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Me encontraba en la habitación de mi casa, me levanté de la cama, cogí mi ropa y fuí a darme una ducha.

Era sábado por la mañana, lo que significaba que tendría todo el día libre para pensar en mis problemas.

Cuando me terminé de preparar me tumbé en la cama admirando el techo de color blanco.

Estaba pensando en una manera de decirle a Renjun lo que sentía por él.

Acababa de dejar mi relación con Lucas, tal vez si iba a donde Renjun a decirle que le amaba se lo tomaría como una broma.

Esperaría unas semanas antes de decírselo, no quería arruinar nuestra relación por ser tan directa.

Y de nuevo volvía a ser una idiota.

Sabía lo que sentía por Renjun, sabía lo que él sentía por mí. También sabía que la razón por la que no le decía sobre mis sentimientos era por que él se merecía a una persona muchísimo mejor que yo.

Renjun era una persona magnífica, de las mejores que conocí en mi vida. Le amaba con todo mi ser.

Y me odiaba a mí misma por haberme dado cuenta tan solo unas semanas atrás de mis sentimientos hacia él.

Regresé a mis sentidos al escuchar como alguien llamaba a la puerta de mi habitación.

-Puedes pasar- dije sentandome en la cama mientras veía como mi hermanito entraba a la habitación y cerraba la puerta a su paso -¿Ocurre algo?- pregunté al verle con la cabeza gacha.

Se acercó a mí rápidamente y me abrazó. Correspondí el abrazo.
Estaba completamente confundida, el día de ayer estaba dando saltos por toda la casa y en aquel momento estaba llorando entre mis brazos.

-Es Chenle, está saliendo a muchas citas con una chica de nuestra clase- dijo y entonces me derrumbé.

Jisung siempre estubo seguro de sus sentimientos hacia su mejor amigo. Yo, siempre le decía que se le declarara, pero él siempre se negaba, no quería ser rechazado por Chenle y que después de tantos años de amistad se alejaran el uno del otro.

-¿Cómo has llegado a esa conclusión?- pregunté sin más, ni siquiera sabía que hacer en aquel momento.

-Él mismo me lo dijo. Me llamó por teléfono diciendo que cancelaramos nuestros planes de hoy- se quedó callado durante unos segundos -Me dijo que iba a tener una cita con una compañera de nuestra clase- dijo aferrándose más a mí.

Puse mi mano en su cabeza y empecé a acariciar su pelo.

Me sentía una penosa hermana mayor, ni siquiera sabía cómo animarle.

-Tenía pensado declararmele después de ver la película que tanto habíamos esperado ir a ver al cine-

Aquello me destrozó aún más. No me gustaba ver de ese modo a mi hermanito, quería verle sonreír, como hacía siempre.

Aunque pareciera imposible de creer, no fue lo peor que pasó aquel día.

A la noche, Chenle vino a quedarse a dormir en nuestra casa.

Fue horrible ver como Jisung ni siquiera se molestaba en sonreír cuando su mejor amigo le hablaba.