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Como en otros capítulos, los diálogos que están escritos en cursiva son hablados en ruso, pero los hago así para evitar las traducciones. Se sobreentiende que eso es algo que Lianna no entiende, porque ella no habla el idioma, pero que Demian y los demás personajes (Viktor, su padre, etc) sí.

¡Disfruten la lectura!

CAPITULO SESENTA Y SEIS

Demian

Tener el cuerpo de Lianna pegado al mío después de semanas sin verla, se siente demasiado bien.

—Estuvo bien—me responde a mi pregunta sobre el viaje. Tiene un moño descuidado en la parte alta de su cabello y un gesto cansado, que parece ser incluso desde antes de viajar. Hago un repaso rápido de su cuerpo, sin poder evitar la mueca al ver la muñequera elástica cubriendo su muñeca izquierda.

—¿Duele?—levanto su mano y la examino.

—No—me sonríe—. Dentro de dos días podré quitármela—murmura.

Por algún milagro de la naturaleza, rompo la visión de sus ojos y salgo de la burbuja hermética donde nos hemos metido ambos desde que ella saltó sobre mí.

—Genial—le sonrío sinceramente y miro a Thomas. Él me da una mirada divertida, supongo que por todo el recibimiento con Lianna—. ¿Cómo estuvo el viaje?

—Muy tranquilo, dormí buena parte de él—me dice.

—Él es Vlad—dejo que el hombre y Lianna se presenten y luego, nos disponemos a salir del aeropuerto.

Supongo que Lianna y Thomas quieren descansar, porque realmente los vuelos pueden ser agotadores, así que quiero que lleguemos a casa rápidamente.

Viktor probablemente está esperando detrás de la puerta de entrada como un perro abandonado y estoy seguro de que tendré que tener más de una charla con él para que evite sus bromas molestas con Lianna o esto podría tornarse incómodo.

Me cuelgo el bolso de Lianna en el brazo y agarro la maleta con mi mano izquierda.

—Puedo llevar mis cosas, ¿Sabes?— ella me da una mirada divertida e intenta agarrar sus cosas, pero moviendo, poniendo un ceño determinante en mi rostro.

Debo confesar que extrañé fruncirle el ceño a Lianna y causarle un poco de ansiedad.

—No—le digo—, tienes la mano lastimada.

—Tengo dos manos, Demian—replica.

Mujer, hace más de tres semanas que no nos vemos, ¿Y ya quieres buscar pelea?

Lianna se está consiguiendo su primer culo rojo al estilo soviético.

—Sí, pero planeo tomar esa mano—gruño, entrelazando sus dedos con los míos. Sin darle tiempo a replicar comenzamos a caminar hacia la salida, seguidos por Vlad y Thomas. Este último nos observa con diversión y el ruso oculta una sonrisa por mi actitud. Vladimir ha conocido a Verónica, pero ni de lejos se parece a esto. Para empezar, viajamos juntos y la mujer no hizo más que quejarse del vuelo, el clima y cualquier cosa que pudiera ser objeto de su desagrado. Ni Thomas ni Vlad interactuaron mucho con ella, apenas soportándola.

Sin embargo, estoy seguro de que Thomas quiere más a la muñeca. Se ha ocupado de mantenerme al tanto de ella, incluso cuando no se lo he pedido y también sé que Vlad y ella podrían tener una buena relación de no ser por la barrera idiomática.

Cuando salimos, el frío aire invernal nos golpea y el cabello de Lianna se suelta por el viento. Nos metemos en la camioneta rápidamente —Vlad y Thomas van delante— y yo me subo en los asientos traseros con ella. Metimos todo el equipaje en el maletero, por lo que el espacio es cómodo.

Sinestesia | ¡Pronto en físico! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora