Cybersex 《Milo Manheim》✔ EDITANDO

27.

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Sophie miró de nuevo su móvil, frunció el ceño al ver ese "Soph", ella nunca le había dicho su nombre al chico detrás de la pantalla, ¿y si no era más que alguien de su escuela? ¿y si todo había sido una broma?

Mordió su labio nerviosa, intentando que las lágrimas no salieran, era demasiado sensible y todo esto la ponía peor. Cuando consiguió una respuesta, no quiso abrir el mensaje, pero de todas formas lo hizo.

mm.69: te dije Soph?

mierda, lo siento mucho. Estaba tan pendiente de que tenía que llevarle algo a mi hermana (se llama Sophia) que escribí su nombre

lo siento mucho

babygirl_: oh, no te preocupes

pensé que estabas hablandote con una chica llamada Sophie o algo así

mm.69: nop, solo contigo jsjs

¿cómo te llamas?

babygirl_: te lo digo luego

Tengo que irme

mm.69: cuidate :D

Milo soltó el aire que tenia retenido desde el momento en que había mandado ese mensaje, era un idiota, como demonios se le había pasado escribir el nombre de ella. Esperaba que Sophie se lo creyera, porque no quería tener que dar explicaciones o peor, decir la verdad de quien era.

Quizá en algún momento, Sophie no lo habría odiado en caso de descubrirlo, pero sabía que si lo hacía,  iba a odiarlo, la conocía.

Sophie terminó por dejar su móvil y comenzar a estudiar, debía presentar una prueba, preparar todo para irse a Toronto, y además, ver si su padre podía verla el día de su cumpleaños, estaba consciente que su mamá no estaría ni pendiente de eso, quizá solo le enviaría unas flores o algo, pero no se tomaría las molestias de ir hasta allá. 

Con un suspiro resignado, envió un mensaje a Milo, diciéndole que estaba ocupada estudiando y que esa noche no podrían salir. Diez minutos después, el pelinegro le había mandado cena por delivery con una pequeña nota.

"Bonita noche, muñeca".

Sophie no sabia que tenia con Milo pero sinceramente, amaba esa parte en que le decía "mi muñeca", en algún punto le cayó mal, si, pero justo ahora, pensaba que quizá, era una de las pocas cosas buenas que tenia en su vida.

[...]

-¿A donde me estás llevando?- preguntó Sophie- ¿Me vas a dar un regalo?- escuchó  una puerta abrirse- no era necesario, me conformaba contigo con un moño...- Milo le cubrió la boca con la mano.

-Por favor, no digas nada de lo que puedas arrepentirte-  pidió, Sophie rió, continuaron caminando, se detuvieron, la castaña se sentía nerviosa, cuando Milo le quitó el pañuelo de los ojos, sintió su corazón desbocado.

-¡Feliz cumpleaños, Sophie!

La chica abrió sus ojos, soltó un gritito cuando vio a Poppy y Jessica saltar sobre ella, se abrazaron e incluso la castaña comenzó a llorar:-¿Como?