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Habían pasado unas horas desde que Renjun se tumbó junto a mí. Solamente estábamos abrazados, yo estaba medio dormida, y él tenía frío.

Ni siquiera recuerdo como sucedió, pero de un momento a otro Renjun y yo estábamos besandonos.

Mi mejor amigo y yo, estábamos besandonos.

Al apartarnos nos miramos. Bueno, toda la habitación estaba a oscuras, si no habría muerto de la vergüenza.

Apoyé mi cabeza en su pecho aún con el corazón acelerado. Estaba confundida. Ni siquiera sabía muy bien lo que había ocurrido.

-Te quiero mucho Irish- pude escuchar como tragaba fuerte. Estaba nervioso, al igual que yo. Le abracé más fuerte.

-Yo también te quiero-

Estaba realmente confundida.

Tenía la sensación de que a la mañana no íbamos a comportarnos como siempre.

No quería que mi amistad con Renjun terminara.

Pero tampoco sabía si yo quería que él y yo fuéramos algo más.

Desde que le conocí solo pensé en él como mi primer amigo. Se me haría extraño si también fuera mi primer amor.

Le abracé e intenté no llorar. Mi mente estaba pensado en muchas opciones sobre lo que podría pasar a partir de aquel momento.

Me asusté.

Tenía miedo.

Quería llorar.

Ninguna de las opciones que mi mente pensó era buena.