2.

192K 14.4K 8.6K
                                    

CAPITULO 2

—Déjame ver si entendí— Brass me observa como si me hubiera salido un tercer ojo—. Fuiste al sexshop, intentaste contratar a un sicario... Luego, fuiste a un club fetichista y tuviste un intercambio caliente con el dueño del lugar y luego... ¿Saliste corriendo?

Tal vez no debí darle tantos detalles.

—En resumidas cuentas, sí, eso fue lo que pasó— algo golpea mi rostro—. ¡Oye!

—¿Eres estúpida, Lianna? — Brass me tira otro almohadón a la cara y tiene éxito, porque no logro esquivarlo—. ¿Perdiste la oportunidad de tu vida porque eres tímida?

—¡No soy tímida! — me defiendo, aunque ambos sabemos que Brass tiene razón.

Él luce ligeramente arrepentido por haberme golpeado con los almohadones.

—A ver, ¿Vamos de nuevo? — Brass toma una respiración profunda mientras me observa sentado en el sillón opuesto al que estoy yo, en nuestro departamento—. Cuéntame, Lianna, ¿Qué fue lo que pasó?

—Fui al sexshop y tonteé un poco con el vendedor— confieso—. Al menos, eso me pareció— sigo—. Luego, fui al maldito club fetichista, Seks, y ahí había una chica rubia, ella me dijo que podía entrar y hablar con una mujer llamada Paulette— vuelvo a decir—. Detrás de la tal Paulette, estaba...

—El hombre caliente— dice él— .¿Y luego?

—Luego él se ofreció a... darme una experiencia de primera mano con el bdsm— murmuro—. De todos modos, eso jamás pasará.

Brass me mira y sé que quiere ahorcarme o al menos, golpearme con otro almohadón. Tal vez ambas cosas.

—¿Por qué no?

—Es un desconocido, Brass— le digo—. Además...

—Es lo que necesitas para tu tesis.

—Lo que necesito para mi tesis son datos, opiniones relevantes, no un polvo con el dueño de un club fetichista.

—Él ni siquiera dijo que tendrían un polvo—me corrige—. Sólo se ofreció amablemente a instruirte en el arte del bdsm.

—¿Arte del bdsm? — lo miro, soltando una risa seca—. Escucha, Brass...

—No digo que sea un arte como arte, solo creo que es algo intrincado y realmente deberías tomarte en serio esto si vas a hacer tu tesis sobre este tema— me dice.

—Tendría que haberle dicho que no al profesor— murmuro—. Mi tema sobre el machismo no era malo.

—Lo sé.

—¿Entonces por qué lo descartó?

Brass se encoge de hombros.

—¿No son los psicólogos los que dicen que hay que salir de la zona de confort? — me dice—. Tal vez deberías hacer eso.

—Tal vez— murmuro sin estar convencida—, pero dejemos el tema, ya ha sido suficiente... masoquismo y psicología por hoy.

—Es cierto— me dice sonriendo—. Oye, Sam y yo vamos a ir a tomar unas cervezas al bar nuevo, el que está a unas cuadras de aquí— comenta—. ¿Quieres venir?

—Tengo que avanzar con la tesis – me excuso.

—Dijimos que ya fue suficiente de masoquismo y psicología por hoy— mi mejor amigo ladea la cabeza—. Además... tengo miedo de que pierdas toda tu vida por la psicología, Lianna.

—Es lo que me apasiona.

—Lo sé, pero no debes dejar que eso te consuma— Brass se estira en el sofá y suspira—. En serio, ¿Cuántas veces hemos salido juntos el último año? ¿Una o dos veces?

Sinestesia | ¡Pronto en físico! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora