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Cuando Gia entró a la casa, estaba bastante sudada, se quitó la boina, escuchando las risas de Milo y Sophie, se detuvo en el recibidor, sentada en el pequeño asiento, quitándose las botas de tacón. Sonrió al escuchar a Milo decirle a Sophie: realmente me pareces muy bonita.

Caminó en medias hasta la sala, observando hacia la mesa de la cocina, como Milo le daba de probar a Sophie de su postre,  parecen estar pasándola bien , pensó.

Sin querer, movió la mesa del centro, golpeándose el dedo gordo de su pie, saltó sobre el otro mientras siseaba e intentaba no emitir sonido de queja. Pero tarde, ya que ambos la veían, les dio una sonrisa sin mostrar los dientes.

-Hola- saludó- ¿Cómo les fue?- preguntó avanzando hasta el refrigerador para tomar un vaso de agua.

-Bien- respondió Sophie- ¿Donde estabas?- frunció el ceño. Ella sirvió el vaso, tomandoselo de un solo trago. Suspiró.

-Caminando siete cuadras ida y vuelta- contestó, Sophie rió pensando que bromeaba- en serio lo hice.

-¿Por qué?- preguntó Milo, mirándola raro, ella dejó el vaso en el lavaplato y se ató el cabello en una coleta alta.

-No lo entenderías. Estaré en mi habitación- anunció mientras caminaba hacia las escaleras.

Sophie le dio una pequeña sonrisa a Milo, el suspiró:-creo que ya debería irme- dijo, ella asintió, ambos se pusieron de pie caminando hacia la puerta- espero la hayas pasado bien.

-Lo hice, gracias por el almuerzo y el postre- dijo suavemente. Milo estaba ocupado pensando en ese breve momento que sintió su cuerpo moverse contra el de Sophie.

Milo comenzó a palmear sus bolsillos con su ceño fruncido, ella lo miró sin entender:- No encuentro mi móvil, ¿me llamas para buscarlo?

Sophie asintió distraidamente, marcando el número del pelinegro, una sonrisa se posó en el rostro de Milo, cuando este sonó en su bolsillo trasero, Sophie negó con su cabeza, colgando la llamada.

-Ahora tengo tu número. Caíste.

-Soy bastante crédula- admitió- nos vemos mañana.

-Hasta mañana- dejó un beso en su mejilla y salió hasta la calzada, donde su auto estaba estacionado. Ella lo miró irse y cerró sus ojos, respirando hondo, se apoyó de la puerta.

Se sobresaltó al ver a Gia, sentada en uno de los escalones de la escalera, sonriente:-¿Y? ¿que tal fue?

Sophie se encogió de hombros, sentándose a su lado.

-No lo sé- contestó- es muy lindo, se tomó el tiempo de preguntar sobre mi y todo eso.

-¿Pero?

-Pero no vine a Los Ángeles detrás de él, además, es toda esta mezcla aduladora que quiere ser bueno con todas, eso no siempre será lo mejor. Heather llegó al restaurante cuando terminabamos de comer, me fui de ahí.

-¿Y el que hizo?- cuestionó Gia.

-Vino conmigo. Luego pasó esto en mi recámara...- Gia alzó las cejas con picardia- nos caímos y agh- apoyó su mejilla del hombro de Gia- no lo sé. No quiero que me guste y no quiero que juegue con mi mente.

Gia asintió:-¿Por que jugaría con tu mente? No se ve mal chico.

-Tiene esa cara que me dice, "Sophie, estoy hecho para romperte el corazón".

[...]

Esa noche, Sophie estaba eligiendo una pelicula,mientras Gia preparaba palomitas, el móvil de la castaña sonó, era Milo. Mordió su labio antes de dudosa, contestar.

Cybersex 《Milo Manheim》✔ EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora