47.

106K 9.7K 7.4K
                                    

CAPÍTULO CUARENTA Y SIETE

Viktor sigue sonriendo mientras Demian tiene su rostro más y más rojo, al punto en que comienzo a preocuparme. Luce completamente enfadado.

—¿Estás bien?

Él asiente mientras el nuevo hombre se ríe.

—Él solo está enojado porque adulé tus piernas, zolovka. Es un hombre tóxico el que tienes aquí.

Frunzo el ceño ante la misma palabra con la que me ha llamado ya dos veces.

—¿Qué significa eso? — pregunto.

—Cuñada— me dice Demian en un murmullo.

Creo que si el hombre frente a mí me hubiera llamado puta, me hubiera chocado menos. Le doy una sonrisa tensa y cuando voy a decir algo, el hermano más joven levanta una mano y dice:

—Si te acuestas con mi hermano, duermes en su cama al menos una vez a la semana y son exclusivos, eres mi cuñada.

Demian suspira y se levanta.

—Viktor, en serio quiero matarte.

—No, no quieres hacerlo. Soy tu hermano favorito— el hombre se inclina y cruza los brazos—. De todos modos, solo dije la verdad. Ella es mi cuñada.

Demian lo mira y por un segundos, creo saltará sobre su hermano y lo golpeará.

—Demian— le hablo, intentando sonreír—. Escucha, creo que me voy a ir a casa así ustedes pueden hablar y... hacer lo que necesiten hacer, ¿De acuerdo?

—No— Demian mira a su hermano con los ojos entrecerrados—. Tenía un fin de semana planeado, Viktor, no me gusta cambiar los planes.

—Pues, tendrás que ser más espontáneo, hermanito, porque he cruzado el océano para verte— el hombre hace una suerte de mueca caprichosa y yo evito sonreír, porque toda esta situación parece sacada de una novela y Demian en realidad no luce tan enojado—. Olvidaba tus problemas con los cambios— me quedo callada, solo mirando mientras ellos tienen un duelo de miradas y Viktor termina suspirando—. Debí haber avisado, tienes razón.

Bueno, al menos Demian tiene los ojos de vas a decir/hacer lo que yo quiero incluso con su hermano. No soy la única idiota en caer, sip. Su hermano y yo podríamos hacer un club.

—Entonces...— carraspeo—. Demian, me voy a casa.

—No, quédate— Demian me da un vistazo rápido y luego a Viktor—. ¿Cuánto tiempo vas a quedarte?

—Solo tres o cuatro días, también planeo saludar a Andrei. ¿Conoces a mi primo, zolovka?

Antes de poder responder, Demian habla.

—Bien— Demian le dice algo en ruso y yo ya me voy preparando mentalmente para perderme la mitad de las conversaciones de aquí hasta que Viktor se vaya. El hermano menor le responde con una sonrisa y dice algo demasiado rápido siquiera como para que intente captar una palabra—. Lianna, ¿Podrías quedarte un rato en la habitación?

—Sí, claro— me muerdo el labio antes de preguntar—. ¿Podrías prestarme el portátil para avanzar con algunas cosas de la tesis, por favor?

Él asiente y sale de la cocina para buscarlo.

—¿Tesis? ¿Qué estudias?— me cuestiona con curiosidad el recién llegado.

—Psicología— le respondo a Viktor.

—Luces joven para estar haciendo una tesis.

Como no dice nada más, no puedo evitar murmurar:

Sinestesia | ¡Pronto en físico! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora