Al final no conseguí una escalera, solo salí de Lyue para pensar y estar mas tranquilo pero era ridículo pensar en eso mientras Venti se reía de mi a un lado mío.
-Hombre que tonto eres-exclamaba mientras bebía-¿No sabes nada sobre los humanos?-
-Solo quería un leve consejo, debo volver a casa-
-Pues debes volver rápido y acabar con lo que iniciaste hombre pícaro-dio un gran sorbo y rio de nuevo-Y decías que no la volverías tu mujer-
Barbatos me explico mas detenidamente como el uso del apareamiento no era siempre con fines reproductivos, cosa que me alarmo un poco pero pude entender mejor los sentimientos de Miel
-Es una mujer y tú, de alguna forma un hombre, su cuerpo reaccionara al tuyo o al de otro hombre naturalmente-dijo confiado
¿Otro hombre? ¿Reacciono así con Nobile?
-Debo irme, se suponía que compraría algo-dije desapareciendo velozmente y aun así pude oírlo reír.
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Estaba leyendo en la cama cuando lo escuche llegar. Un sudor frio me invadió pero no me moví, aun cuando lo oí entrar a mi habitación.
-Vas a dañar tu vista-
Lo mire unos segundos, siempre tan serio.
-Quería terminar esto hoy-
-Miel-me llamo cansado y eso era nuevo en el-Deja el libro-
Molesta lo cerré, tome la vela a mi lado y me levante caminando hacia la ventada
-No me gusta el humo de las velas-dije explicándome pero en cuanto abrí la ventana me arrepentí.
-Hey-
Ese hombre había estado aquí por la tarde con el estúpido zapato faltante y verlo de nuevo solo me molesto
-Largo Nobile- detrás de mi pude oír la puerta cerrarse, ¿Rex Lapis se había ido? No, con el rabillo del ojo lo vi sentarse en mi cama.
-Solo queria hablar contigo un poco mas-insistio el chico en el techo de la casa vecina-¿Tienes que ser tan arisca siempre?-
-Si, realmente si tengo que serlo-suspire-Si mi jefe te ve se hará una idea equivocada-
Justo detrás de mi pude oír a mi jefe resoplar la nariz.
-Bueno, no hay muchos que puedan pretenderte, pero afortunadamente yo puedo hacerlo-una amplia sonrisa apareció en su rostro-Así que quizá puedas dejarme subir contigo-
Sintiéndome pálida refunfuñe
-No, ya lárgate-la ventana se cerro con fuerza y baje la persiana queriendo que se cayera del techo.
Hice una pataleta en el suelo y pude sentir a Rex Lapis acercarse a mi.
-Menuda broma-me queje abrazándolo-Me he ganado un pretendiente-
-Si sigues ignorándolo se ira tarde o temprano-se que trataba de hacerme sentir mejor pero era pésimo en eso
-Quiero que me deje ya, no mas tarde-levante mi rostro para ver sus ojos dorados, eran demasiados bonitos y no sabia que era pero parecían haberse suavizado-¿Por que no puedes ser tú quien me pretenda mejor?-
-¿Eso te gustaría?-la sorpresa en su voz me hizo reír, podía ser un Dios, pero las cosas humanas lo dejaban sin defensa-Te pregunto en serio-
-Yo se que seria imposible, no te tomes tan enserio lo que digo-una de sus manos me sujeto el rostro para acercarse a mi-¿Que haces?-
-Nada es imposible para mi-
Quizá no era tan lento como yo lo veía.
Me pare de puntillas y cerrando los ojos roce mis labios con los de el sintiéndolo temblar, Zhongli podía ser todo un enigma.
-¿Vas a dejarme así?-pregunte separando mis labios e los suyos pero rápidamente me sujeto entre sus brazos para besarme de nuevo.
Al principio era torpe, pero podía sentir como sus manos ahora conocían el camino a recorrer, desabroche los botones de su abrigo y lo obligue a deshacerse del, abrace su cuerpo vestido con la fina camisa de seda y la parte trasera de mi blusón acabo desgarrada.
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La bese hambriento, convencido de que algo no estaba bien ¿Cómo podía ser tan suave y dulce? No dude en llevar mis manos mas arriba de su vientre, se estremecía cada que mis dedos rozaban su piel y yo la besaba con mas pasión.
Entre besos me guio a su cama y se deshizo del resto de mi ropa, logre sacarle el blusón rasgado pero eso fue todo antes de que sus labios me atraparan.
Mis besos bajaron a su cuello, quería probar con mi lengua la suavidad que mis dedos habían sentido y fue la gloria cuando además de descubrir lo deliciosa que era, una ola de dulces gemidos inundo la habitación cuando atrape sus pechos con mi boca.
Mis dedos rozaron su piel mas sensible y ella pareció desvanecerse cuando, despacio introduje un dedo y luego otro. Saboree su vientre mientras ella se retorcía gimiendo mi nombre.
La sensación no tenia nombre, ¿acaso era algo que acababa de descubrir? Si así era quería más, acerque mi miembro a su entrada y subí para besarla, ella se pegaba a mi y cuando nuevamente me miraba con esa bendita plata en sus ojos, me hundí en ella tan profundo como pude.
Un grito salió de sus labios y yo tuve que morderme el labio para no gemir de placer, tan cálida y estrecha parecía recibirme ansiosa y aun así no podía tener suficiente de su cuerpo. La mire debajo de mi como nadie jamás podría verla y para estar seguro la embestí mas fuerte, no dejaría que nadie mas la tuviera de este modo.
-Eres mía-sentencie sujetando sus manos sobre su cabeza, sus ojos casi nublosos se enfocaron en mi y me pidió besarla, me rogo y yo la atendí, me apretaba tanto que creía que quería arrancarme ahí abajo, mis uñas se clavaron en su cintura y sentí que perdía la cabeza.
-Zhongli-me llamo con esa voz tentadora, esos labios deliciosos y esos ojos que solo me miraban a mi-Quiero ser solo tuya-
Benditas las palabras de tus labios, las bebí como si fueran el mejor vino del mundo y quería oírla mas, la bese y mordí hasta hacerla llorar pero me exigía más, más caricias, más amor y yo le daría todo, por que yo también era suyo ahora.
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Historias de Teyvat
Lãng mạnSerie de relatos romanticos cortos. Acompañame a leer sobre las distintas chicas de Teyvat que forman parte de esta linda historia.