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.-¿Estoy bonita?
Gia sonrió, sentada en modo indio, sobre la cama de Sophie:-Estás hermosa, seguro lo vas a dejar babeando.
La chica usaba una falda de mezclilla, una camisa sencilla blanca amarrada, mostrando su abdomen, sus botas blancas nuevas y una chaqueta de mezclilla. Se soltó el cabello, suspiró mirándose al espejo.
-Todo saldrá increíble- aseguró Gia- pasala en grande- la abrazó, sonó el timbre, ambas se miraron y luego miraron la puerta- creo que llegó.
Bajaron las escaleras, Gia fue quien abrió la puerta, dejando pasar a Milo, quién quedó un poco absorto al ver bajar a Sophie, tenia un pequeño ramo de flores, Sophie no entendió porque sintió que el tiempo se detuvo al verlo.
-Estás hermosa- sonrió él, mirándola de arriba a abajo- de verdad hermosa- se acercó hasta el pie de las escaleras, donde ella había quedado en el último escalón. Frunció sus labios, con una sonrisa, ella lo besó.
La cargó hasta dejarla en el suelo, Gia miraba la escena como toda madre orgullosa:-Nos vamos- anunció la castaña- hasta más tarde.
-Hasta más tarde- canturreó Gia. Ambos salieron de la casa, Milo la detuvo, haciéndola girar hasta colocarla contra su cuerpo.
-Estás tan preciosa- pasó sus dedos por el espacio entre la falda y las botas, ella tembló- esa falda me está tentando tan mal.
Ella alzó las comisuras de sus labios, batiendo suavemente sus pestañas:-Tendrás que esperar después de la cita para eso- respondió sobre sus labios.
La besó suavemente, subieron al auto, la chica quiso preguntar a donde iban, pero no lo hizo, solo se quedó esperando a llegar al lugar. Observó la vestimenta de Milo, preguntándose porqué se veía tan bien, vestido de forma tan simple, usaba unos jeans oscuros y una camisa de vestir blanca, dejando unos botones sin abrochar. Ella sentía que estaba babeando.
¿De donde saca esas faldas? Se preguntaba Milo, mientras conducía al restaurante donde llevaría a Sophie, luego irían a otro lugar pero eso ya era sorpresa. El restaurante en si, no era formal ni costoso, era un lugar casi familiar.
Cuando llegaron, a Sophie le agradó el ambiente de inmediato, e incluso el pelinegro corrió la silla para ella. La castaña sentía en su mente, como sus pequeñas neuronas parecían en crisis, estaba en una cita con el.
-¿Qué quieres comer?- preguntó Milo, ella se encogió de hombros, mirando el menú, al menos los platos no tenían nombres raros, y también agradeció haber dejado su chaqueta en el auto porque adentro hacia un poco de calor.
-No lo se, ¿que vas a comer tu?- cuestionó, el chico se encogió de hombros- me da nervios que llegue el mesero y yo no saber que ordenar.
Milo alzó las cejas divertido:- Puedes decirle que aún no estás lista para pedir, ¿sabias?
-Si lo se, pero debería saber que ordenar- rodó los ojos- igual creo que voy a pedir lasagna- comenta.
-Excelente elección- dijo Milo fingiendo un tono elegante- yo pediré pasta también, porque no tengo imaginación ni concentración, solo estoy pensando en tus piernas.
ella lo pateó por debajo de la mesa, haciendo que siseara ante el leve dolor que le produjo.
-No puedes decirme esas cosas en público- regañó- no puedo hacerte nada aquí.
-Siempre podemos usar el baño.
Ella rió, luego de ordenar, continuaron hablando sobre películas, sobre música, cosas que tenían en común y cosas que los hacían querer pelear.
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Cybersex 《Milo Manheim》✔ EDITANDO
FanfictionEl sexchat es divertido, hasta que la persona con la que charlaste es nadie más y nadie menos que la chica que trabajará contigo. Milo y Sophie se divirtieron hablando anonimamente en una página para hablar con desconocidos. Sophie llega a Disney p...