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Renjun llamó a la puerta y le dije que pasara. Yo estaba tumbada en la cama mientras pensaba en lo que ocurrió hacía tan solo unos minutos.

Renjun se tumbó a mi lado y suspiró. Le miré.

-¿Hay algo que te preocupe?- dije y me miró.

-¿A qué te refieres?- dijo confundido.

Miré al techo.

-Tal vez sean cosas mías, pero llevo unos días viendote algo extraño- nos quedamos en silencio durante unos segundos.

-A veces olvido lo bien que me conoces. Sí, me pasa algo, pero nada de lo que preocuparse. Te lo contaré más adelante- le miré y él me sonrió.

-¿De verdad que no me tengo que preocupar?- pregunté para asegurarme.

-Confía en mí-

-Confío en tí, pero si alguna vez te ocurre algo, no dudes en contar conmigo- asintió y unos segundos después de estar mirandonos la alarma de mi teléfono sonó. Eran las siete y veinte.

Nos levantamos de la cama y bajamos a desayunar, nos encontramos con mi madre, padre y las señoras Huang.

-Buenos días-

-Buenos días cariño- dijo mi madre mientras se levantaba y me daba un abrazo. Correspondí -He preparado vuestros desayunos- dijo poniendo dos tazas encima de la mesa.

Se volvió a sentar en su sitio y nos dijo a Renjun a mí que nos sentaramos. Después de desayunar mi madre dijo que iba a despertarle a Jisung, le dije que iría yo y eso hice.

Llamé a la puerta de Jisung-ah, como no recibí respuesta entré sin hacer mucho ruido.

Era tan lindo, no quería despertarle, pero tenía que despertarle para que fuera a clase.

Me acerqué a él y le llamé varias veces hasta que me miró y frotó sus ojos con sus manitas.

-Jisung-ah, tienes que ir a clase- dije y se dió la vuelta -Venga, levántate antes de que vengan mamá o papá a despertarte ellos mismos- me miró y después se sentó en la cama.

-No quiero ir a clase- dijo y bajó la mirada. Algo le pasaba. Me senté a su lado.

-¿Qué ocurre?- dije poniendo mi mano en su cabecita mientras le daba caricias en esta.

-Hace unos días que mi mejor amigo no va a clase y hay un niño que siempre me molesta- dijo y le abracé.

-Haremos una cosa, hoy vas a clase, y si ese niño te vuelve a molestar se lo contaremos a mamá y a papá para que hablen con él- le miré y él hizo lo mismo -¿Te parece bien?- asintió -Bien, ahora ponte el uniforme, iré a preparar tu desayuno- me levanté de la cama y me dirigí a la puerta, me paré al escuchar a mi hermanito.

-Gracias- le miré confundida -Gracias por ser mi hermana mayor-

Me quedé mirándole durante unos segundos y después sonreí.

-Gracias a tí Jisung-ah, gracias por aceptarme y quererme como tu hermana- me sonrió y después salí de la habitación cerrando la puerta a mi paso.

Jisung era encantador, era una de las personas más maravillosas del mundo y le agradecía de todo corazón el haberme aceptado desde el primer segundo que nos vimos.

му ωαуDonde viven las historias. Descúbrelo ahora