Extra #3.

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Sophie y Milo estaban desempacando las cajas en el apartamento, la chica estaba muy entusiasmada, e incluso habían comprado algunas cosas nuevas, estaba colocando los marcos en una de las mesas. El primero era su foto en Canadá, el segundo su foto en la playa, y el tercero era una foto con Auggie.

Su hijo postizo (aunque Siobhan no le gustaba del todo eso).

-Muñeca- llamó, ella se giró para mirarlo- ¿esta caja va en la habitación?- alzó el mencionado objeto, Sophie asintió mientras continuaba arreglando el living.

Una vez que terminó ahí, caminó hacia la habitación en busca de Milo, lo encontró muy entretenido, leyendo algo.

-¿Qué lees?- Milo automáticamente guardó la hoja, dándole una sonrisa inocente- Milo...- lo señaló- ¿que estabas leyendo?

-Nada- prometió, ella se lanzó a el, buscando el dichoso papel- ¡Sophie! ¡basta, las cosquillas!- rió a carcajadas mientras intentaba que la castaña dejara de hacerle cosquillas.

-¡¿Qué estabas leyendo?!- preguntó, mientras Milo lloraba de risa, finalmente se rindió, dándole la hoja- oh Dios.

Razones por las que no debería gustarme Milo Manheim.

-La encontré en la caja mientras sacaba todo- explicó Milo- entonces, ¿no debías fijarte en mi porque beso bien?

Ella se ruborizó.

-Pues sí.

-No puede ser que hayas hecho una lista por la que no debías fijarte en mí.

-Pues la hice, olvídalo.

Milo rió:-Esto se lo contaré hasta nuestros nietos- ella se ruborizó.

Pasaron el resto del día acomodando el apartamento, una vez que estuvo listo, se dejaron caer en el sillón, la chica sonrió mirando a su alrededor.

-No puede ser que tengamos un apartamento.

-No puede ser que no te querías fijar en mi porque soy demasiado alto.

Sophie lanzó una carcajada, el sonrió al escucharla reír, se puso de pie:-¿Sabes que deberíamos hacer?

-¿Dormir?- inquirió, el negó con la cabeza, una canción comenzó a reproducirse- Auggie te recomendó esa canción, ¿cierto?

-Si, de tanto pasar tiempo con ese niño me hice medio swiftie- Sophie sonrió, el la tomó de la mano, poniéndola de pie- hay que inaugurar nuestra casa.

Ella puso sus manos sobre los hombros de Milo, mientras se movían suavemente al ritmo de Lover. Milo la acercó más a su cuerpo, poniendo una mano en su cadera, ella cerró los ojos.

-Podríamos inaugurarla con una botella de vino- propuso ella, pero el negó terminante.

-La vida es muy corta cómo para no bailar lento con la persona que amas- los ojos de Sophie se cristalizaron, continuaron moviéndose por el salón-un día tendremos que hacer esto en nuestra casa.

-¿Tendremos una casa?

-Sip, con perros y cuatro niños- ella tiró de su cabeza hacia atrás, soltando una risita que la hizo achicar los ojos- te ríes, pero sabes que es verdad.

-Entonces también necesitamos una casa del árbol y una casa para el perro- respondió ella.

-Estoy de acuerdo, y tendremos que tener un buzón con nuestro apellido en él.

-Muy americano- se burló, lo abrazó, poniéndose de puntillas- te amo, esa lista es una estupidez de cuando recién te conocía.

El rozó sus narices, haciéndola suspirar:- Lo sé, no puede ser una buena razón, el hecho de que te gustó como te toqué.

Cybersex 《Milo Manheim》✔ EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora