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-Buenas tardes familia- dijo mi abuelo nada más entrar a la casa con una gran sonrisa en su rostro.

-Buenas tardes papá- dijo mi madre abrazando a su padre y después a su madre.

-Buenas tardes hija mía- dijo la abuela.

Mi abuela y madre fueron a la cocina y Jisung le dió un abrazo a nuestro abuelo.

-Buenas tardes nietecito mío- dijo el abuelo devolviéndole el abrazo a Jiusng-ah.

Mi abuelo me miró.

-Buenas tardes mi nietecita- dijo dirigiéndose hacia mí y abrazandome.

Me sorprendí por su gesto pero unos segundos después correspondí el abrazo.

Era reconfortante saber que había gente que me quería tanto como yo a ellos.

Nos separamos del abrazo y nos dirigimos a la cocina. Mi padre y madre estaban terminando de preparar la mesa.

Cada uno nos sentamos en una silla. Mi abuela estaba en frente mía, desde que llegó no me miró ni me dirigió la palabra.

Por una parte, se lo agradecía ya que no quería causar problemas; y por otra parte, tenía miedo de lo que pudiera ocurrir ese día.