ser sincero.

De nuevo, pensaba en Jaemin, él aceptó apesar de escucharle a Jeno.

No quería verle mal, simplemente no podría verle de ese modo por una idea que yo misma dí.

-Bien, sabía que iba a ser algo relacionado con Jaemin, podríais disimular un poco al menos- dijo levantándose mientras se dirigía al armario y lo abría -Ya sé por que habéis elegido el armario- dijo viendo el poco espacio que había.

Jaemin se levantó y se metió en el armario junto a Jeno.

Solo faltaba esperar a lo que ocurriría después de aquello.

No mentiré, fue la tercera vez que peor me sentí en mi vida.

Pasaron los diez minutos y les avisamos de que ya podían salir, tardaron unos segundos, pero después salieron y se sentaron de nuevo en sus anteriores lugares.

Me relajé un poco al ver que los dos estaban sonriendo, algo había ocurrido, no sabía el que.

Pero si estaban sonriendo, esperaba que fuera por algo bueno.