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Bajé a la cocina y preparé algo para desayunar.

Puse los dos desayunos en la mesa y esperé a que Renjun bajara.

Cuando se sentó en frente mía los dos empezamos a desayunar.

Era un ambiente incómodo. Ninguno de los dos sabía que decir.

-Gracias por el desayuno- le miré y sonreí.

-No es nada- dije y seguí desayunando.

Al terminar, puse los trastes en el lavavajillas y me senté de nuevo en la silla.

-Donghyuck me ha hecho recordar lo que pasó anoche- dije jugando con mis manos mientras las miraba.

Renjun se levantó y guardó los trastes en el lavavajillas, se volvió a sentar en la silla y me miró.

-Sé que estabas borracha, no tienes por que darme explicaciones. Solo, procura no volver a hacerlo- dijo apartando la mirada.

Sé levantó de la silla y cuando estuvo apunto de salir de la cocina hablé.

-Si te dijera que lo que dije e hice no era mentira ¿qué harías?- dije sin apartar la mirada de mis manos.

Pude escuchar como Renjun paró en seco. Se quedó callado durante unos segundos.

-Te pediría que me lo volvieras a decir honestamente- dijo y salió de la cocina.

Él quería que se lo dijera. Se lo iba a decir.

Solo tenía que coger el valor para decirle lo mucho que le amaba.