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Este es un capítulo bastante especial, así que espero que les guste <3

CAPÍTULO CINCUENTA Y OCHO

Demian

Me asustas, Demian...

No puedo controlar lo que siento por ti...

El amor es malo, daña, yo... no quiero amarte.

Pero lo hago.

Samuel engaña a Brass, ¿Eso es amor? No lo quiero si es así.

Mamá y papá también decían quererme y me dejaron.

¿Por qué dijiste que me querías?

Me despierto sobresaltado mientras mi cerebro sigue repitiendo una y otra vez las palabras de Lianna.

—¿No dije nada comprometedor, cierto?

—todo lo que decimos nos compromete.

Ella está acostada a mi lado, ajena a todo, durmiendo y yo la miro por lo que parece una eternidad. Está boca abajo y la sábana cubre hasta la curva de su culo, dejando una vista clara de la piel suave de su espalda. Algunas pecas y lunares están dispersos por su piel y no puedo resistirme a deslizar mi mano por la línea de su columna y ella se mueve.

Contrólate, Pavlov.

Le mentí. Jodidamente le mentí. Me preguntó dos veces si había dicho algo más mientras estaba medio consciente y le dije que no, que solo habló sobre Brass y su drama de amores de su novio, pero es mentira. Dijo muchas cosas que necesitaba escuchar pero que ciertamente ella no estaba preparada para decirme. Su mente solo lo soltó porque Lianna estaba libre de cordura y no podía controlar sus pensamientos, así que estos fluyeron.

Mantengo mis ojos en ella, en su figura vulnerable y tentadora, mientras mi cerebro trabaja. Irme a Rusia jode todo. Las relaciones a larga distancia son una mierda y a pesar de que solo planeo estar lejos de Lianna por unos cuantos días, duele.

Cuando viajé a Rusia antes de ella— en mi relación con Verónica— el pecho no me dolía como ahora y la sensación de estar dejando todo lo importante atrás no martillaba contra mi cerebro. Tal vez porque sabía que Verónica podía apañárselas por sí misma mientras no estuviera — de hecho lo hizo tan bien, que incluso se las apañó para follarse a otro— pero con Lianna... un mes, un jodido mes y la muñeca de ojos grandes y cabello rebelde está metida hasta la médula en mi cuerpo.

¿Cómo abandonas a una persona que le tiene terror al abandono sin causarle daños? ¿Cómo voy a dejar a Lianna sabiendo que esto le causa dolor? Lo sé, aunque ella no lo diga. Ni siquiera creo que se dé cuenta de lo expresivos que son sus ojos color chocolate cada vez que intenta ocultarme algo.

Pero, ¿Qué voy a hacer? ¿Pedirle que se vaya conmigo? No puedo ser tan jodidamente egoísta. A pesar de que Lianna y yo estamos más que involucrados, no puedo pedirle eso. Tiene a Brass, un trabajo y una vida además de mí y pedirle que renuncie a eso por vaya uno a saber cuántos días es demasiado egoísta.

No puedo hacerle eso, especialmente porque Lianna probablemente diría que sí y eso es aún peor, porque luego llegará el arrepentimiento y terminará por odiarme. Prefiero estar dos semanas lejos de ella a perderla por más tiempo.

Me froto el rostro, cierro los ojos y miro por la ventana para darme cuenta que está comenzando a amanecer. Dentro de no mucho, sonará la alarma, Lianna se irá y yo tendré que empezar a organizar toda la mierda para viajar el lunes. Traslado mi obsesión por el orden y la meticulosidad a todos los aspectos de mi vida, no solo al área sexual, así que, aunque faltan cuatro días, pienso tener preparada las maletas y todo lo que necesito. Ya tengo el pasaje de ida y uno sin fecha de retorno, porque no sé cuánto tiempo durará mi estadía en mi país paterno.

Sinestesia | ¡Pronto en físico! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora