Cybersex 《Milo Manheim》✔ EDITANDO

46.

ok ok, quizá falte más para el final pero tampoco es taaan lejano. En fin, empiezo aquí para dedicar este capítulo a:  -mxnlight   gracias por el apoyo!!! y por tus comentarios que me hacen reír, se que te sacan de quicio las decisiones de Sophie y eso me divierte jeje. Espero te guste el capítulo💚.

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Sophie miró con ojos brillosos a Milo, quién  estaba dudoso de quedarse, quiso negar pero ella hizo un puchero:-No creo que sea buena idea, Sophie.

-Por favor- pidió- quedate.

Suspiró, no tenía sentido negarse, se quitó  la camisa, la castaña tragó grueso cuando observó cómo se quitaba los jeans para ponerse los pantalones de pijama, se puso la camiseta blanca y se acostó al lado de Sophie.

La chica se acurrucó en su pecho, abrazandolo por la cintura, cerró sus ojos pero no se durmió, ni siquiera el pudo hacerlo, solo se quedaron ahí, juntos.

-Hay algo en tu calor... que no encuentro en  nadie más- susurró la chica ebria, Milo la miró, aun tenia sus ojos cerrados- creo que he estado buscando esta sensación en otros.

-¿Haz estado con alguien más?- preguntó el, en voz quizás demasiado débil, ella asintió- eso es... bueno.

Aunque sentía su corazón que le dolía, Sophie abrió los ojos, se notaba que estaba perdida, que el alcohol controlaba la mayor parte de su cuerpo y pensamientos. Se encogió de hombros.

-No todos son buenos polvos- soltó- el último fue terrible.

Milo tocó suavemente su cadera, y su cintura que estaba al descubierto, ya que la camisa se había alzado, revelando la piel tostada de Sophie, se erizó ante el suave tacto de Milo.

-No deberías acostarte con esos idiotas- murmuró.

-Deberíamos estar juntos pero alguien- alargó la "e"- me montó los cuernos, pero no diré quien fue, no quiero que se enteren todos.

Se separó de él, rodando por la cama, pero no calculó bien  el espacio y se cayó, Milo se puso de pie preocupado, encontrandola carcajeandose con los ojos cerrados, la ayudó a ponerse de pie, volviendo a sentarla en la cama, quedando el frente a ella. La chica mordió su labio, abrazandolo por la cadera.

-Maldita sea te extraño- masculló- ok, siento que en cualquier momento voy a llorar- confesó- o vomitar, no lo sé.

Milo respiró hondo, no recordaba lo difícil que era controlar a Sophie ebria:-¿Quieres vomitar?- ella asintió.

La acompañó al baño, tomando su cabello, las arcadas no paraban pero nada salia de su cuerpo, comenzó a llorar en parte por la frustración y en parte porque sentía que su vida era un desastre. Milo pasó una mano por su espalda.

-Tranquila- susurró- podrás vomitar, solo espera.

-No puedo, milo- murmuró entre arcadas, lágrimas y tos- no sale nada y me siento muy mal, ya no quiero estar borracha- hizo de nuevo el puchero.

Milo asintió, la tomó en brazos, llevándola esta vez a la cocina, la sentó en uno de los taburetes:-Te haré un café, así se bajará un poco la borrachera, ¿esta bien?

-Está bien- aceptó bajito, miro hacia los lados- ¿Puedo ser sincera?

-Dependiendo- dijo mientras buscaba el café- quizás te arrepientas mañana de lo que digas.