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Milo y Sophie se sorprendían por lo bien que les iba juntos, en dos semanas, no había pasado nada malo, de hecho estaba yendo bastante bien. Ya faltaba poco para que Milo se fuera a Vancouver, trataban de pasar el mayor tiempo posible.

Estaban caminando por el estacionamiento, cuando un carraspeo los hizo detenerse, una voz masculina se escuchó, haciendo que Sophie sintiera su corazón acelerarse.

-¿No va a saludar, señorita Strode?- ella se giró con una sonrisa, soltando la mano de Milo para correr hacia los brazos del hombre.

-Papá- dijo sonriente, abrazandolo fuertemente- ¿qué haces aquí?- quiso llorar pero no lo hizo. Su padre sonrió, usaba gafas de sol y traje.

-Tengo reuniones de negocios acá y claramente, quise ver a mi preciosa hija- le dio un beso en la mejilla, su sonrisa desapareció, al ver como el pelinegro se encontraba en una distancia bastante prudente-¿tu quien eres?

-¡Papá!- reprendió Sophie, le hizo una señal a Milo para que se acercara, el padre de Sophie mantenía una mirada severa- el es Milo Manheim.

El actor extendió su mano hacia él:-Es un gusto señor.

-Daniel Strode- estrechó su mano- así que este es el "nadie"- Sophie cerró sus ojos con pesadez, Milo alzó una ceja hacia la castaña.

-Larga historia- le susurró- Entonces, ¿te quedas unos días?

-Si, me quedaré una semana- anunció- podremos pasar tiempo juntos, ya te extrañaba. ¿Quieres que vayamos a comer?

Sophie sonrió en grande.

-Claro que si- contestó, luego se giró hacia Milo, sin saber bien que decirle, odiaba cancelar. Pero el pelinegro no tenia ningún problema, le dio la mano y la acercó para darle un beso en la mejilla.

-Ve con tu padre- dijo- tenemos otros días para vernos- ella asintió. El se disponía a despedirse del señor, cuando este se quitó los lentes de sol, pudiendo detallarlo mejor, tenia los mismos ojos oscuros de Sophie.

-Puedes venir- ofreció Dan- ¿no es así, Soph? Así nos conocemos mejor, muchacho.

Milo tragó grueso.

-No creo que el...- comenzó Sophie, queriendo salvar a Milo de esa bochornosa situación, pero este la interrumpió, con un entusiasmo sorprendente.

-Claro, si no es problema, me gustaría unirme- Dan entrecerró los ojos hacia el, luego, miró cómo su hija entrelazaba su mano con la del chico y terminó por lanzar un suspiro.

-Vamos antes que me arrepienta- señaló su auto- es mejor que vayamos en un solo auto, después los traigo de regreso- ellos obedientes caminaron hacia la range rover negra del padre de Sophie.

La chica se colocó el cinturón, mientras esperaba que Milo no se sintiera incómodo con su padre, el hombre encendió el reproductor, AC/DC comenzó a sonar y para Sophie se hizo imposible no cantar con su padre.

La chica incluso imitaba la guitarra desde su asiento mientras el padre cantaba, Milo amaba ver esa faceta de Sophie, no recordaba haberla visto sonreír tanto, quizá no se llevaba bien con su madre, pero se notaba que el padre de Sophie la amaba y compensaba esa falta de amor.

[...]

Dan reía junto a Milo mientras conversaban sobre como Sophie hizo el ridículo en preescolar, la castaña rodó los ojos, pudo haberse enojado, pero realmente adoraba estar con su papá.

-¿Te gusta aquí?- preguntó su padre mientras tomaba un trozo de la pizza- ¿cómo va la pasantia?

-Me gusta bastante California, aunque acostumbrarme al calor fue un poco difícil- contó- la pasantia es increíble, vieras todos los trajes que he hecho desde que llegué, además, tengo amigos nuevos.

Cybersex 《Milo Manheim》✔ EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora