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Milo tocó con insistencia la puerta del apartamento de Sophie, sus ojos estaban con grandes ojeras y no se había molestado en peinarse, volvió a tocar, pero no le abrió Sophie,  sino Gia, que torció el labio al verlo.

-Necesito verla- pidió, la neoyorquina suspiró- Gia, por favor, necesito hablar con Sophie... necesito por favor explicarle- suplicó.

-Lo siento, Milo- respondió- ella ya no está aquí.

El actor frunció el ceño:-¿Cómo?

-Adelantó su ida, se fue con su padre por el receso de navidad- murmuró- salió esta mañana al aeropuerto. Lo lamento.

Milo negó con la cabeza y apartando a Gia, se abrió paso por el apartamento, llamando a Sophie:-¡Sophie! Por favor, Sophie- se escuchaba desesperado.

A Gia le dolía escuchar a su amigo así, pero más le dolía tener que secarle las lágrimas a Sophie por culpa de él, le había advertido, le había dicho que dijera la verdad, ahora tenia que asumir las consecuencias.

Milo abrió la puerta del cuarto de Sophie, estaba perfectamente ordenado, notó que faltaba su maleta y la mitad de su ropa, ya que el armario estaba abierto, se sentó en la cama de ella, poniendo una mano sobre su rostro, intentando mantener la calma, observó en el suelo, un marco roto, lo levantó con cuidado de no cortarse con los restos de vidrios.

Era una foto de ambos, ella le daba un beso en la mejilla, el sonreía en grande,  estaban en la playa, el sol se estaba ocultando, se notaba que habían pasado horas ahí, ella estaba con su piel más tostada y el... estaba rojo. Sophie había insistido en que quería tenerla en un marco. Apartó los vidrios, sacando la foto, sus ojos enrojecieron, al verla más de cerca.

Gia seguía apoyada del marco de la puerta, atenta a los movimientos de Milo, el dejó la foto en la mesita de noche y cubrió su rostro con ambas manos:-Deberias irte, Milo.

El pelinegro asintió, dándole una última mirada a la foto, se levantó para salir del apartamento, Gia suspiró cuando cerró la puerta, se dirigió hacia su habitación.

-¿Sophie?- habló- ya se fue- la chica salió de debajo de la cama, sacudiendo su pijama- ¿que hacías ahí?

-Seguridad, por si entraba aquí también- murmuró, mientras continuaba guardando su ropa en la maleta- gracias por salvarme.

-No hay de qué- dijo mientras se sentaba en la cama, ayudando a su amiga a doblar su ropa- ¿segura que no quieres hablar con el?

Sophie asintió:-Ya le dije todo lo que tenia que decirle. No quiero escuchar más de sus mentiras, fue la última vez que me lastimó. Se acabó, todo lo que sentía por el, terminó.

Gia alzó la sudadera de milo, que Sophie planeaba llevarse, la chica se la quitó:-¿Por qué te llevas algunas prendas de él?

-Se las devolveré, ¿vale?- dijo- solo... no sé porqué las llevo- admitió, se sentó en la cama de Gia, atrayendo sus piernas hacia el pecho- Anoche estaba acostada en mi cama, llorando, y solo pensaba: "que todo esto sea un sueño, por favor" "que mañana todo esté cómo antes" "Quiero perdonarle".

Gia asintió.

-Pero no puedo, no puedo fingir que nada pasó, hablar con el y perdonarle, solo porque siento que dependo de él- susurró- no dependo de él, necesito creerme eso, supongo que me llevaba esto por... no lo sé- sacó la camisa y el suéter de la maleta- necesito algo que me haga sentir bien, y esta es una forma de hacerlo, pero no es sano, no las voy a llevar.

-Sophie, no te voy a juzgar porque quieras usar ropa de tu ex- dijo calmadamente- solo terminaron hace una semana, es normal que aún quieras tener algo de él...no tienes que deshacerte de todo aún, date tiempo.

Cybersex 《Milo Manheim》✔ EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora