21.

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Sophie estaba tensa, almorzando con Gia en el patio de Disney, escuchaba las risas del grupo de amigos de Milo, pero ella se mantenía sentada firme en unas mesas aparte de ellos. Gia frunció los labios, notando que Milo permanecía con la mirada perdida, dándole miradas a Sophie de a ratos y la otra parte del tiempo fingiendo carcajadas.

-¿Está todo bien?- preguntó Gia, Sophie se encogió de hombros- Puedes decirme, Soph ¿pasó algo con Milo?

La chica hizo un puchero, haciendo que Gia torciera el labio:-Si, digamos que, terminamos lo que sea que tuvimos. Todo.

-¿Que? ¿Por que?- preguntó confundida, con el ceño levemente fruncido- ¿Te hizo algo?

-Es solo que, no puedo sentarme aquí y esperar que se decida por mí- dijo- por eso no quería fijarme en el, solo significa problemas.

Gia asintió, tomando su mano por encima de la mesa:-No dolerá por siempre, Sophie.

-Lo sé.

Se dieron una sonrisa pequeña, antes de volver a su almuerzo, comenzaron a conversar sobre que la familia de Gia vendría a verla ese fin de semana y que estaba emocionada por presentarla con su hermana, ya que creían que seguro se caerían bien.

Un grito hizo que Sophie cerrara sus ojos con pesadez, respiró hondo, sin querer voltearse y ver, mordió su labio cuando Pearce insistió:-¡Sophie! ¡Gia! Únanse.

En circustancias normales, esto no habría sido incomodo, pero teniendo en cuenta la tensión que había entre Sophie y Milo, juntarse era básicamente, explosivo. Las chicas se levantaron de la mesa, sentándose con ellos, Gia actuaba con naturalidad pero Sophie seguía con la mirada en su comida, jugueteando con la pasta corta y los vegetales.

Milo la miraba, buscando que ella también lo mirara pero no, ella se rehusaba a levantar la mirada. Escuchaba vagamente la conversación, intentando mantener buena cara, pero no podía, solo pensaba en él y en lo mal que se sentía, porque realmente lo quería cerca.

Sophie se puso de pie, dejándolos confundidos, la chica guardó su envase en el bolso y sin más, salió de ahí, caminando a paso apresurado, todos fruncieron el ceño.

-¿Le pasa algo a Sophie?- preguntó Meg, Gia se encogió de hombros, no iba a contarles el verdadero motivo de su huida, Milo intentó concentrarse en su hamburguesa pero solo logró dos minutos.

Copiando la acción de Sophie, se levantó de la mesa, buscándola con la mirada, pero la castaña parecía haberse esfumado del lugar, buscó por las distintas áreas, hasta que escuchó,  en el taller de costura, como una persona parecía sollozar.

su corazón se arrugó.

Sabia que estaba llorando por el, se apoyó de la pared, escuchándola llorar, quería abrir la puerta, abrazarla y pedirle una segunda oportunidad, pero sabía que sólo volvería a herirla. Quizá era hora de dejarla ir.

Y ella pensaba exactamente igual, era momento de dejarlo ir.

[...]

Sophie se vio en el espejo, habían pasado tres días desde la última vez que vio a Milo, después de el incidente en la mesa, parecían haber aceptado que no debían verse, por lo que coincidían muy poco.

Hoy era su cita con mm.69, por fin, habían logrado concretar una fecha, usaba una falda a cuadros rosa y un top blanco con pequeñas flores, estaba tan nerviosa que las palmas de su mano sudaban, puso el Google maps.

Tomó su bolso y sin más, salió  de la casa en busca del dichoso Starbucks donde habían quedado.

Mientras tanto, Milo se dijo a si mismo, que debía dejar de pensar en Sophie, hoy conocería a la chica con la que tiene cybersex , debía concentrarse en ella, no en la castaña. Se subió al auto y condujo hasta el Starbucks, se sentó en un apartado, plisando las arrugas invisibles de su chaqueta, le había dicho a babygirl que se pondría una chaqueta negra.

Cybersex 《Milo Manheim》✔ EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora