Los rayos de luna de la ventana habían cambiado a rayos de sol eventualmente.
El amanecer desde Lyue era hermoso, el sol naciente parecía un disco de oro majestuoso pero yo preferí ver algo distinto esta mañana.
Nuevamente Miel se encontraba debajo de mi cuerpo, las ojeras en sus ojos plateados demostraban lo cansada que estaba pero sus labios seguían llamándome una y otra vez y cada vez que lo hacia yo acudía a besarla obedientemente.
Su cabello estaba esparcido como cortina sobre la cama, su piel ahora se había vuelto ligeramente rojiza y en sus hombros podía apreciar las marcas de mordidas que yo mismo había dejado en ella.
Finalmente termine en ella y lentamente salí para recortarme a su lado, la vi tocarse y ver su mano empapada de liquido dorado
-Sigo bastante asombrada por esto-susurro para después mirarme-¿Como es posible que sea dorado?-
No respondí y la bese despacio, ni siquiera yo sabia a que se refería ¿Qué importaba el color de eso?
Cuando volví a abrir los ojos ya pasaba de la tarde, aun no anochecía pero todo tenia un tinte morado ahora. Estaba sola en mi habitación y pude oír abajo mucho movimiento.
Lo clientes me habían salvado de una muerte por agotamiento al parecer.
Quise moverme pero mis caderas y espalda estaban entumecidas, mi cuello crujió peligrosamente y decidí que lo mejor era esperar un poco mas antes de levantarme.
Mire el techo unos segundos mientras recordaba cada detalle de esa noche.
-Es una historia bastante impresionante-me dije a mi misma sonriendo, aun no podía creerlo y mucho menos me había imaginado que fuera tan dominante-Demasiado-dije en voz alta relamiendo mis labios.
Decidí levantarme y al hacerlo pude sentir algo salir de mi y recordé otra de mis impresiones.
Esperma dorado... Si es que podía ser llamado esperma. Y el lo tomo como algo totalmente normal.
-Lo dioses son extraños-
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Cuando por fin baje la gente se había retirado, una carreta fúnebre salía seguida de un sequito considerable y yo me quede en las escaleras, orando por aquella persona que había partido.
-Creí que no te levantarías-Paimon me abrazo la cara-Aether y yo queríamos verte pero este hombre no nos dejo subir-
-Bueno, seguramente no me veía presentable al despertar esta mañana-
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-Presentable o no, no deberías dejar que el te controle-Me reí ante su respuesta y mi vista se fijo en el hombre que bebía té tratando de parecer serio-¿¡Ehhh!? ¿Qué pasa con esa mirada?-
Aether comenzó a reír y yo fingí seriedad.
-Debe ser por que olvide hacer una compra importante-explico Rex Lapis
-Así es, tendré que hacerla yo misma-respondí
-¿Podemos acompañarte Miel?-
-Claro que si-
-Claro que no-
Los tres miramos asombrados al hombre pero este solo afino un poco su garganta
-Miel paso su noche estudiando, debe estar agotada y aun hay mucho que hacer en la funeraria, preferiría que se quedara descansado el día de hoy-
Hice un trompeta con los labios pero Paimon parecía estar de su lado
-Tienes razón, con lo débil que es esta chica no podemos tomar las cosas a la ligera-
-Podemos hacer la compra por ustedes si así lo desean-Aether se levanto decidido
-Seria una buena idea, pueden tomarse su tiempo también-Zhongli parecía satisfecho con idea y yo me senté en una silla cercana
-No se si sea difícil conseguir una escalera pero si, tomen el tiempo que ocupen-agregue
Paimon y el viajero salieron emocionados de la funeraria dejándonos solos en la mesa.
