Sinestesia | ¡Pronto en físico!

Extra

Escena extra, como agradecimiento por las 5 millones de lecturas en la historia <3

Es el punto de vista de cuando conoció a Lianna, ¡Espero que les guste!

pd: recuerden que la serie Seks ya tiene cuatro libros completos, un quinto en proceso y dos más que están próximos a ser publicados <3

Thomas me está hablando pero no le presto mucha atención, aunque lo intento, juro que lo intento.

—Así que le dije a Julia que no me dijera eso, porque era irrele... ¿Me está escuchando?— se interrumpe, observándome.

—Si... No, lo siento— me froto el rostro—. Hoy es uno de esos días donde mi cerebro...

—Lo comprendo— sonríe, doblando en una esquina—. No se preocupe.

—Tu esposa necesita relajarse— me presiono las sienes—. Sé que debo darte las vacaciones, pero te necesito esta semana y...

—Tampoco es un problema— dice, restándole importancia—. No es como si estuviera esclavizado, Demian.

Le doy un gesto de disculpa, sabiendo que esto no hubiera pasado de no ser porque la semana ha sido un desastre y, cuando Thomas se estaciona frente a Seks, me despido, entrando al club. No pasa mucho antes de que mi secretaria me ataque, cargando una pila de papeles y una expresión alterada.

—Buenos días, Demian— me saluda—. Hay cuentas que pagar, Dorian ha dicho que no encuentra sus cosas en los casilleros, Gemma quiere saber si podemos adoptar un conejo y...

—Diles que no, me ocuparé de Dorian luego— murmuro, entrando a la oficina. El cuadro insípido en la pared se burla de mí mientras me dejo caer en la silla y suspiro, escuchando atentamente todo lo que me está diciendo Paulette.

—También llamé al proveedor de preservativos, dijo que los traería esta tarde— añade.

—Bien.

Se apoya contra el marco de la puerta y me observa. Es una mujer de cuarenta años, teñida de rubio, a la que conocí aquí y le ofrecí un trabajo, un día que me salvó la existencia con su facilidad para organizar todo.

—¿Quieres un café?

—Más que un café, necesito una...

—Buenos días, primo favorito— la voz de Andrei me interrumpe, entrando sin tocar—. ¿Cómo estás?

—Vete.

—Qué descortés— se queja—. Hola, Paulette.

—Hola, Andrei— la mujer sonríe y me observa—. Estaré en la barra, reponiendo los licores.

—Gracias.

Cuando ella se va, mi primo va al sofá y se deja caer en él.

—Luces estresado.

—Qué perspicaz.

—Necesitas hacer algo con tu vida, además de tener el club— asiento, pero no le digo nada—. Pasó casi un año desde que Veronica y tú terminaron— me recuerda—. Tu polla ya debería estar lista para probar otros labios... si sabes a lo que me refiero.

Resoplo. La mención de mi ex no es algo que me alegre, precisamente y él lo sabe.

—¿Por qué estás aquí? Ve a recitarle la constitución a alguien más.

—Nik está intentando convencer a alguna sumisa de hacerlo con ambos, pero...— chasquea—. No importa, ¿Tú qué me dices?

—Estoy trabajando.