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-¿Interrumpo?- preguntó Olivia Molina, pasando hacia el apartamento, miró de arriba a abajo a su hija- Deberías vestirte.

Milo miró a Sophie, quien le dio una señal de asentimiento, el chico se retiró buscando una remera y unos zapatos, le lanzó un chándal a Sophie, poniéndoselo encima de sus shorts de pijama.

Olivia comenzó a mirar alrededor, después miró hacia Milo:- Bonito, ¿ahora te gusta meter chicos al apartamento?- dijo- al apartamento de una mudanza que no me informaste.  ¿Tu quien eres?

Milo sostuvo la mano de ella, Sophie no sabia que decir, la mujer dejó el bolso en el mueble,  cruzándose de brazos hacia ambos.

-No le hables así- dijo Sophie- el no es cualquier chico, es mi novio.

-Milo Manheim- extendió su mano hacia la señora molesta, pero ella no lo recibió. Solo lo miró con la ceja alzada, Milo dejó caer la mano- Soy el novio de Sophie.

-¿Hace cuanto?- preguntó- ¿Hace dos días o en este momento que los encontré así?- preguntó. Sophie rodó los ojos- no me mires así, señorita.

-Somos novios desde hace unas semanas, pero venimos saliendo desde que llegué a Los Ángeles-  contestó ella- claro, lo sabrías si tan solo me hubieses contestado las llamadas.

-No te pongas dramática, sabes bien que he estado ocupada, la campaña publicitaria de este año no ha sido sencilla- se defendió- yo si he estado ocupada, no he estado en fiestas o... haciendo otras cosas.

-Otras cosas- rió sin humor- no sabia que el sexo estaba prohibido, madre- la mujer apretó los puños, molesta. Milo estaba un poco incómodo pero no quería dejar sola a su novia.

-No sé en quien te has convertido, Sophia- dijo señalandola- pero esa actitud altanera, no la aprendiste en Boston- luego miró hacia el pelinegro alto- ¿Y tu que? ¿no piensas dejarnos hablar?

-No voy a dejarla sola- contestó firmemente, tomando bien su cintura- no voy a dejar a mi novia, y si lo hago será porque ella me lo pide- Sophia le sonrió- con todo respeto, claro.

Olivia suspiró, sentándose en el sillón, ambos se mantuvieron de pie:-Bueno, querido yerno, te quedarás viendo una reunión de madre e hija.

-Mi momento soñado- bufó Sophie, volvieron a tocar la puerta del apartamento, ella rodó los ojos- Amor, ve a abrir.

Milo asintió, cuando abrió, se escuchó un "¡Hola, nadie!" Sophie miró hacia la puerta, encontrándose con su padre, arrastrando una maleta, parecía haber corrido.

-¿Esta aquí mi ex esposa?- preguntó, luego miró hacia Olivia y a Sophie- lo manejaste perfectamente ¿verdad, Olive?- soltó con sarcasmo- hola princesa.

-Hola pá- contestó Sophie, recibiendo el abrazo de su padre- ¿que hacen aquí?- preguntó.

-Resulta que tu madre- la miró acusadoramente- me buscó en el aeropuerto de Los Ángeles y me arrastró hasta aquí, porque recién se enteró que te mudaste- cayó en cuenta de la situación- parece que los encontró en mal momento.

Olivia se puso de pie.

-Nuestra hija estaba teniendo sexo con este chico- la señaló. Dan frunció la nariz.

-Qué incómodo que dijeras eso- rodó los ojos- mira, ella ya tiene dieciocho, además, ¡es su novio!- la defendió- creo que se saben cuidar, ¿verdad?

Milo y Sophie asintieron, la castaña quería que la tierra la tragara, agradecía que al menos su padre se veía un poco racional, aunque hubiesen llegado de pronto.

Cybersex 《Milo Manheim》✔ EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora