Sinestesia | ¡Pronto en físico!

14.

CAPÍTULO CATORCE

Cuando llegamos al edificio nuevamente, yo tengo una mezcla de sentimientos. Por un lado, la ansiedad por descubrir qué es lo que planea Demian, la alegría de finalmente sentirme cómoda alrededor de alguien que no sea Brass también me abruma y por último, el temor.

¿Es obvio, no?

He sacado las cuentas y hace más de cuatro años que no comparto una noche con alguien. Hablo de dormir junto a alguien que no sea Brass. Mis últimos encuentros sexuales fueron meramente eso: encuentros sexuales que así como terminaron, levanté mi ropa, me vestí y me fui.

Creo que dormir cuerpo a cuerpo no se me da demasiado bien.

-¿En qué piensas? - la voz de Demian me saca de mis pensamientos justo cuando estamos subiendo al ascensor.

-En nada en específico- le respondo, mientras muevo casi de forma distraída el anillo en mi dedo-. ¿De quién era la frase finalmente?

Demian sonríe.

-¿No vas a rendirte, verdad? - lo miro en silencio, esperando-. No voy a decirte.

-¿Por qué?

El hombre se encoge de hombros.

-Porque no quiero, tan simple como eso.

-Pero...

-Si sigues insistiendo, en serio te lo diré dentro de un año.

Lo miro por unos cuantos segundos antes de preguntarle lo que ya ha rondado en mi cabeza durante la noche.

-¿Piensas que dentro de un año vamos a seguir en contacto?

-¿Por qué no lo haríamos? ¿Planeas deshacerte de mí cuando termines tu tesis? Me siento usado, muñeca.

-No lo sé... - lo miro, esperando a que él diga algo -. ¿Usualmente cuánto dura esto si no es algo definitivo?

-Nadie empieza creyendo que será definitivo - murmura-, pasa el tiempo, miras hacia atrás y dices... Oye, llevamos más de diez años metidos en esto, ¿Tal vez es momento de llamarlo "definitivo"? - dice-. Dura lo que nosotros deseemos que dure- sigue.

-¿Cuánto tiempo...?

-Cinco años - dice antes de que pueda terminar de preguntarle cuánto tiempo duró su relación más larga.

-¿Por qué terminaron?

-Teníamos distintos intereses- Demian carraspea luciendo un poco incómodo-, y distintas prioridades.

-La querías- murmuro.

-Es inevitable- él me da una sonrisa tensa-. No te das cuenta, pero llega un momento en el que caes en lo que sientes por la otra persona. Es algo normal, pasan demasiado tiempo juntos, comparten la cama, hablan... es natural que te enamores o sientas cariño.

Tardo unos cuantos segundos en volver a hablar.

-Bueno... no tienes que preocuparte por eso aquí- nos señalo a ambos-. No voy a enamorarme de ti ni tú de mí.

Él sonríe y se ríe, negando. Me responde con sarcasmo.

-Por supuesto que no.

-Bien- carraspeo.

-¿Por qué terminó tu última relación?

Inflo mis mejillas, pensando en cuándo fue eso. Creo que aún existían los dinosaurios por ese entonces. Ni siquiera estoy segura de que pudiera llamar a eso una relación.